viernes, 31 de diciembre de 2010

Foto de la semana:

Links de interés:


Un video de un año de juventud, política y compromiso. Y Néstor:


Ruanova (Nuevo Encuentro): "Los que ganan son las empresas":


Prisión perpetua para Videla y Menéndez:

Informe:



Entre 2003 y 2009 se crearon 5 millones de puestos de trabajo.

La cifra surge de un estudio sobre los resultados de las políticas laborales y de seguridad social publicado por la cartera laboral. Advierte que en el período se registró el mayor aumento del empleo formal de los últimos 35 años.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, despotrica: “Algunos comunicadores, consultores y analistas quieren instalar que estamos igual o peor que en 2001, que no cambió nada con respecto a la década de 1990.” La presentación del balance de los resultados de las políticas de empleo y seguridad social implementadas entre 2003 y 2010, publicado esta semana por la cartera, tuvo un tono de respuesta a diversos artículos periodísticos que no cayeron bien en el piso 16 del edificio de la Avenida Leandro Alem. El libro Trabajo y Empleo en el Bicentenario viene protegido con una faja que el propio Tomada pidió agregar a último momento. “Digan lo que digan, esta es la realidad cotidiana de millones de argentinos y argentinas”, indica en tono inquisidor el precinto, que además advierte que el tomo es un homenaje al ex presidente Néstor Kirchner. Según el documento, entre 2003 y 2009 se crearon cerca de 5 millones de puestos de trabajo de los cuales el 66% corresponde al sector privado, el 12% al sector público y el resto está repartido entre autónomos y monotributistas. “Desde 2003, se verificó un incremento del trabajo formal como nunca se había observado en los últimos 35 años”, leyó Tomada en voz alta para responder la consulta por el trabajo en negro o informal del que la tercerización y el monotributo son protagonistas. “Todavía falta, es cierto”, agregó el funcionario. Según el trabajo de 84 páginas, la tasa de empleo no registrado se redujo 15,1 puntos en los últimos siete años.
Cuando de números se trata, las comparaciones dejan de ser odiosas en los artículos periodísticos para intentar hacer menos tediosos los números. En 2002 –cuando los efectos de la crisis provocada por la salida del “uno a uno” todavía se sentían fuertes–, la desocupación alcanzaba el 21,5%. En el tercer trimestre de este año, la tasa fue del 7,5% según los datos difundidos por el Indec hace pocas semanas. Tomada insistió en resaltar una de las banderas del gobierno: el número se mantiene en un dígito.
Los indicadores no sólo muestran números del lado de los trabajadores. Según el documento, los empresarios también se vieron favorecidos por el modelo: en el período comprendido entre 2002 y 2009, el producto por trabajador se incrementó un 17%. La evolución de la productividad muestra un incremento del 10% entre 1998 y 2009, cuando se registró el máximo nivel alcanzado durante la Convertibilidad. Además, creció un 36% la cantidad de empresas privadas formales entre 2002 y 2009, y un 22% respecto de 1998 que vuelve a presentarse como el pico de los ’90.
Trabajo y Empleo en el Bicentenario destaca la reactivación de las negociaciones colectivas entre patrones y trabajadores. En 2009, se homologaron 1331 convenios y acuerdos –100 más que en 2008– mientras que hasta el año 2000, el promedio no superaba los 200 por año. Esto implica que el año pasado 4,8 millones de personas estuvieron incluidas en esos convenios. El número supera en 1,4 millones al de 1998. “No sé cuál va a ser la pauta salarial de 2011”, repitió Tomada como todos los fines de año, cuando los periodistas buscan un título para los artículos de balance y perspectivas. Lo concreto es que las negociaciones están abiertas y muchos gremios están cerrando aumentos que serán refrendados en la cartera laboral durante el verano.
Otro de los ejes del trabajo del Ministerio de Trabajo es el sistema de seguridad social. “En 2008, la participación del gasto social en el Producto Bruto Interno (PBI) alcanzó al 24,4%, el máximo valor de los últimos 30 años, cuando en 1980 era sólo del 14,5%”, destaca. El detalle muestra que entre 2002 y 2009, el Programa de Inclusión Previsional y Anticipada agregó 2,2 millones de personas al sistema, y que la Asignación Universal por Hijo (AUH) incorporó 3,4 millones de niños, niñas y asolescentes. “En el año 2010, el impacto de esta medida en el sistema educativo ha tenido una evidente repercusión dado que se ha incrementado sustantivamente la matrícula escolar”, afirma el texto.
Además, el crecimiento del empleo registrado permitió que casi 2 millones de trabajadores adicionales perciban la Asignación Familiar que se cobra por recibo de sueldo.

Fuente: Por Hernán Cocchi en Diario Tiempo Argentino de la edición del 27 de diciembre del 2010.

