sábado, 2 de octubre de 2010

Links de interés:



Resumen del intento de golpe de Ecuador:


Los trabajadores de Ecuador apoyan al gobierno constitucional:


Secuestro y Rescate Del Presidente Rafael Correa:

Noticias de Ecuador:




Desde el balcón principal del Palacio de Gobierno, Correa acusó al ex presidente Lucio Gutiérrez de impulsar la sublevación de policías que ayer por la tarde puso en jaque la continuidad de su gestión y provocó severos incidentes en Quito y en Guayaquil.
"No fue la Policía. Pronto se descubrieron los verdaderos motivos de quien estaba detrás de esto... los verdaderos motivos. Era Lucio Gutiérrez, eran los miserables de la oposición", vociferó ante una multitud que se reunió frente a la Casa de Gobierno.
Explicó que supo que la rebelión estuvo impulsada por su antecesor en el Regimiento de Quito cuando dijo que "nadie ha hecho tanto por la Policía como este gobierno" y le respondieron: "Mentiroso, sí lo hizo Lucio" (Gutiérrez, coronel que presidió el país entre 2003 y 2005).
Mientras tanto, a muy pocas cuadras de allí, militantes opositores continuaban enfrentándose con activistas que respondían a la oposición y con algunos policías sublevados que aún no aceptaron el regreso de Correa al poder.
Correa agradeció a los presidentes de la Unasur, que esta madrugada se reunieron de urgencia en Buenos Aires para firmar una declaración conjunta en defensa de la democracia y el gobierno constitucional ecuatoriano.
El mandatario adelantó que habrá sanciones para quienes encabezaron la sublevación y desafió: "Sepan que esta ley no va a ser revocada". De ese modo se refirió al recorte salarial en las fuerzas de seguridad que dio origen a la revuelta en la capital del país caribeño. 
Además, el jefe de Estado ecuatoriano destacó ante la multitud que lo aguardaba desde el mediodía en la Plaza de la Libertad su agradecimiento a todos los que fueron a manifestar su solidaridad "y cobardemente los recibieron con gases pimienta, piedras y balas".
"Impresionó increíblemente" –dijo- que en medio de la situación, “ministros y militantes llegaran al hospital para apoyarlo. "Con gente así nunca vamos a perder", puntualizó.
Aunque advirtió, en sus primeras afirmaciones desde el Palacio de Gobierno: “Es un día de profunda tristeza que jamás creí que iba a llegar a mi gobierno”.
También dijo que "jamás” aceptará negociar “bajo presión”. “Con el diálogo, todo", agregó el mandatario en referencia a la pretensión de negociar bajo presión que planteaban los efectivos sublevados.
"Cómo pueden llamarse policías quienes hacen eso”, se preguntó. Y explicó que su administración “fue la única que ha subido tanto los salarios de los policías”.
"Nadie ha hecho tanto por la Policía como este gobierno, nadie ha mejorado tanto sus sueldos; cuando vi tanta agresividad, me sentí triste, como si hubiera recibido un puñal por la espalda", dijo al hablar desde un balcón de la sede del Gobierno.
Y lanzó: “Que sirva de ejemplo que a través de la conspiración, la mentira, la infamia intentan detener la revolución ciudadana".
Más tarde, el presidente ecuatoriano ofreció una conferencia de prensa en cadena nacional . Allí aseguró que “lo que pasó fue un intento de golpe de Estado pero luego todos los policías acabaron pidiendo disculpas”. Durante su alocución, Correa afirmó que "no habrá perdón ni olvido tras el intento de golpe"
Además destacó: “No se trató de una legítima reivindicación salarial sino de un claro intento de conspiración combinada con el cierre del aeropuerto, el cierre de canales del Estado por parte de los seguideros de los Gutiérrez, que  esperaban dejar un manto de sangre en el suelo ecuatoriano y desestabilizar el gobierno y así ganar lo que no pueden ganar en las urnas, todo fue de una agresión enorme” .
“Agradezco a mi seguridad que se jugó la vida por su presidente y al GOE que no permitió que los rebeldes entren al hospital”, señaló y relató: “En el hospital me dieron los primeros auxilios pero me dijeron que no iba a salir si no revocaba la ley. Cuánta ignorancia, como si un presidente pudiera revocar la ley”.
Recordó luego lo que dijo en cautiverio: “Yo salgo como presidente o como cadáver” y a su vez afirmó: “Los rebeldes reconocieron ser utilizados”.
Señaló además: “La Policía nacional seguirá contando con nuestro apoyo. Serán sancionados los que participaron de esto. No habrá perdón ni olvido, no daremos un paso atrás. Esto merece una profunda depuración. Fue un día muy triste pero estoy orgulloso de ser el presidente de la República de Ecuador, ¡qué viva la patria y a hasta la victoria siempre!”.


Detrás del Golpe en Ecuador: La derecha al ataque contra ALBA

Por Eva Golinger

Organizaciones financiadas por USAID y NED piden la renuncia del Presidente Correa en apoyo al golpe de Estado promovido por sectores de la policía ecuatoriana, profundamente penetrada por Estados Unidos
Un nuevo intento de golpe contra un país de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) atenta contra la integración latinoamericana y el avance de los procesos de revolución democrática. La derecha está al ataque. Su éxito en 2009 en Honduras contra el gobierno de Manuel Zelaya, les llenó de energía, fuerza y confianza para poder arremeter contra los pueblos y gobiernos de revolución en América Latina.
Las elecciones del domingo 26 de septiembre en Venezuela, aunque resultaron victoriosas principalmente para el Partido Socialista Unida de Venezuela (PSUV), cedieron espacio a las más reaccionarias y peligrosas fuerzas de desestabilización que están al servicio de los intereses imperiales. Estados Unidos logró colocar sus piezas claves en la Asamblea Nacional de Venezuela, dándoles una plataforma para avanzar con sus planes conspirativos para socavar la democracia venezolana.
El día después de las elecciones en Venezuela, la lideresa por la paz en Colombia, Piedad Córdoba, fue inhabilitada como Senadora de la República de Colombia por la Procuradería nacional, basado en acusaciones y evidencias falsas. Pero el ataque contra la Senadora Piedad, simboliza un ataque contra las fuerzas del progreso en Colombia que buscan soluciones verdaderas y pacíficas al conflicto de guerra que han vivido durante más de 60 años. Y ahora, el jueves, 30 de septiembre, Ecuador amaneció de golpe. Policías insubordinadas tomaron varias instalaciones en la capital de Quito, creando caos y pánico en el país. Supuestamente, protestaban en contra de una nueva ley aprobada por la Asamblea Nacional el miércoles, que según ellos recortaba sus beneficios laborales. El Presidente Rafael Correa, en un intento de resolver la situación, se dirigió a la policía insubordinada, pero fue atacado por objetos contundentes y bombas lagrimógenas, causándole un herido en la pierna y una asfixiación por el gas. Fue trasladado al hospital militar en la ciudad de Quito, dónde luego fue secuestrado y mantenido bajo fuerza sin poder salir. Mientras tanto, movimientos populares tomaron las calles de Quito, reclamando la liberación de su Presidente, re-electo democráticamente el año pasado con una inmensa mayoría. Miles de ecuatorianos alzaron su voz en apoyo al Presidente Correa, intentando rescatar su democracia de las manos de fuerzas golpistas que buscaban provocar la salida forzada del gobierno nacional. Aunque los acontecimientos siguen en pleno desarrollo y el Presidente Correa sigue secuestrado por las policías golpistas, hay factores externos involucrados en este intento de golpe que mueven sus piezas de nuevo.

Policía infiltrada

Según el periodista Jean-Guy Allard, un informe oficial del Ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, difundido en octubre 2008 reveló “como diplomáticos norteamericanos se dedicaban a corromper a la policía y las Fuerzas Armadas”. El informe afirmó que unidades de la policía “mantienen una dependencia económica informal con Estados Unidos, para el pago de informantes, capacitación, equipamiento y operaciones”. En respuesta a la información, la embajadora de Estados Unidos en Ecuador, Heather Hodges, declaró “Nosotros trabajamos con el gobierno de Ecuador, con los militares y con la policía para fines muy importantes para la seguridad”, justificando la colaboración. Según Hodges, el trabajo con las fuerzas de seguridad de Ecuador está relacionado con la “lucha contra el narcotráfico”.

