viernes, 15 de julio de 2011

Noticias de la semana:

Elecciones primarias: ya se pueden consultar los padrones.

Las listas definitivas de electores para los comicios del 14 de agosto y las elecciones generales del 23 de octubre pueden observarse a partir de hoy en Internet. Las autoridades avisaron que por los nuevos padrones mixtos, se produjeron modificaciones. Enterate dónde votás.

Los padrones definitivos para las primarias del 14 de agosto y las elecciones generales del 23 de octubre pueden consultarse a partir de hoy en Internet. La novedad, las listas mixtas.
El trámite puede realizarse en la página www.cij.gov.ar, perteneciente al Centro de Información Judicial (CIJ), o a través de la web www.padron.gob.ar.
Al realizarse la consulta, se indica el lugar de votación y el número de mesa para sufragar el domingo 14 de agosto en las primarias abiertas, obligatorias y simutáneas que se realizarán por primera vez en el país.
Para los comicios generales del 23 de octubre, los ciudadanos tendrán el mismo lugar de votación que en las primarias.
Desde la justicia nacional electoral, recomiendan a los electores realizar la consulta con anticipación a los comicios ya que, al generarse los nuevos padrones mixtos, se produjeron muchas modificaciones en los lugares de votación.
En la misma página web, los ciudadanos pueden inscribirse como autoridades de mesa voluntarios, acceder a los cursos de capacitación para ese fin y obtener información electoral.

Fuente: Tiempo Argentino de la edición del 15 de julio del 2011.

Casi 500 chicos sin zooterapia por culpa de Macri.

El año pasado cerró el servicio con "argumentos burocráticos" y 480 chicos con discapacidades y trastornos sociales se quedaron sin tratamiento. "Uno de los niños falleció, otro dibujó un perro con garras y sangre", dijo a CN23 una madre damnificada.

La legisladora María Elena Naddeo volvió a reclamar por el cierre del servicio de Zooterapia en octubre del año pasado, que dejó casi 500 chicos con distintas discapacidades sin tratamiento: “Lo cerraron por un argumento burocrático, es gravísimo”, dijo en declaraciones a CN23.
El servicio fue creado en 1993 y a octubre del año pasado atendía a unos 480 niños y adolescentes que padecen múltiples discapacidades y también trastornos sociales. Pero la gestión de Mauricio Macri decidió cerrarlo y dejar sin tratamiento a los pacientes. Incluso, uno de los chicos falleció.
“El servicio se realizaba en el Parque Roca, un espacio único porque no existe otro lugar para tratar patologías múltiples con discapacidades graves. Es más fácil que en un centro hospitalario, porque se desarrolla en espacios verdes, un ambiente mucho más agradable que un hospital, y por ende la recuperación es mucho más rápida”, dijo a CN23 Amelia Vale González, madre de uno de los pacientes que quedó sin tratamiento.
Además acusó al gobierno porteño: “Rodríguez Larreta mintió. Nunca nos recibió, no nos ofreció otro lugar para atender a los chicos, y ahora dijeron que están designados tres lugares pero eso no es cierto”. Y explicó: “En ninguno de los tres hospitales se atienden estas patologías. Quieren cambiar un espacio al aire libre por un lugar en el Moyano con personas con problemas mentales para adultos. Además, nos dijeron que no atendían a chicos”.
En tanto, Susana Olmedo, otra madre damnificada, dijo que “muchos de los chicos no pueden hablar, pero sí dibujar. Entonces, los psicólogos ven lo que hacen los chicos, y uno dibujo un perro con dientes, garras y sangre… eso es lo que les generó perder ese espacio”.
Además, denunció la muerte de uno de los niños: “Por falta de tratamiento hay un chico que falleció, no nos pueden decir que está todo bien, que los perros entrenados especialmente para zooterapia van a ser reemplazados por patitos y gallinas”.
Cabe destacar que la Defensoría del Pueblo porteño denunció una intención del Ejecutivo de utilizar el predio público donde funcionaba el programa para fines privados.

Fuente: Tiempo Argentino de la edición del 15 de julio del 2011.

Opciones electorales y cambio social.

Análisis sobre la cuestión electoral y las posibilidades del cambio democrático bajo las circunstancias de la democracia y los derechos formales.