Un cambio copernicano.

La historia para los trabajadores cambió copernicanamente desde mayo de 2003. Es una realidad objetiva. Lo que pasa es que uno se olvida de la importancia de la salud cuando no está enfermo. Hay que acordarse del período que va de 1976 a 1983, de la quietud de los años 1983 a 1989 y de la regresión de los años noventa.
Pese a mi parcialidad, puedo demostrar lo que digo, hay hechos concretos.
A fines de la década de 1990, patrociné a 35 sindicatos del entonces Movimiento de Trabajadores Argentinos para que la justicia convocara al Consejo del Salario. Hoy, el Consejo del Salario ya es moneda corriente y nadie se preocupa sobre eso. Las paritarias también son un hecho muy importante y fueron fijadas con un decreto que pasó desapercibido de 2003. Néstor Kirchner avanzó por encima del petitorio del movimiento obrero, por ejemplo, con los famosos 200 pesos no remunerativos que los incluyó en el salario básico. Esto obligó a las empresas a discutir convenios colectivos.
Pocos analistas políticos, además, citan el aumento de la firma de convenios colectivos. Para hacer una comparación, en 1975 fueron 620. En 2009, más de 1300. Y todos los años se firman más convenios.
Por eso creo que estos informes de empleo como el que presentó esta semana el ministro Carlos Tomada tienen relación con las medidas anticíclicas que tomó este gobierno. También hubo grandes avances en la recuperación de derechos, por ejemplo, la derogación de la flexibilización laboral y la conversión de los tickets canasta en remunerativos.
Todas estas medidas demuestran lo que estoy diciendo. Por eso es también que el empleo en negro bajó del 50 al 35%. La cifra sigue siendo alta. Pero en esto, y hay que decirlo de una buena vez, hay una gran responsabilidad de las empresas.

Fuente: Héctor Recalde en Diario Tiempo Argentino de la edición del 27 de diciembre del 2010.

Para Tomada, la tercerización es una expresión del empleo precario.
 
El ministro reconoció que pudo haber demoras en la detección de tercerizadas truchas en empresas de transporte público.
La destrucción de la industria nacional y su consecuente correlato en el fuerte incremento de la tasa de desempleo, así como la flexibilización y precarización laboral se cuentan entre algunos de los aspectos más duros de revertir de la herencia de las políticas neoliberales aplicadas en la década de 1990.
En este sentido, el ministro de Trabajo Carlos Tomada reconoció ayer en declaraciones radiales que, a pesar de lo realizado por la cartera que conduce, pudo haber demoras en la detección de “tercerizaciones truchas” por parte de empresas a cargo de servicios de transporte público.
Para Tomada, este tipo de situación laboral puede compararse con el trabajo en negro, y consideró que en el caso de las tercerizaciones cabe también algún grado de responsabilidad a las organzaciones sindicales.
Desde hace tres años tenemos un área específica en la Subsecretaría de Fiscalización para detectar las situaciones de tercerizaciones truchas. Lo que sí es cierto es que quizás haya habido una demora en profundizar el trabajo con algunas empresas vinculadas al sector de servicios públicos privatizados”, reconoció el ministro.
Algunas compañías recurren a un tipo de “tercerización casi fraudulenta en desmedro de los trabajadores -explicó Tomada- como una forma de achicar costos”.
Frente a esto, el ministro recalcó que desde la cartera laboral se está resolviendo esta situación “en los sectores de los ferrocarriles, entre otras áreas de los servicios privatizados” durante la etapa neoliberal.
La tercerización utilizada como un mecanismo de explotación de trabajadores es una expresión más del combate contra el trabajo en negro o combate contra la precariedad laboral”, enfatizó Tomada.
En el Ministerio de Trabajo se desempeñan 450 inspectores que tienen por misión detectar y sancionar esta clase de irregularidades.
Las declaraciones de Tomada se produjeron tres días después de que la Estación Constitución fue epicentro de incidentes violentos derivados de una protesta de trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca y militantes del Partido Obrero. Fue luego de que un grupo de trabajadores cortara las vías a la altura de la Estación Avellaneda en reclamo del pase a planta permanente a la UGOFE, la compañía que tiene la concesión del servicio de trenes.
El conflicto en torno a las tercerizaciones se hizo visible hace poco más de dos meses cuando, en el marco de un reclamo de trabajadores tercerizados despedidos que exigían su reincorporación, fue asesinado Mariano Ferreyra, un joven militante del Partido Obrero.
El trágico episodio puso en el centro de atención la precaria situación de los tercerizados y la intervención del Ministerio de Trabajo permitió que una gran parte de los trabajadores que habían sido despedidos fueran incluidos en la planta permanente de la UGOFE.