La embajadora

La embajadora Heather Hodges fue enviada a Ecuador en 2008 por el entonces Presidente George W. Bush. Anteriormente, tuvo una gestión exitosa como embajadora en Moldolvia, país socialista que antes formaba parte de la Unión Soviética. En Moldovia dejó sembrado la pista para una “revolución de colores” que ocurrió, sin éxito, en abril 2009 contra la mayoría elegida del partido comunista en el parlamento. Hodges estuvo frente a la Oficina de Asuntos Cubanos, como Subdirectora en 1991, división del Departamento de Estado que se dedica a promover la desestabilización en Cuba. Dos años después, fue enviada a Nicaragua, para consolidar la gestión de Violeta Chamorro, presidenta seleccionada por Estados Unidos luego de la guerra sucia contra el gobierno Sandista que logró su salida del poder en 1989. Cuando Bush la envió a Ecuador, era con la intención de sembrar la desestabilización contra Correa, en caso de que el presidente ecuatoriano se negaba a subordinarse a la agenda de Washington. Hodges logró incrementar el presupuesto de la USAID y NED para organizaciones sociales y grupos políticos que promueven los intereses de Estados Unidos, incluso en el sector indígena. Frente a la reelección del Presidente Correa en 2009, basada en la nueva constitución aprobada en 2008 por una mayoría contundente de ecuatorianos y ecuatorianas, la embajada comenzó a fomentar desestabilización.

USAID

 Algunos grupos sociales progresistas han expresado su descontento con las políticas del gobierno de Correa. No hay duda de que existen legítimas quejas y reclamos a su gobierno. No todos los grupos u organizaciones que están en contra de las políticas de Correa son agentes imperiales. Pero sí existe un sector dentro de ellos que recibe financiamiento y lineamientos para provocar situaciones de desestabilización en el país, más allá de las expresiónes naturales de crítica u oposición a un gobierno. En el 2010, el Departamento de Estado aumentó el presupuesto de la USAID en Ecuador a más de 38 millones de dólares. En los últimos años, un total de $5,640,000 en fondos fueron invertidos en el trabajo de “descentralización” en el país. Uno de los principales ejecutores de los programas de la USAID en Ecuador es la misma empresa que opera con la derecha en Bolivia: Chemonics, Inc. Al mismo tiempo, la NED otorgó un convenio de $125,806 al Centro para la Empresa Privada (CIPE) para promover los tratados de libre comercio, la globalización y la autonomía regional a través de la radio, television y prensa ecuatoriano, junto con el Instituto Ecuatoriano de Economía Política. Organizaciones en Ecuador como Participación Ciudadana y Pro-justicia ha dispuesto de financiamiento de USAID y NED, tanto como miembros y sectores de CODEMPE, Pachakutik, la CONAIE, la Corporación Empresarial Indígena del Ecuador y la Fundación Qellkaj Durante los acontecimientos del jueves 30 de septiembre en Ecuador, uno de los grupos con sectores financiados por la USAID y NED, Pachakutik, emitió un comunicado respaldando a la policía golpista y exigiendo la renuncia del Presidente Rafael Correa y responsabilizándolo por los hechos. Incluso, lo acusó de mantener una “actitud dictatorial”:

Pachakutik pide la renuncia al Presidente Correa y llama a conformar un solo frente nacional.

Boletín de Prensa 141

El Jefe de Bloque del Movimiento Pachakutik, Cléver Jiménez, ante la grave conmoción política y crisis interna, generada por la actitud dictatorial del Presidente Rafael Correa, al violentar los derechos de los servidores públicos y de la sociedad en su conjunto, convocó al movimiento indígena, movimientos sociales, organizaciones políticas democráticas, a constituir un solo frente nacional para exigir la salida del Presidente Correa, al amparo de lo que establece el Art 130, numeral 2 de la Constitución, que dice: “La Asamblea Nacional podrá destituir al Presidente de la República en los siguientes casos: 2) Por grave crisis política y conmoción interna”.
Jiménez respaldó la lucha de los servidores públicos del país, incluyendo a los policías de tropa que se encuentran movilizados en contra de las políticas autoritarias del régimen que pretende conculcar derechos laborales adquiridos. La situación de los policías y miembros de las Fuerzas Armadas debe ser entendido como una justa acción de servidores públicos, cuyos derechos han sido vulnerados.  Pachakutik está convocando para esta tarde a todas las oganizaciones del movimiento indígena, a los trabajadores, hombres y mujeres democráticos a construir la unidad y preparar nuevas acciones en rechazo al autoritarismo de Correa, en defensa de los derechos y garantías de todos los ecuatorianos.

Responsable de Prensa

Bloque Pachakutik

El guión utilizado en Venezuela y Honduras se repite de nuevo. Intentan responsabilizar al Presidente y al gobierno por el “golpe”, luego forzando su salida del poder. El golpe contra Ecuador es la próxima fase de la agresión permanente contra ALBA y los movimientos revolucionarios en la región. El pueblo ecuatoriano se mantiene movilizado en rechazo del intento golpista, mientras las fuerzas progresistas de la región se agrupan para expresar su solidaridad y respaldo al Presidente Correa y su gobierno.

Demandas de uniforme

Los policías que se sublevaron con una demanda supuestamente económica negaron tener fines políticos, aunque pusieron al país al borde del quiebre institucional, pidieron la renuncia del presidente y lanzaron proclamas verbales a favor de “una guerra civil”. Dijeron que sólo están contra un artículo, el 160, de la Ley de Servicio Público que presuntamente eliminaría los incentivos que recibían los oficiales en concepto de ascensos y bonos de antigüedad.
El canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, que fue el primero en hablar de intento de golpe de Estado, puso las cosas en su lugar y dijo que “lo que han recibido los policías y los militares de este gobierno es el restablecimiento de su dignidad”. Con la ley aprobada en la madrugada de ayer lo que se busca es establecer justicia salarial, “de lo que se trata es de organizar los salarios de los servidores públicos y los policías han sido los más grandes beneficiarios”, señaló.
Durante el gobierno de Rafael Correa los policías recibieron aumentos de un 74,7% en el caso de los cabos primeros, con lo que hoy ganan 956,30 dólares. Para los suboficiales el alza fue del 84,9% y su sueldo actual pasó a ser de 1887 dólares. Según Patiño, los aumentos son similares en todos los estamentos del escalafón policial. “Con estos datos en la mano cuesta creer que la sublevación no tenga fines políticos”, dijo el canciller.

Fuente: Tiempo Argentino de la edición del viernes 1 de Octubre del 2010 en http://tiempo.elargentino.com


Guapo, cerebral y neodesarrollista

 “Guapo y cerebral”. Así definió su madre a Rafael Correa. Ayer, cuando se presentó en un cuartel policial para intentar un diálogo con unos sublevados que parecían no entender otra razón que la de sus bolsillos, demostró que su progenitora no se había equivocado en la caracterización, aunque él prefiere autodefinirse como “un neodesarrollista y humanista cristiano de izquierda”.
Quienes lo conocen desde sus años estudiantiles no muy lejanos (nació en 1963) dicen que desde el secundario mostró la hilacha, cuando fue designado presidente de la Asociación Cultural Estudiantil Lasallana y le imprimió un sesgo de izquierda a una entidad católica, a la que los sacerdotes trataban de mantener alejada de las cosas de este mundo.
Durante cuatro meses, en 2005, fue ministro de Economía. En 2006 se convirtió en el primer presidente que no contaba con ningún legislador. Había llegado al cargo guapeando. En 2009 se expuso a un referendo revocatorio y lo ganó con el 52% de los votos. Fue allí cuando fijó las pautas de su Revolución Ciudadada, “consistente en el cambio radical, profundo y rápido del sistema político, económico y social vigente”.


Fuente:

Tiempo Argentino de la edición del viernes 1 de Octubre del 2010 en http://tiempo.elargentino.com

Análisis político de la semana

La lucha entre modelos de desarrollo.