Los trabajadores comprometidos con la cultura y con los cambios con miras a la imposición democrática de la gestión popular de los asuntos públicos, que buscan la construcción de un régimen inclusivo en todos los ámbitos, hemos aprendido a través de la propia experiencia en la lucha, que tenemos enemigos. Sabemos que los centros globales del poder, cuya lógica instauró el neoliberalismo por todos los rincones del sistema comercial globalizado, es el principal de esos enemigos y sabemos también que tiene sus representantes y operadores nacionales que buscan frustrar cualquier tipo de cambios, incluso cualquier insinuación que tenga que ver con alterar el actual estatus quo. En lo mediático, están los grandes medios masivos de comunicación dominantes, con sus radios, sus canales de televisión, diarios y revistas, con sus negociados y la impunidad de sus acciones. En el aspecto económico están los grandes empresarios afiliados en distintas cámaras empresariales y de comercio que velan por sus intereses. Es central el sector económico capitalista opositor, que defiende a toda costa los intereses de la acumulación privada del capital, porque ellos se mueven rápido, tienen una gran capacidad de movilización porque la economía, y los mercados que ellos controlan casi sin escrúpulos ni contrapesos, siempre son un buen indicativo del momento y de la lucha histórica, son un claro reflejo de las relaciones de fuerzas entre los diversos actores políticos que se manifiesta por ejemplo en los sube y baja de los mercados de valores, de la bolsa y de los precios que buscan imponernos a través de la inflación que finalmente son procesos especulativos que responden a los intereses de esos sectores dominantes. Finalmente, en el aspecto político están los partidos que se oponen a los cambios propuestos por los regímenes populares y que se agrupan en distintos frentes y alianzas electorales o de más largo plazo que se caracterizan, en todos los casos, es decir, tanto en Argentina como en Bolivia, Ecuador o Venezuela, por funcionar en el crepúsculo de ser y de no ser. Ello no significa que carezcan de estrategias en el ámbito de la política porque, en relación a la lucha y la acción política de más largo plazo, en relación a un proyecto de país, sus valores y su ética, apenas de pretensiones democrática pero altamente formales, son parte de cierta lógica política que trasciende al régimen político inclusive y funda la propia organización del Estado capitalista. En ese aspecto, por ejemplo, las elecciones son un formidable mecanismo de control y de dominación social sobre las opciones reales o no de los trabajadores. Por eso, los sectores dominantes, luego de superada la etapa de las dictaduras de seguridad nacional y bajo los nuevos requerimientos del neoliberalismo, imponen las elecciones a los países del mundo para certificarlos dentro de la cultura de la razón, de la justicia, de los derechos humanos y la democracia. Los otros, en muchos casos, son parte de los países enemigos de la cultura de Occidente, son los Estados definidos como terroristas.
Por su parte, los organismos de crédito internacionales funcionan como gendarmes de la celosa aplicación de ese tipo de elecciones, que ellos llaman y pretenden definir como elecciones libres pero que finalmente solo reivindica y consolida un reformismo político altamente formalista y realista en términos de la concepción ideológica de los sectores dominantes. A partir de ahí, sin abandonar la lógica y las necesidades de la acumulación del capital, producen acuerdos y firman compromisos de cumplimiento de este tipo de consultas. Incluso pretenden hablarnos de reconciliación nacional o de acuerdo social cuando, la mayor parte de las veces trabajando desde las sombras, atentan contra el bienestar de los trabajadores controlando precios, las diversas variaciones del mercado, los costos de produccion, etc. En esas circunstancias, es posible afirmar que el sistema comercial globalizado bajo los términos neoliberales es parte de una red jurídica, política, cultural y mediática que impone elecciones que se transforman en cadenas para los pueblos porque, al fin y al cabo, restringen sobremanera las reales opciones políticas a las que se ven enfrentados los trabajadores. De lo que se trata es de neutralizar cualquier tipo de opciones que se plantee un cambio en las estructuras propias del régimen político. Entonces, el proceso de elecciones en este contexto, la forma de elegir y lo que es elegido, son parte constitutiva de un filtro para las tentativas liberadoras que eventualmente puedan plantear los trabajadores en su lucha por mayor bienestar. En ese nivel es donde se refleja la importancia de la lógica de los sectores dominante que, a través de las diversas verdades que supieron imponer, definen qué tipo de políticas públicas, propuestas, candidatos y proyectos de país o programas políticos, son sustentables racionalmente y por lo tanto subceptibles de competir en elecciones periódicas. Inclusive en muchos países del tercer mundo, mucho más débiles política e institucionalmente hablando, aún hoy el voto es una mercancía que tiene precio, y que se negocia en lo que podríamos llamar como mercado electoral. Precisamente ese mercado electoral es un tremendo carnaval de ofertas publicitarias donde, en especial en la época de elecciones, se abre el cuerno de la abundancia, donde se reparte de todo, desde promesas que bordean la demagogia más atroz hasta planes sociales, licor, música y materiales para la construcción de viviendas precarias. Sin embargo, como las propias necesidades de control y de dominio social sobre los trabajadores lo amerita, la posible profundidad de los planteamientos e ideas políticas, de proyectos y propuestas, es lo que siempre está ausente dando paso a la demagogia, la superstición, la mentira y los trucos publicitarios. Inclusive, el llamado voto castigo, tan de moda en algunos países, es una opción electoral contra la clase política que, en fin, sustituye el análisis y el razonamiento sobre la realidad del país.1