En cuanto a la economía nacional, me parece que en Argentina nada hace suponer que el año próximo será diferente al actual en relación al crecimiento y el desarrollo. De todas maneras, quienes buscan desestabilizar el modelo en curso, los que buscan sembrar cierta incertidumbre, por ejemplo, sobre las decisiones y la gestión pública en materia de inversión, ahorro y de consumo, son los sectores y grupos opositores con sus disparates y su incapacidad política, estratégica y teórica para plantear alternativas que sean superadoras al régimen político actual. Es que, en realidad, no cuentan con un proyecto alternativo desde el momento en que el régimen nacional y popular demostró su eficacia y su eficiencia para superar una crisis terminal como la del 2001 que simplemente nos conducía al abismo por la misma incapacidad de esos mismos sectores y grupos políticos. Así, el modelo nacional y popular hace varios años que sostiene presupuestos equilibrados, es decir, con superávit fiscal y comercial en el marco de una estrategia de desendeudamiento que incluye la acumulación de reservas, la generación de empleo como mejor forma de combatir la exclusión y la marginación de los trabajadores y la reivindicación de la soberanía en todos sus ámbitos. En esas circunstancias, las acciones y reacciones del actual gobierno de Cristina Fernández, refleja la continuidad de una decisión y gestión política que nació en 2003 con la presidencia de Néstor Kirchner y que plantea, entre otras medidas de carácter populares, la expansión del gasto para impulsar el crecimiento de la economía que, ahora sí, busca una mejor distribución de la riqueza generada colectivamente. Además, el modelo en curso inauguró un proceso que nos permitió salir más que airosos de la crisis global que, a partir del impulso de la obra pública, logró proteger los salarios y el empleo. En este aspecto también hay que destacar la asignación universal por hijo, la suba del salario mínimo y el aumento de las jubilaciones. Entonces, cuando la oposición habla de dibujo en relación al presupuesto que el gobierno envía al congreso para su discusión y eventual aprobación, la verdad es que no puedo entender a que se refieren. Puede ser que quieran recortar los gastos sociales o los recursos destinados para educación. Puede ser que quieran aumentar las tarifas de la luz, del gas o del transporte público pero no lo dicen. Por su parte, los trabajadores tenemos que seguir defendiendo un modelo que permita crecer con tasas que, con excepción del año pasado, se ubican entre el 8 y el 9% anual. Se trata de recuperar la tasa de inversión histórica que estuvo ausente durante toda la década de los noventa con el régimen neoliberal. De lo contrario, es decir, sin una recuperación de la inversión pública,  no podría sostenerse el crecimiento, el desarrollo nacional ni el descenso del desempleo. Así, cuando los sectores políticos opositores cuestionan el presupuesto nacional lo que en realidad cuestionan es el modelo económico, político y social. Pero, no pueden hacerlo abiertamente por el costo político que significaría, por ejemplo, cuestionar el gasto social que solventa la asignación universal por hijo o la obra pública que sostiene el empleo de los trabajadores más aún en las actuales condiciones cuando, en el caso concreto del Peronismo Federal, ya respiran aires de campaña electoral con vistas a la interna del año próximo. Sin embargo, por lo bajo, algunos referentes políticos de ese sector dudan de que la elección para definir el candidato a presidente realmente se realice. Mientras algunos apuestan por uno u otro presidenciable del sector como Solá o De Narvaéz otros colocan en duda que esa votación en internas para elegir al candidato llegue algún día a concretarse. Por ejemplo, uno de los motivos por el que podría suspenderse la interna es que finalmente Reutemann decida presentarse como candidato y se convierta de esa manera en la figura del consenso. Sin embargo, por otro lado, quienes apuestan por otros presidenciables plantean que Reutemann, al igual que todos los otros dirigentes, tendría que competir en las internas, es decir, tendría que ganarse el lugar de ser el candidato del consenso. Así, como en todas las fuerzas políticas de trascendencia electoral, lo que señalen las encuestas será clave para definir cada una de las candidaturas al interior del Peronismo Federal que, de todas maneras, paga altos costos políticos como fuerza por tener cuatro precandidatos presidenciales lo que implica que la sociedad en general, por ejemplo, vea a ese peronismo disidente como un espacio político desdibujado y falto de un proyecto y alternativas políticas al gobierno en curso.
Siempre en relación al Peronismo Federal, la cuestión de las posibles candidaturas y consecuentemente el consenso político en torno a uno de los presidenciables, tiene algunos problemas adicionales porque la perspectiva que los trabajadores tienen de esos dirigentes es muy diferente. Por ejemplo, aunque todavía no hay ninguno que por ahora se destaque por sobre los demás, Duhalde es el más complicado de los precandidatos porque tiene el nivel más alto de rechazo entre los trabajadores porque es percibido como de la vieja política, el responsable de la maldita policía y la hecatombe de la Provincia de Buenos Aires en los años neoliberales junto con las muertes de Kosteki y Santillán que le valieron entregar el gobierno antes de tiempo. Por otro lado, la situación del gobierno es bastante distinta a los sectores de la oposición porque, quieran o no reconocerlo, hoy Argentina se desenvuelve cómodamente en un escenario de solvencia fiscal y externa, con una economía en crecimiento, desarrollo y una buena acumulación de reservas, por lo que la presión por la incertidumbre política y económica es bastante menor. En esas circunstancias reaccionan los grupos de poder de los sectores opositores que así militan contra la estabilidad del régimen político. Buscan movilizarse porque el gobierno está muy sólido desde el punto de vista de las variables macroeconómicas pero también sociales. Por ejemplo, esos grupos continuamente se oponen al uso de reservas para el pago de la deuda de modo que el gobierno nacional no pueda cerrar su programa financiero pero, al mismo tiempo, después vienen y se quejan sobre el riesgo país. Reclaman contra la incertidumbre pero buscan dejar al gobierno sin presupuesto. ¿Qué los desespera? Que aunque logren oponerse al pago con reservas del Banco Central este hecho no compromete un esfuerzo fiscal importante que devenga en una posible caída o retroceso del modelo nacional y popular, es decir, les desespera la falta absoluta de eficacia para oponerse a las medidas del gobierno.
Por un momento imaginémonos que harían esos grupos y esos sectores opositores en caso de llegar nuevamente al gobierno. De acuerdo a la experiencia histórica reciente no es difícil entender que a esos grupos este régimen político, siempre nacional, popular y soberano, no les cierra, es decir, apuestan por un país para pocos porque tienen una concepción política y económica especulativa, financiera y rentista. El modelo que plantean así no abarca al conjunto de los trabajadores porque sus políticas y concepciones ideológicas, como quedó demostrado con Menem y con De la Rúa, conducen a la exclusión y marginación de las mayorías a través de la aplicación de políticas neoliberales históricamente fracasadas aunque la racionalidad de esos mismos grupos de poder busque convencernos de lo contrario. En ese sentido, la experiencia política reciente es más que elocuente. Son incapaces en todo sentido porque carecen de propuestas serias en el manejo productivo y en la integración con nuestros vecinos latinoamericanos. La media sanción del 82% móvil para los jubilados o la rebaja indiscriminada que buscan sobre las retenciones para el complejo sojero son dos ejemplos más que elocuentes de sus incapacidades políticas. Digo esto pensando en la recuperación de la soberanía del país que solo fue posible a partir de la recuperación del frente fiscal, del superávit de la balanza de pagos internacionales, a través del desarrollo, del crecimiento, de la generación de empleo y de la defensa de la producción nacional a través de un tipo de cambio de equilibrio desarrollista. En otras palabras, hoy es posible hablar de estrategia y de política económica porque el régimen político logró tomar decisiones políticas que hacen a la gestión y consolidación de un modelo de desarrollo de acuerdo a las circunstancias de los propios trabajadores argentinos. De todas maneras, el tema pendiente es la cuestión del crédito. Es verdad que la inversión crece, pero lo hace en forma autofinanciada, es decir, en las circunstancias actuales, éste es un crecimiento que está muy ligado a la tasa de rentabilidad de cada empresa lo que, en definitiva, implica una dinámica negativa porque tiende a la concentración de los mercados que, a su vez, vuelve mucho más complejo el proceso de redistribución de las riquezas. Entonces, para seguir avanzando en la radicalización del proceso de cambios, a expensas del reformismo político, es necesario profundizar en ciertas políticas económicas, concretas y estructurales, que nos permitan superar la herencia de los neoliberales. Así, el debate que se viene es sobre el crédito para el desarrollo y el reordenamiento del tejido productivo con liderazgos distintos a los que tradicionalmente se expresan socialmente. En esas circunstancias, la cuestión del crédito hay que entenderlo como un proceso más amplio de cambio y de transformaciones de las estructuras económicas más reaccionarias que hacen a la lógica del neoliberalismo. Sin embargo, por un lado están los solapados reclamos de la Unión Industrial Argentina por un tipo de cambio más competitivo para ellos mismos vía devaluación, es decir, que transfiera importantes recursos desde los trabajadores a los sectores más concentrados de la economía, además de sus recurrentes quejas en relación a la supuesta falta de seguridad jurídica. Como ya en otro lugar me referí a la seguridad jurídica simplemente voy a decir que actualmente existe un segmento de empresas medianas que salió muy fortalecida con las diversas políticas aplicadas y defendidas por este modelo y que, por lo tanto, la suba de la productividad vía devaluación es totalmente contraproducente y solo cabe, a la luz de la estabilidad del modelo que incluye seguridad jurídica para las inversiones privadas, una suba de la productividad de esas empresas a través de la inversión de capitales. Son esos empresarios la cara visible de una cúpula industrial que apuesta otra vez por un país para un sector de privilegiados con sindicatos testimoniales y sin ningún tipo de poder de negociación. Son los sectores que buscan negocios rápidos y altamente rentables.
Por otro lado, están tanto las propias organizaciones y los movimientos sociales, las cooperativas de trabajadores y los sindicatos que lograron recuperar un protagonismo y cierto liderazgo que, al calor de la imposición del neoliberalismo, habían perdido desde hace por lo menos dos décadas. En parte, esto fue posible por la misma dinámica del modelo en curso que está basado en el estímulo y generación del empleo, del consumo interno y de la producción nacional. Además, otro componente indiscutible en relación al nuevo protagonismo de los sectores populares es la radicalización de los cambios que necesita del protagonismo, movilización y participación de los trabajadores en la gestión de la agenda pública que hace al régimen político. Existe un nuevo protagonismo de la CGT, que cuenta con una conducción surgida al calor de las luchas de los años noventas a través de la creación del Movimiento de Trabajadores Argentinos, del cual Hugo Moyano fue referente desde su misma gestación. Además, existe un nuevo protagonismo por parte de la Central de Trabajadores Argentinos que acaba de celebrar los comicios para renovar su propia conducción. Es cierto, y no puede escapar a este análisis, que los dirigentes de esta última central de trabajadores tienen ante sí una inmensa responsabilidad de cara a sus afiliados y a la sociedad en relación a los resultados de esas elecciones porque es central, para la salud de las organizaciones sociales y políticas, que el ejercicio de ese acto electoral sea capaz de profundizar en la democracia y en la unidad de los trabajadores.
Nuevamente, el tema de profundizar en un proyecto político nacional y popular no es menor porque nos desafía a plantear, con cada una de nuestras fuerzas, las medidas y las políticas nacionales que hacen a la lógica de ese mismo modelo popular que hoy nos permite combinar airosamente políticas que involucran un crecimiento acelerado y sostenible de nuestra economía con una distribución de la riqueza un poco más aceptable que durante la época del neoliberalismo, superávit externos, alto ahorro interno y un fuerte desendeudamiento de la economía, la recomposición industrial, la creación de nuevos espacios de rentabilidad y una gran generación de empleo. En síntesis, el tipo de cambio de equilibrio desarrollista planteado por el modelo es fundamental en la defensa de nuestra producción nacional y así es una medida política central en la constitución y defensa del régimen nacional, soberano y popular. En ese contexto, el régimen político se basa, en primer lugar, en la relevancia del dólar comercial a expensas de los dólares venidos desde los intercambios financieros. En rigor, corresponde explicar que los dólares, es decir, las divisas que le dan sustento económico al modelo de desarrollo y de crecimiento en el sentido de que financian ese desarrollo volviendo, por ejemplo, la economía mucho más previsible, implica que esos dólares, tanto los que son generados en los diversos intercambios financieros como los que son generados en la producción nacional y en la economía más real, o sea, los dólares de tipo comerciales, no se enfrentan a la manera de antinomias absolutas por lo que existen pequeños espacios para mezclas más o menos ponderadas en esta etapa de transición. De todas maneras, en la esfera de las nuevas prioridades políticas que buscan radicalizar y colocar en marcha la misma (r) evolución permanente, la indiferencia política y la falta de compromiso son francamente inaceptables. En cambio, una vez más son los sectores neoliberales los que nos plantean que como nuestras economías exigen y necesitan dólares para desenvolverse, daría lo mismo el origen de éstos, es decir, ya se trate de dólares que provengan de los conductos financieros o de los conductos comerciales externos sustentado en un tipo de cambio más alto. Sin embargo, tanto los venidos desde las finanzas como los del comercio exterior bajo ningún aspecto son iguales. Es decir, entre ambos priman opciones modélicas irreconciliables entre sí.  La cuestión es simple: de una parte, el modelo nacional, soberano y popular, es decir, el humanismo en su máxima expresión que reivindica como germen político al peronismo quien en apenas una década, entre el 45 y el 55, remodeló definitivamente las instituciones y el propio rol del régimen político desplazando, por ejemplo, de la dirección y gestión de las políticas públicas a los sectores y los grupos dominantes, conservadores, reaccionarios y oligárquicos, legitimando, al mismo tiempo, nuevos actores protagonistas en la escena política nacional, es decir, los propios trabajadores con sus sindicatos, las mujeres y el privilegio más absoluto por los niños. Además, como germen del movimiento popular es necesario reivindicar ese peronismo que fue capaz de nacionalizar las diversas estructuras centrales para poder ejercer el control democrático de la economía, de las finanzas, el comercio exterior y que buscó conducirnos a un tipo de industrialización que superara la etapa netamente de sustitución de importaciones. Ese peronismo en que se empezaron a fabricar maquinarias, autos y aviones y donde, en definitiva, el pleno empleo y la redistribución de ingresos, la jubilación universal, los servicios gratuitos de salud y educación, entre otras conquistas, lograron acortar la distancia entre los sectores más pudientes y los más pobres ensanchando así las oportunidades propias del ascenso social característica de esa Argentina de otra época. En ese contexto histórico, es necesario reivindicar a Perón como líder y dirigente máximo de una (r) evolución nacional y definitivamente equidistante de los extremos a que nos condujo tanto el capitalismo como el comunismo en su defensa de la supremacía del derecho a propiedad de los medios de producción por sobre incluso el derecho a la vida de los trabajadores. Es precisamente en esas circunstancias que Perón nos plantea la tercera posición frente al duelo de las grandes potencias que, al fin y al cabo, conducen a las mismas consecuencias en cuanto a los resultados previstos de las políticas de esos regímenes basados en la primacía de la propiedad como derecho humano central. Por eso, no es posible defender la tesis de que la tercera posición es una farsa porque, en fin, es la única posición política posible, es la reivindicación del humanismo que barre así con todos los remedos de la mera demagogia política. Tampoco es posible seguir defendiendo la tesis de que los cambios en esa época concreta fueron insuficientes como también lo sería en la actualidad con los Kirchner porque, lo acepten o no los sectores de la izquierda tradicional argentina (esa izquierda medio testimonial, asambleísta e intelectual que poco le interesan los auténticos descamisados mientras mira hacia Europa y sus revoluciones) cada una de esas medidas y políticas promovieron la industria nacional y así el desarrollo, el crecimiento y la integración nacional y hasta cierto punto la integración con los otros pueblos latinoamericanos.
Por otro lado, tenemos el modelo de país que apuesta todas sus fichas en favor del neoliberalismo o cualquier otra opción que evite el colapso de sus intereses y así, esos sectores sociales dominantes y reaccionarios que usufructúan los intereses de las mayorías y el bien común, tanto el primer peronismo como el kirchnerismo actual, son regímenes políticos fuertemente autoritarios y actúan en consecuencia. En realidad, para esos grupos la redistribución de la riqueza, que se plantea con políticas como la asignación universal por hijo o el proyecto que busca que las grandes empresas compartan parte de sus ganancias con los trabajadores o la vuelta al sistema de jubilaciones y pensiones administrado por el sector público a través del Anses, es demasiado. En su momento, con Perón, a los terratenientes les indignó el recorte de sus rentas, siempre extraordinarias, o el congelamiento de los contratos de alquiler, se indignaron con el Estatuto del peón y la ingerencia de los sindicatos agrarios. Además, muchos industriales de la época, que no dejaban de aprovechar cada uno de los créditos al fomento de la producción, se alarmaron por las pretensiones y las nuevas conquistas de los trabajadores. Entonces, mientras los comerciantes multiplicaban sus ventas por el mayor despliegue del mercado y del ahorro interno, a su vez, lucharon contra las regulaciones de los precios de los bienes y servicios. También resultaban intolerables los nuevos gestos de independencia y de soberanía política y económica de Argentina bajo la presidencia de Perón para países como Estados Unidos que, en definitiva, se manifestó en la consigna “Braden o Perón” al igual que hoy, bajo la presidencia de Néstor Kirchner primero y de Cristina Fernández después, los sectores neoliberales y los fondos buitres se escandalizan frente a la salida del default del país mientras la oposición interna busca hacer terrorismo económico intentando desfinanciar al gobierno. Lo que pasa actualmente, precisamente en el Bicentenario, y como nunca antes desde la histórica década peronista que va desde el 45 hasta el 55, los dos modelos antagónicos de país vuelven a la máxima fricción, choque e incompatibilidad tanto política como económica y socialmente hablando. Al igual que en esa década, no fue la agudización de las contradicciones entre los dos modelos sino el equilibrio de sus fuerzas objetivas y subjetivas lo que viabiliza las condiciones para la consolidación de un país mucho más íntegro, políticamente más inclusivo, económicamente soberano, diversificado y socialmente justo.[1]
En efecto, desde 2003 a la fecha, el kirchnerismo desanda a su modo esa Argentina oligárquica, reaccionaria y corporativa, reinstalando viejas e instalando nuevas condiciones objetivas y subjetivas para el fortalecer el movimiento popular a través de un país que es más democrático, más soberano, industrial y moderno. Por otro lado, los representantes de esa Argentina que se reivindica como el granero del mundo, como régimen agroexportador donde unos cuantos pool de siembra controlan nuestras vidas, no quieren ni pueden permitir esa Argentina del desarrollo y del crecimiento porque ese país implica transitar por la senda de desarrollo autónomo, cuyo motor central pasa por consolidar un mercado interno en permanente y continua expansión que, a su vez, reivindica el ahorro y la inversión interna porque, en el fondo de la cuestión, esa Argentina productiva implica la participación y la movilización constante de un nuevo actor social, político y cultural de gran envergadura, es decir, los trabajadores que así buscan ejercer la mayoría que les corresponde como grupo social, político y productivo.
Por otro lado, en momentos de grandes e importantes definiciones, donde los argentinos como hijos del glorioso 17 de Octubre donde la lealtad peronista se hizo concreta, hijos del diciembre de 2001 que dijo basta a las consecuencias más extremas del neoliberalismo y, posteriormente, los hijos de los festejos del Bicentenario, reclaman la radicalización del régimen político vigente en beneficio de los intereses de los trabajadores para que, de una vez por todas, eliminemos de cuajo y definitivamente los pilares básicos de la economía de esa Argentina estructuralmente dependiente de los centros globales del poder. En esa perspectiva hay que entender la trascendencia de la lucha electoral que se nos viene para el año próximo en las elecciones presidenciales porque ahí se juegan dos modelos de país. Así, no podemos confundirnos, es decir, aunque, como expresé anteriormente, en el ámbito económico no existen compartimentos absolutamente rígidos y estancos entre los dólares generados por el comercio exterior y los financieros en el sentido de que sí existen algunas combinaciones aceptables entre ambos tipos de divisas, una vez que entramos en el terreno de las opciones políticas y estratégicas fundamentales, no hay combinaciones posibles entre la opción política y estratégica que enfatiza el tipo de cambio competitivo, el ahorro y consumo interno con la correspondiente generación de dólares comerciales, y la opción que privilegia la generación de divisas exclusivamente en el campo financiero y especulativo porque, en fin, las premisas, las tesis e implicancias entre ambas opciones son muy dispares. Así, la bifurcación modélica en juego es tajante y la indiferencia otra vez es inaceptable precisamente porque juega a favor de los sectores más concentrados de la economía. El dilema entre el país agroexportador y el proyecto industrial nacional todavía no está completamente definido y por lo mismo las múltiples tendencias partidarias se polarizan y se crispan en torno de la puja por la distribución de la riqueza y la conquista de otros derechos. Entonces, los neoliberales y su capitalismo nos debe la construcción de nuestro desarrollo como países estructuralmente independientes porque, en fin, ese neoliberalismo es quien nos legó un sistema social, económico, político y cultural hecho de antagonismos, fuertemente violento, reaccionario y mercantil que, en sus objetivos por la apropiación y acumulación privada de los capitales, arrasó con cada una de nuestras culturas y valores populares. Desde esa perspectiva, en la medida en que nuestro propio régimen político no deje de ser un apéndice del neoliberalismo dominante a nivel del sistema comercial global, difícilmente dejaremos de ser una región latinoamericana factoría de productos y materias primas para, desde otra realidad más justa, poder responder a los designios materiales y espirituales de una historia y cultura política capaz de rectificar los múltiples errores del pasado. Errores que, en definitiva, se cobra la calidad de vida de los sectores socialmente más vulnerables. En ese contexto, el sistema comercial global y también los propios actores sociales y políticos nacionales, variaron en sus fundamentos. Por ejemplo, el peronismo ya no es lo que era, pero la lucha continúa a pasos agigantados. La diferencia política, para nada despreciable, es que ahora existe una nueva maduración de las condiciones históricas que hoy nos ofrece la posibilidad de dirimirla por las vías de la confrontación, de la lucha y de la movilización a favor de los intereses de los trabajadores.