Elecciones de esta índole y características no educan a los trabajadores en la conciencia del cambio y en la racionalidad y justeza de sus necesidades y reivindicaciones que ellos mismos están en condiciones de plantear porque son necesidades, la mayor parte de las veces, que bordean la urgencia sino que, muy por el contrario, las elecciones de esta índole moldean al electorado en la lógica que defienden los sectores dominantes. Es que, como venimos viendo hasta acá, la manera de elegir y lo que se elige, es decir, las formas en que se expresa el voto de los ciudadanos y el contenido de las diversas propuestas en pugna, salvo algunas opciones por lo demás testimoniales, están en sintonía y guardan una estrecha relación de complicidad con la lógica y las necesidades de control del propio sistema. Lo apuntalan en el sentido que el cambio de régimen no sea posible como opción racional. El problema es que los sectores sociales más vulnerables en todos los términos, los sectores más pobres y humildes de los barrios de las grandes capitales de nuestros países, por una cuestión del rol estructural que les corresponde socialmente, son mucho más proclibes a este tipo de influencias que otros grupos o sectores sociales. Así, la plasticidad que requiere la vida del barrio, la viveza de la propia ciudad, el sacar provecho a cualquier tipo de situación, construyen una psicología del facilismo que se amolda bien a las ficciones de las ofertas electorales que nos plantea el reformismo político. Es decir, no existe un compromiso duro de los trabajadores en términos políticos e ideológicos porque todo puede cambiar de acuerdo a la oportunidad. De ahí se explica el surgir del populismo y sus variantes. Finalmente, cuando una oferta electoral, por la manipulación mediática de la que es víctima, pierde la fuerza material y espiritual, cuando deja de ser portadora de determinados valores y de una ética que le es característica, entonces es el momento de mudar preferencias que pueden expresarse en formas de imposición del populismo o del voto castigo, etc. Así se explicaría la fluctuación del voto de las zonas humildes de las grandes ciudades.
En esas circunstancias, este tipo de elecciones no pueden ser el sello, las bases sobre las que se sustenten los cambios en términos populares porque simplemente son elecciones que nos muestran cuanto nos falta por avanzar en términos de la institucionalidad democrática para dejar atrás, de una buena vez y por siempre, ese reformismo político que en definitiva nada soluciona. Por lo menos no en favor de los trabajadores. Por eso, es urgente modificar las formas de las consultas populares, tanto en sus propias maneras institucionales como en los mismos contenidos y propuestas planteadas ante las grandes mayorías nacionales. Entonces, los trabajadores como parte de esas grandes mayorías nacionales, que por eso nada más están destinados a la misión histórica de cambiar la realidad en beneficio propio, en favor de una definición más justa, auténtica y democrática del bien común, tienen tremendos desafíos políticos para consolidar mejores formas de vida, una mejor calidad de habitación, de salud y de educación, mejores condiciones de trabajo, dignidad, soberanía y una cultura que nos incluya a todos. Por lo mismo, los trabajadores en cuanto tal necesariamente tienen que salir del confinamiento de las fábricas y de las diversas empresas en que trabajan para llevar el sustento diario a casa, trocar el estratégicamente limitado control de los trabajadores sobre la producción, que solo se ocupa finalmente por su entorno, por lo meramente comercial, y cambiarlo por la gestión democrática y popular de los trabajadores que en ese momento en particular se hacen realmente con el poder de decisión sobre los grandes asuntos nacionales porque, en definitiva, esa gestión popular de los asuntos públicos, implica y conlleva adquirir una nueva visión del conjunto, de las metas y de los objetivos sociales. Así, libertarnos del control y del dominio que los centros globales del poder ejercen sobre las opciones políticas que tenemos como países, implica y presupone al mismo tiempo nada menos que la construcción de la Patria Grande.
Llegados a este punto simplemente tengo que decir que es una utopía creer que puede haber realmente libertad, democracia y mejor calidad de vida bajo las opciones planteadas por los regímenes populares, opciones que se caracterizan por la inclusión social de los trabajadores pero también de los marginados y los excluidos no solo del trabajo sino también de cualquier beneficio social, sin emancipación social a través de la propia gestión de los trabajadores sobre los asuntos públicos. En otros términos, nunca seremos capaces de reorganizar un nuevo régimen político si seguimos insistiendo, como estrategia política, en el reformismo político y en las formas de sus elecciones y opciones políticas. Mucho menos podemos estar a la altura de las circunstancias para constituir ese proyecto siempre inconcluso de la Patria Grande si antes no somos capaces de romper con los valores de dependencia y de sumisión del reformismo y sus acciones políticas.