Autor: Alfredo Repetto. Buenos Aires 2 de Octubre del 2010.

Referencias bibliográficas

Repetto Saieg, Alfredo Armando: “Más allá de la crisis y la utopía neoliberal” 1ª edición, Buenos Aires, Argentina: el autor, 2010.
Curia, Luis Eduardo: “Los dólares comerciales y los financieros” en Revista Argentina Económica de la edición del 19 de Septiembre del 2010.
Chumbita, Hugo: “A 55 años del ’55” en Miradas al Sur de la edición del 19 de septiembre de 2010.
Anguita, Eduardo: “Odio de clase” en Miradas al Sur de la edición del 26 de septiembre de 2010.
Deslarmes, Felipe: “El reñido resultado opacó una inédita práctica de democracia sindical” en Miradas al Sur de la edición del 26 de septiembre de 2010.
Verduga, Demián: “Cuatro para el baile del sillón” en Miradas al Sur de la edición del 26 de septiembre de 2010.
Bencivengo, Gabriel: “Cuando la oposición cuestiona el Presupuesto, cuestiona el modelo” en Miradas al Sur de la edición del 26 de septiembre de 2010.
Bernal, Federico: “Argentina industrial y moderna” en Tiempo Argentino de la edición del 23 de Septiembre del 2010.
Taborda, Saúl: “Reflexiones sobre el ideal político de América Latina”, 1ª edición, Buenos Aires, Argentina, Grupo Editor Universitario, 2007.


[1] En septiembre del 55 estalló en la ciudad de Córdoba la sublevación del general Lonardi contra el gobierno popular de Perón. Aunque tuvo escaso eco en otras guarniciones del ejército, contaba con el alzamiento de Puerto Belgrano y de la flota al mando del contraalmirante Isaac Rojas. Los marinos volaron los depósitos de YPF en Mar del Plata y apuntaron contra la valiosa refinería del puerto de La Plata mientras numerosas fuerzas leales al gobierno popular cercaban a las tropas rebeldes. Sin embargo, Perón, fiel a sus posturas pacifistas, desistió de atacarlos o de acudir a la movilización de los trabajadores para evitar los costos sociales de una guerra civil entregando su renuncia a una junta de generales. Apenas dos meses duró la presidencia de facto de Lonardi que será sustituido por Aramburu mientras, al mismo tiempo, el vicepresidente Isaac Rojas, como para compensar su anterior obsecuencia peronista, expresaba el más acérrimo gorilismo político. Los insurrectos se abocaron a su tarea política, con la extraña complicidad de grupos y sectores políticos de derecha pero también de una izquierda, muy similar en sus postulados, a esa que actualmente trabaja y milita contra el gobierno popular a través de los escaños que consiguieron en el Congreso. En ese contexto, los sectores de la derecha política pero también los sectores de la izquierda apátrida, se comprometieron en la liberalización de la economía,  en el desmonte de los instrumentos del régimen político regulador y en la transferencia de los ingresos al sector agroexportador. Se iniciaba así una época de inestabilidad y degradación del país y de su régimen político, en la que se iban a alternar las dictaduras militares con diversos gobiernos condicionados por los planteos del generalato que, sin embargo, fueron todos antidemocráticos por estar viciados de origen, es decir, que para consolidarse en el poder tuvieron que prohibir por décadas el acceso a éste del peronismo. En esas circunstancias, el partido militar resguardaba la exclusión política del peronismo por lo menos desde el punto de vista electoral.  Sin embargo, una vez más, los sectores más reaccionarios de la sociedad argentina fracasaron porque, en fin, la expulsión de Perón y el furioso empeño por destruir su obra no hicieron más que agigantar su propia figura política donde se da el caso sin precedentes de un exiliado que siguió convocando cada vez más seguidores que así les demostraban su lealtad.

Resumen semanal de noticias



Palabras de Toldería

Apenas finalizada la marcha por la efectiva implementación de la Ley de Medios, la Corporación Mediática activó de urgencia la industria del escándalo. Para la ocasión se han valido del discurso de Hebe de Bonafini, en el cual llamó “turros” a los togados e hizo un llamamiento -cierto que postergado por sus propias palabras- a tomar el Palacio de los Tribunales. Su vehemencia y su frontalidad me hicieron recordar a mi abuela, otra mujer del pueblo que tampoco tenía filtros para decir verdades y para actuar en consecuencia. Sus biografías también las emparentan, con sus hijos perseguidos y peleando contra el mismo sistema que José Hernández denunciara en su “Martín Fierro”. “Vizcachas” de toda laya hacen cola para pegarle a Hebe -y por elevación al Gobierno-, mientras somos legión los “gauchos rabiosos” que nos estamos hartando de las trampas de la “autoridá” judicial. Como para no cansarse: te obligan a jugar un partido largo y desgastante y, cuando al final les ganás con todas las de la ley, decretan no válido el triunfo que ofusca a los poderosos. Frente a la “encerrona” de las corporaciones cómplices de la Dictadura (la judicial y la mediática), ensayamos un nuevo ejercicio de paciencia democrática poniendo el cuerpo y la palabra en el espacio público por excelencia: las sempiternas plazas de la conciencia popular argentina. Todo lo contrario a las brumosas trastiendas donde nocturnos “gerentes” intercambian impresiones con los “supremos”. Imaginemos la recoleta escena: el tono es neutro, los gestos mesurados y las palabras medidas. Sin embargo, en el entresijo de modales tan convenientes, es muy posible que de modo subrepticio se deje saber el agrado con que se vería cierto fallo. Son algo así como órdenes bajo la apariencia de afables sugerencias. Mientras tanto, a la luz del día y a la intemperie, la “indiada” no escarmienta. Cobramos de lo lindo durante el festín  cívico-militar y… ¡seguimos creyendo que nos asisten derechos! Porfiados como mulas, escuchamos un bramido que parece surgir de una toldería: “Rajen, turritos. Hagan la voluntad del pueblo o vayan sabiendo que no estamos de adorno”. Los “bárbaros” coreamos el nombre de Hebe, mientras Leuco y tantos otros cuentan micros conurbanos porque siguen sin enterarse que “la gente” no va a las marchas en remise. Soterradamente, con la misma cobardía de siempre, llaman a “exterminar a todos los salvajes”. ¿Quién lo hará en las actuales circunstancias, los poli-niños de los señores feudales? ¿Nos matarán con tapas de Clarín y La Nación? ¿Se encargará la Corte Suprema? ¿Los oficiales de los juzgados nos van a encanar a todos, o piensan mandarnos a la frontera argumentando un virtual ataque a su afrancesada sede? Señores jueces: no sean tan elementales. Simplemente se les ha dicho -en el lenguaje cristalino de las madres de este pueblo- que está en sus demoradas manos resolver lo que el Congreso Nacional sancionó en beneficio de la sociedad toda, incluidos ustedes. Si se deciden a liberar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, se estarán liberando asimismo de cenáculos turbios y oprobiosos aprietes. No nos gusta verlos en esas tendidas que se hacen a espaldas de nuestros fogones y mateadas. Somos capaces, inclusive, de clavar una lanza a favor de la Justicia si ustedes se rescatan de tantos desaciertos y de tantos desatinos. No sólo vuestros fallos hablan. Esa es, nomás, una zoncera. También habla el tiempo, y ahora les corre en contra horadando la credibilidad y el buen nombre que venían ganándose a los ponchazos. Recuerden que estamparán sus firmas en el fallo. Y, sobre todo, que no tendrán otro nombre mientras vivan.


Miércoles 29 de septiembre de 2010



Es sabido que Twitter es una de las herramientas en boga para hacer política 2.0. Le da a uno la posibilidad de leer, directamente de la fuente, breves comentarios, ideas y discusiones llevadas adelante por un número significativo de actores del medio político actual. Pero la inmediatez del sistema de microblogging otorga una posibilidad de réplica instantanea al resto de los usuarios. Y es por eso que, pareciera, algunos políticos deberían twittear con más cuidado.

Ayer, Gabriela Michetti, ex Vicejefa de Gobierno de la Ciudad y actual Diputada Nacional, publicó un par de comentarios bastante fuleros. Primero:

“Claro q falta para tener los edificios escolares como a todos nos gustaría q estén! Pero no seamos hipócritas! Nosotros no los rompimos...”

Y poco tiempo después:

“Antes de empezar las reuniones del día me voy ahora a contestar mails atrasados. Y ojalá quienes hoy toman escuelas presenten sus reclamos como lo hacíamos nosotros cuando estábamos en el secundario: organizándonos para ir todos los fines de semana a trabajar por nuestras escuelas. Pintábamos, arreglábamos el patio, limpiábamos, mejorábamos los muebles, lijábamos puertas. Fueron años de desidia”

Como comentaba arriba, la réplica no se hizo esperar. Los usuarios de Twitter inauguraron el hashtag #ideamichetti, en el que le sugieren algunas ideas a la Diputada. Por ejemplo:

“Si la ambulancia no llega, hacete los primeros auxilios vos mismo”

“Para qué alumbrado público? Que cada vecino lleve su linterna”

“Que los que van a los boliches se encarguen de controlar la cantidad de gente que va y las puertas de emergencias”

“Que la gente que duerme en las plazas corte el pasto”

 “Si los subtes no funcionan, que los pasajeros se bajen a empujar”

“Ya que no hay semáforo en la esquina de mi casa... los dejo así me voy a dirigir el tránsito yo....”

  “Claro q aumentó la mortalidad infantil en la ciudad p no seamos hipócritas Nosotros no los matamos”

“No seamos hipócritas, a los pibes que toman escuelas, no los engendramos nosotros”

“El río ya estaba ahí cuando asumimos, no seamos hipócritas, la sudestada no la hicimos nosotros”

“Que los presos aprendan herrería, construyan sus propias cárceles y se cuiden entre sí para que no haya fugas”

“Que Macri auto investigue las irregularidades de su gobierno y sea el quién decida si es culpable o inocente”

“Que cada discapacitado lleve su propia rampa para andar tranquilo por la cuidad”

  “¿No sería más coherente que la gente de la calle en vez de dormir a la intemperie se construya su propia casa?”

  “No te quejes de la inseguridad, salí armado”

  ¿Cómo era que decía Einstein? ¿Sólo dos cosas son infinitas...?


El mordisco de una madre

Enviado por el compañero Carlos Semorile.

Hay miles de historias de las víctimas del terrorismo de Estado. Día tras día surge alguna sea a través del desenterramiento de restos oscuramente olvidados y ahora devueltos a su identidad por antropólogos, sea a través de un relato conmovedor de un hijo de desaparecidos que recupera con dolor su código genético y su árbol genealógico. Las madres y Abuelas no han cesado su lucha ni su búsqueda. Y no hay genocida viejo ni enfermo ni lastimero que no sienta sobre si la inminencia del tribunal o la condena. El otro día Pedro Sandoval-uno de los más de cien nietos recobrados- contó públicamente a la sociedad cuánto le costó liberarse de la atadura de sus apropiadores a quienes hasta ayudaba a falsear las pruebas de sus prendas personales para que la Justicia no pudiera obtener el ADN. Recién hace poco puede decirse y decir que él fue un “bebé robado”. Robado. Verbo brutalmente exacto y más justo y menos jurídico que decir apropiado. Me acaba de llegar un mensaje de Oscar Fernández Real, periodista jubilado de largo ejercicio en grandes medios. Es escritor y en su juventud ha recorrido el país intensamente, tanto como ha navegado por sus mares y ríos. Cada tanto nos reencontramos. El mensaje de Fernández Real cuenta lo siguiente: “Querido Orlando: Uno a veces escucha de manera fría algunos relatos sobre situaciones espantosas. Pero la realidad te hace estremecer. El otro día mi hijo Martín pasó por mi casa con un amigo de su edad, un gordito de melena larga que le cubría hasta las orejas. Esto tiene su importancia, porque luego mi hijo me preguntó si había anotado que le faltaba el lóbulo inferior de una de ellas. Y me contó que este muchacho había nacido en la ESMA y que su madre, ante la posibilidad de que se lo arrebataran, le dio un mordisco en su orejita, para poder identificarlo algún día. Ella y el marido luego fueron desaparecidos. Pero el bebé fue a parar a la Casa Cuna, y de allí tiempo después lo recuperaron sus abuelos que lo andaban buscando. Ellos sabían del mordisco en la oreja; de aquel lóbulo ausente y de aquel desesperado acto de su joven madre. Y gracias eso identificaron a su nieto. El caso de este chico fue uno de los primeros reconocidos y hasta Magdalena Ruiz Guiñazú hace tiempo le hizo un reportaje frente a la ESMA. Yo lo conocía solo como a un amigo más de mis hijos; me daba curiosidad su manera de esconder las orejas tan obsesivamente. Pero ahora al saber su historia (que él no me la contó) quedé fuertemente emocionado”. Releí varias veces el mensaje de Fernández Real. Y quiero que se conozca. Esta es una carta sobre otra carta. Es tan prudente en el lenguaje que puso mordisco en lugar de mordedura que suena más cruel. Gracias colega por contarnos acerca de este gesto desesperado ocurrido hace más de tres décadas en las mazmorras. Es la pequeña historia de una madre lastimando la oreja de su hijo, para salvarlo de no ser.


Carta abierta leída por Orlando Barone el 29 de Septiembre de 2010 en Radio del Plata.



Informe:


Fábricas autogestionadas

Empresas recuperadas de la Ciudad. El gobierno de Mauricio Macri no cumple con las distintas leyes de expropiación sancionadas por la Legislatura porteña. Los múltiples problemas que enfrentan las cooperativas por esta demora.

“…Y vuelvo a la fábrica / vuelvo a creer / Obrero soy sin patrón / que esta fiebre se haga ley…” Cantaban frente a la Legislatura los músicos de Arbolito. El pasado 26 de agosto, los acompañaron a coro unas 300 personas, militantes de organizaciones sociales, público en general y trabajadores de varias empresas recuperadas de la Ciudad de Buenos Aires que están esperando que algún día la Ley 1.525 de expropiación, sea cumplida por el gobierno de Mauricio Macri.