Autor: Alfredo A. Repetto Saieg.

Referencias bibliográficas:
Tristán, Rosa: “En las grietas del socialismo maniobra Fedecámaras” Publicado en Debate Socialista de la edición del 1y 3 de octubre del 2010.
“Los enemigos del socialismo conspiran contra él y quieren que les obedezcan”. Publicado por la editorial de la revista Debate Socialista de la edición del 8 y 10 de octubre del 2010.
Reyes, Neftalí: “Las elecciones burguesas” Publicado en Debate Socialista de la edición del 8y 10 de octubre del 2010.
Kohan, Néstor: “Del Bolivar de Karl Marx al marxismo bolivariano del siglo XXI” Publicado en Debate Socialista de la edición del 8y 10 de octubre del 2010.

Una lectura más a fondo.

Las elecciones necesitan de lecturas inteligentes porque son la máxima expresión de la ciudadanía. Y no basta con las cifras finales del escrutinio, aunque esto sea lo fundamental. Es necesario realizar una “inteligencia” de lo que los votantes producen para sacar conclusiones en términos de cómo se define la política, de cómo se toman las determinaciones y de cuáles son los hábitos, las miradas, las costumbres que también alimentan estas decisiones.
Pero para arribar a estas conclusiones es preciso construir nuevas herramientas, otras metodologías que salgan de lo habitual, que indaguen en otros hábitos, que intenten penetrar de alguna manera en la conducta de los ciudadanos. Esta es la tarea que ha iniciado el CEdOP de la UBA al mando del sociólogo Carlos De Angelis. Tal como lo expresó también el Decano de la Facultad (ver aparte), es una manera más de que la universidad pública asuma su compromiso con la sociedad.
Respecto de los datos que aparecen en el estudio, resulta sumamente relevante el hecho de que los votantes de Mauricio Macri hayan inclinado su decisión con mucha anticipación a la fecha de los comicios. “Antes de la campaña” respondieron a los encuestadores. Si bien la campaña no tuvo ni siquiera calor de tal, es evidente que ello también se apoyó en esta circunstancia: gran parte de las personas no consideró que la misma le agregaría nuevos datos para su decisión. Pero, al mismo tiempo, el resultado de la encuesta indica que Macri, y por extensión la franja que va desde el centro a la derecha, tiene consolidado un espacio ideológico importante en la ciudad de Buenos Aires.
Quienes intenten acceder al Gobierno de la Ciudad tendrán que considerar seriamente este perfil ideológico que se consolida como el mayoritario. Para los analistas políticos queda la pregunta acerca de si esta “cabeza de playa” de la centroderecha servirá para avanzar sobre el resto del país. Por ahora los datos no parecen indicarlo. Pero también se puede decir que Macri no se equivocó cuando decidió permanecer en la Capital y no aventurarse a poner en riesgo su capital político con una derrota a nivel nacional, como candidato a presidente. En Buenos Aires está seguro y protegido políticamente entre “sus” votantes. Un cobijo que seguramente no tiene a nivel del país.
Queda una reflexión para los encuestadores. La reforma política impuso serias restricciones a la difusión de información resultante de sondeos. La mayoría de la gente sostiene que no atiende a las encuestas para decidir su voto, según resulta del estudio de la UBA. Pero un 19,3 por ciento que atendió a los sondeos para determinar su elección es un porcentaje sumamente significativo y para tener en cuenta. Para los políticos, pero también para quienes trabajan con esos datos desde los medios de comunicación.

       Fuente: Por Washington Uranga en Página 12 de la edición del 11 de julio del 2011. Enviado por el compañero Bernardo Carnelli.