A ras del piso se había armado un muy improvisado escenario y las banderas de las diferentes cooperativas de trabajo y organizaciones que las acompañaban completaban el marco. Varias mujeres se sumaron al zarandeo de la chacarera, algunos pocos hombres se animaron al zapateo, y por un ratito quedaron flotando en el aire algunos jirones de peña folclórica. La alegría se disipó poco a poco cuando la banda terminó de tocar dejando un regusto amargo ante la sensación de escasa receptividad por parte del gobierno de la Ciudad y la importancia que los trabajadores asignan al futuro de sus emprendimientos.
“Hicimos la movilización a la Legislatura porque todavía hay legisladores de los que votaron la Ley en el 2004. Queríamos que sepan que el gobierno de la Ciudad no hace caso a su decisión. Es como que les están tomando el pelo a ellos también”, afirma Plácido Peñarrieta, presidente de la Cooperativa Chilavert y de la Red Gráfica Cooperativa que nuclea a más de 10 empresas del sector. A su tiempo, Hugo Fucek, trabajador de la Empresa Recuperada Viniplast Cooperativa de Trabajo Limitada, sostuvo que la decisión de ir a la Legislatura se debe a que “la relación con el gobierno de la Ciudad es conflictiva. Una cosa es la relación con la Legislatura, donde tenemos un marco de discusión, aun con el bloque del macrismo, y otra cosa es la relación con el Ejecutivo. Una cosa es la política y otra cosa es lo que hace Macri. Nuestro reclamo sólo puede ir por el lado de la política”.
Los distintos movimientos de fábricas recuperadas han impulsado en su historia varias movilizaciones mucho más numerosas. Con su esfuerzo lograron mantener las fábricas abiertas, produciendo y, en muchos casos, aumentar su empleabilidad. En promedio, lograron aumentar los puestos de trabajo en al menos un 70%, cuestión no menor cuando se piensa que la mayoría surgieron en medio de graves crisis financieras que en el mundo privado se pagaron con reducción de sueldos y despidos masivos.
Con sucesivas movilizaciones entre otras estrategias de defensa de su fuente de trabajo y, sobre todo, mucha convicción en sus proyectos de fábricas sin patrón, 13 empresas lograron que en el 2004 la Legislatura porteña aprobara la Ley 1.529 que les otorga la expropiación definitiva de sus bienes, implementada a título oneroso con un plazo de pago de hasta 20 años.
En el 2008, ante la no ejecución de las expropiaciones, se les otorgó una prórroga a través de la Ley 2.970. En esta instancia se sumaron, además, otras seis recuperadas, con la tenencia temporaria vencida, que solicitaban también la expropiación definitiva. Otras empresas como la Cooperativa de Trabajo 22 de Mayo –ex Impa–, tienen desde la misma época su propia ley de expropiación pero a pesar de ello no han logrado mayor avance.
Desde 2007 varias veces se les ha asignado presupuesto a estas leyes. Aun así, no se ha ejecutado ni una sola de las expropiaciones correspondientes. “Hay falta de decisión del Poder Ejecutivo. No quieren ejecutar el presupuesto que ellos tienen para las recuperadas porque no creen que la expropiación sea una solución. En el 2007 tuvieron $7.000.000; en el 2008 se asignaron para ejecutar en el 2009 $11.000.000; y en el 2009 para ejecutar en el 2010 otros $11.000.000. De todo ese dinero no utilizaron un solo peso en las expropiaciones. Hoy dicen que la plata no está y no sabemos en qué la gastaron”, se indigna Perrieta, de la gráfica Chilavert. Por su parte, Francisco López, Tesorero de la Cooperativa de Fletes Rabbione, dice al respecto, “nosotros queremos que los legisladores se aseguren que las partidas de dinero que ellos votan para las expropiaciones se ejecuten, pero lo que pasa es que no le dan bola y la plata se gasta en otra cosa”. Las recuperadas de la Ciudad Autónoma. Según un Informe del Observatorio Social de Empresas Recuperadas Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires, en la Ciudad existen en la actualidad unas 41 empresas recuperadas, la mitad de las cuales surgieron después del 2004. En su conjunto, pocos antes de la fecha mencionada, involucraban a unos 570 trabajadores y hoy tienen más de 2.000. El 54% de estas autogestionadas tiene entre 11 y 50 integrantes.
Los datos del Observatorio muestran que de las 24 empresas que se recuperaron antes de 2004 y que comenzaron a producir, sólo tres cerraron y las 18 que consiguieron un marco legal para su expropiación aún siguen produciendo. No es un dato menor cuando se discute la importancia de las expropiaciones y su impacto en la sustentabilidad de las cooperativas.
Según Rodrigo Salgado, sociólogo, e integrante del Observatorio, “éste es un tema central que urge en las empresas recuperadas. El Ejecutivo porteño avanzó en la expropiación efectiva de sólo 4 de esas 18 empresas gracias al pago de los depósitos judiciales correspondientes. Teniendo en cuenta que las expropiaciones estipulan plazos, resulta necesario que el Ejecutivo efectivice las expropiaciones con el pago correspondiente y dé cumplimiento a las leyes antes de que venzan”. La desidia. Desde el momento en que Mauricio Macri ganó las elecciones para jefe de Gobierno, los trabajadores de las empresas recuperadas porteñas sabían que el panorama que les esperaba era difícil. El ingeniero nunca había tenido ningún tipo de acercamiento a este tipo de empresas y sus declaradas convicciones y prácticas en la gestión privada, siempre lo colocó del lado opuesto del mostrador.
En un primer momento, cuando aún Macri tenía cierta buena imagen en la díscola clase media porteña y contaba con el impulso de su victoria electoral, se vieron en la Ciudad unos muy tristes avances sobre algunos centros de gestión ciudadana. Los desalojos y la represión de la Huerta Orgázmika de Caballito, del comedor de la asamblea de Almagro, de la cooperativa de cartoneros en Belgrano y las incontables acciones ilegales de la parapolicial Ucep, expusieron en carne viva la política del gobierno de la Ciudad sobre quienes hacían realidad otra forma de construir el espacio público. Que Rodríguez Larreta se permita decir a los medios que “despacito, en silencio, se van haciendo desalojos”, mostró el orgullo que tenía la gestión en su avanzada. Respecto de las empresas recuperadas hicieron una gran gambeta sobre la Ley y afirmaron sus funcionarios que para efectuar la expropiación “analizarían caso por caso”.
“Tenemos que reconocer que en la Legislatura la mayoría de los diputados votaron en favor de la expropiación. Lamentablemente, el Ejecutivo no ha avanzado con el proceso expropiatorio definitivo y la situación quedó en un limbo”, sintetiza Eduardo Vasco Murúa, del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y trabajador de la ex Impa. “Desde un principio, el gobierno de Macri dio a conocer que no tiene intención de hacer el pago de ninguna expropiación”, recuerda López, de la Cooperativa de Fletes Rabbione. “No se puede vivir prorrogando leyes.” Existen varios problemas que se acumulan dolorosamente entre las empresas recuperadas por la no ejecución de las expropiaciones; el traspaso de la titularidad, y los permisos de funcionamiento necesarios.
Común a todos es la falta de acceso al crédito para la compra de maquinaria, la refacción edilicia –que a veces exige el propio gobierno de la Ciudad– o la financiación de deudas. “No calificamos para el crédito porque no tenemos la titularidad de la empresa”, afirma Hugo Fucek, de Viniplast, y por su parte Francisco López, de Fletes Rabbione, agrega: “Nosotros queremos que se paguen las indemnizaciones para poder trabajar. A las cooperativas surgidas de las empresas recuperadas nadie les da crédito. Nosotros tenemos trabajo, y podemos tener mayor cantidad de gente trabajando pero no tenemos financiación. No tenemos cómo comprar más camiones, porque lo nuestro son los rodados y al parque automotor hay que actualizarlo”.
“No podemos vivir prorrogando leyes. Se vuelve complicado llevar adelante la empresa así”, dice Peñarrieta, de la Gráfica Chilavert; “como no tenemos los papeles en orden, no tenemos el capital para lograr los estándares que el mismo gobierno de la Ciudad pone para medio ambiente o para la manutención edilicia. Es mucha estructura la que hay que tener para cumplir, y al no tener acceso al crédito nuestra producción se realiza muy precariamente. Por su parte, los privados sí se están capitalizando y están accediendo a créditos. Así están entrando en el mercado más chico, que es nuestro mercado. Por eso, además de la expropiación, necesitamos una ley de financiamiento para las empresas recuperadas.”
Por su parte, José Sancha de Diego, presidente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo –Cnct– explica: “No se ha tomado conciencia por parte de los funcionarios de las consecuencias que este problema tiene para el Estado. La solución es tasar, negociar y pagar las indemnizaciones. Si no, el peligro es que fracasen las expropiaciones y que los bienes vuelvan a caer en la quiebra o que le hagan juicio al Estado por daños y perjuicios por cifras millonarias, montos mucho mayores que los propios valores de las empresas”. Amenazas de clausura y desalojo. A los problemas económicos se suman los legales para las recuperadas. Hoy, en la Ciudad, varias cooperativas ya tienen amenazas de clausura. Es el caso de Viniplast que, por decisión del Juez Contravencional y de Faltas del Juzgado Nº 17 de la Ciudad, Norberto Tavosnanska, tiene dictada la clausura por la no transferencia de habilitación correspondiente a manos de los trabajadores. La cooperativa ha interpuesto un recurso legal para seguir trabajando. Lo mismo sucede con la Cooperativa Rabbione, que tiene una orden de desalojo del Juzgado Nº 1 también detenido a partir de la interposición de un escrito.
Quizás el caso más llamativo sea el de la ex Impa a partir de la decisión de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial que declaró la “inconstitucionalidad” de la Ley Nº 2.969 de expropiación de la planta. “Es un caso extraño ya que existen 26 leyes de expropiación en la Ciudad de Buenos Aires que son muy similares y sólo ésta fue declarada inconstitucional”, comenta Murúa, quien en una gacetilla reciente comentó sobre los jueces del fallo: “Los dinosaurios también se meten con la mayoría absoluta de los Diputados de la Ciudad calificando la Ley que votaron de arbitraria. Además, aconsejan a los legisladores que nos digan que vayamos a pedir planes sociales. También los tratan de ignorantes que no conocen la letra de la Constitución”. Por su parte, Plácido Peñarrieta opinó que “si los jueces declararon anticonstitucional esta ley estamos ante un grave problema. Ponen como prioritario el derecho a la propiedad y no el derecho a trabajar”. No sólo en la Ciudad. “El problema de las expropiaciones no sólo sucede en Capital Federal. En la provincia de Buenos Aires hay más de 40 empresas que tienen la declaración de interés público sujeto a expropiación por parte del gobierno provincial que tampoco tienen la expropiación efectiva”, afirma José Sancha de Diego.
Según uno de los informes del Observatorio Social de Empresas Recuperadas Autogestionadas, en la provincia de Buenos Aires se ubican el 50% de las de empresas recuperadas del país. Por su parte, los datos del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas sostienen que son más de 10.000 los trabajadores involucrados en este tipo de gestión en la provincia gobernada por Scioli.
Es por ello, quizá, que el caso de la provincia es tanto o más importante que el de la Ciudad de Buenos Aires. Son empresas que sufren los mismos problemas que sus vecinas porteñas pero por distintas razones no logran una mejor visibilización. Por tal motivo, distintos movimientos de empresas recuperadas bonaerenses confluirán el próximo miércoles 29 a las 11 de la mañana en una movilización a la casa de la Provincia de Buenos Aires en la Capital, en reclamo de las expropiaciones que ya fueron dictaminadas por ley. Ley Nacional. A fines del pasado mes de agosto, el Ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó respecto del proyecto de reforma a la Ley de Concursos y Quiebras (24.522) que promueve el Ejecutivo: “Tiene que ver con la protección y el cuidado de los puestos de trabajo en la República Argentina y, como modificación principal, presenta la posibilidad institucionalizada de la conformación de cooperativas de trabajo para la autogestión de las firmas”.
Al respecto, hay opiniones encontradas por parte de los principales representantes de las recuperadas. La modificación tiene el impulso del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas y su presidente, Luis Caro, la rotula como “una verdadera conquista”. Por su parte, Sancha de Diego, de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo, entiende que “dentro de los marcos actuales, la reforma es una medida a favor, un avance. Me parece interesante que los créditos laborales puedan servir tanto para el concurso como para la compra definitiva de los bienes. Lo que no queda claro es cómo se implementará”.
Por otro lado, Plácido Peñarrieta, de la Red Gráfica Cooperativa, explicó que la reforma “beneficia a las empresas que vendrán. No contempla a las empresas que ya estábamos” y agregó que las cooperativas, al hacerse cargo de la deuda de la empresa privada, “están comprando un problema que hará mucho más difícil sostener la producción. Así, de entrada, los trabajadores ya están siendo hipotecados”. Asimismo, Eduardo Murúa, del Mner, considera que la reforma “sólo deja el poder de decisión de la recuperación de la empresa a los jueces, que del único derecho que hablan es de la propiedad privada” e insistió en que “la verdadera solución para las empresas recuperadas es una ley nacional de expropiación de unidades productivas que salve la desidia de los gobernantes que no aplican las leyes de expropiación ya votadas”.
En cuanto a las políticas del Gobierno, la mayor parte de las empresas consultadas por este medio resaltaron el papel del Ministerio de Trabajo de la Nación a través de su programa de asistencia a empresas autogestionadas. “Son los únicos que más o menos nos escuchan” dice Peñarrieta. A partir de este programa, la mayoría de las recuperadas participantes lograron mejorar las situaciones de seguridad e higiene en la producción, tema no menor, teniendo en cuenta que es uno de los principales argumentos de las inspecciones del Gobierno de la Ciudad que pueden concluir en pedidos de clausura. El programa también fue elogiado por su asistencia a las empresas recuperadas en la preparación de sus planes de negocios, su organización productiva y la formación de sus trabajadores, entre otros aspectos. Falta de unidad. Ante el paso del tiempo y la falta de pago de las expropiaciones, la gran mayoría de los dirigentes de los distintos movimientos de empresas autogestionadas también hacen un mea culpa. “Tenemos que reconocer la falta de poder para arrancarle políticas al Estado”, afirma Murúa. Por su parte, Sancha de Diego agrega: “Hubo muchos intentos de conciliación, pero es muy difícil. No creo que tenga que ver con la ideología ni con la política, sino más bien con un afán de liderazgo personal de algunos compañeros”. Por último, Peñarrieta agregó: “Hay algunos compañeros que quieren llevar la bandera de la verdad y de la lucha que terminan encerrándose en sus deseos personales. Si nos dejamos llevar por estos gestores de la pobreza vamos a terminar muy divididos. Por eso, hoy estamos tratando de juntarnos sin siglas y sin banderas. Aunque sí con las convicciones que hicieron posible que las fábricas quebradas por la gestión privada, hoy sigan funcionando a partir del talento y las convicciones de sus trabajadores.”


Fuente: Por Sáenz, Ramiro en http://sur.elargentino.com.


Expropiación de Inmuebles y Bienes de Empresas Recuperadas

Sobre la ley 1.529

El 25 de noviembre de 2004, la Legislatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley 1.529 sobre Expropiación de Inmuebles y Bienes de Empresas Recuperadas. Ésta es una norma muy importante en términos de promoción y fomento del empleo que, sin embargo, aún no ha logrado cumplimiento total y efectivo siendo que es una norma, eminentemente, operativa.
¿Qué dispone la Ley 1.529?
Simple y concreto: declara de utilidad pública y sujetos a expropiación los inmuebles e instalaciones de empresas recuperadas en las que funcionan las cooperativas de trabajo Vieytes, Chilavert Artes Gráficas, La Nueva Esperanza, inmuebles Diógenes Taborda, Cooperpel Envases Industriales, Viniplast, 18 de diciembre, Gráfica Patricios, La Argentina, Fénix Salud, Maderera Córdoba, Lácteos Montecastro, Artes Gráficas El Sol, La Nueva Esperanza, Rabbione Su Transporte, Standard Motor Argentina y Trabajadores de Mac Body Ltda.
¿Qué debe hacer el gobierno de la Ciudad y cómo es la transferencia del inmueble?
Debe expropiar los inmuebles e instalaciones de las empresas recuperadas, hoy devenidas en las cooperativas de trabajo mencionadas, conforme al procedimiento que la propia ley establece. Los inmuebles, una vez expropiados por el gobierno de la Ciudad tienen que ser vendidos a las cooperativas con la condición de que los trabajadores continúen explotando “las unidades productivas, persiguiendo sus fines solidarios, autogestionarios y cooperativos y de cumplir con las obligaciones que se establecen en las leyes particulares”. Esta condición es resolutoria y opera hasta la cancelación total del precio de venta.
El monto a abonar por las cooperativas se determina por la suma ofrecida por el gobierno de la Ciudad en concepto de indemnización expropiatoria, habiendo previamente agotado todas las instancias para obtener la compensación de créditos fiscales contra los titulares de los inmuebles sujetos a expropiación. Dicho monto deberá efectivizarse en un plazo de hasta veinte (20) años, en cuotas semestrales consecutivas, correspondiendo pagarse la primera de ellas a los tres (3) años de celebrarse la venta.
¿Qué ocurre con los bienes de las empresas sujetas a expropiación?
Los bienes, materiales e inmateriales, deben ser donados a las empresas recuperadas, por lo que éstas no deben abonar absolutamente nada por ellos, pasando a ser de su propiedad a título gratuito.
¿La Ley, así como está, puede ejecutarse?
Sí, por como está delineada no necesita reglamentación, es netamente operativa. Por lo que no existen motivos para su incumplimiento.


Fuente: Marín, Carlos en http://sur.elargentino.com.