Fuente: En Diario Tiempo Argentino de la edición del 27 de diciembre del 2010.


Economía:

Las materias primas, heroínas de la recuperación.

Un estudio sostiene que su expansión fue clave para que la región superara la crisis mundial

Así lo consideró el Banco Mundial a través de un estudio sobre "Recursos naturales en América Latina y el Caribe", en el que detalla que "el apogeo de las materias primas” latinoamericanas que podrían impulsar a la región hacia niveles de crecimiento similares al de los países ricos".
En la Argentina, la participación de las exportaciones relacionadas a los recursos naturales es, en promedio, más del 60% de las exportaciones totales en la última década. Esto abre una gran expectativa de cara al futuro, si se tiene en cuenta que América Latina termina de recuperarse de la crisis global con notoria velocidad, ganando fortaleza y terreno en la exportación de materias primas que se espera sobrepase la marca del 5% en 2010.
Así lo detalla el trabajo presentado por economistas del Banco Mundial en la Cámara Argentina de Comercio en el marco de la conferencia "Materias primas y desarrollo económico: cómo manejar los ciclos de bonanzas y crisis".
"Más del 97% del PBI regional se produce en países que son exportadores netos de materias primas, mientras que el 93% de su población reside en países que se han beneficiado de los altos precios de las mismas", detalla el estudio del BM.
Luego de los bajos niveles de 2009, los precios de los productos primarios lograron repuntar generando un alivio para las arcas fiscales argentinas y de otros países de la región, logrando una significativa solidez económica. "Los exportadores latinoamericanos dependen más de los ingresos fiscales generados por la exportación de materias primas que los países desarrollados ricos en recursos, ya que a pesar de que la participación en el PIB de los ingresos fiscales son similares en ambos (alrededor del 6% versus 5% en los países ricos) el 24% de los ingresos fiscales en los países latinoamericanos deriva de productos primarios, comparando con un 9% en los países desarrollados", señala el informe.
De acuerdo al estudio, la abundancia de materias primas en América Latina y el Caribe (ALC) se presenta como "la llave a la prosperidad", dado que la creciente demanda de minerales y materias agrícolas por parte de los mercados asiáticos, en especial de China, contribuyó a que la Argentina reactivara su economía y comenzara a salir de la crisis mundial.
En conversación con Buenos Aires Económico, John Nash -economista del Banco Mundial para América Latina y el Caribe- consideró que "los desafíos para la Argentina son, como para otros países, garantizar que los beneficios de los precios de las materias primas se utilicen para sentar las bases para el crecimiento a largo plazo, lo que proporcionará oportunidades para todos".
De los siete países que representan el 85% del PBI, seis tienen alta participación de los productos primarios en los ingresos fiscales, habiendo logrado en las últimas décadas un aumento de la participación de este recurso en los ingresos totales de los países, con excepción de México: Argentina con materias primas agrícolas de exportación; Chile con el cobre; Colombia con petróleo; México a través de los hidrocarburos; Perú en minería; y Venezuela con hidrocarburos.

Mercado asiático.

Según destaca el estudio del BM, la demanda de China fue un factor importante en la firmeza sustancial de los precios mundiales de los bienes primarios: "Asumiendo que la demanda asiática de exportaciones como la soja argentina, el mineral de hierro brasileño, el cobre chileno, pescado y minerales peruanos y otras materias primas latinoamericanas se mantenga, la región estaría en posición inmejorable para beneficiarse de sus recursos naturales", explica el autor del informe y economista en jefe del Banco Mundial, Augusto de la Torre. Pero hace hincapié en la necesidad de ahorro de los beneficios de estos recursos para los momentos de emergencia y evitar, de esta manera, que "los países gasten más de lo que pueden afrontar cuando los altamente volátiles precios de las materias primas bajen".
El experto indica que los países tienden a hacer cada vez un mejor manejo de sus materias primarias, "lo cual lleva a pensar que América Latina finalmente romperá con la -catalogada- maldición de los recursos naturales", una cuestión que resulta significativa teniendo en cuenta que se trata de una región donde en 2008 las exportaciones en productos primarios de la Argentina y de las seis economías más grandes de ALC alcanzaron casi u$s400.000 millones, representando un 52% de todas las exportaciones.
Gabriel Molteni, jefe del Departamento de Economía de la Cámara Argentina de Comercio, explicó a Buenos Aires Económico que "una de las conclusiones más relevantes del informe radica en que las materias primas pueden ser una bendición si se aprende a manejar adecuadamente sus ciclos. Para ello pueden utilizarse distintas herramientas, como ser la diversificación de la producción, los fondos anticíclicos y los seguros".
Por su parte, Pamela Cox, vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, cataloga de halagadoras a las perspectivas de la región en el corto plazo y sostiene que "el actual patrón de recuperación global ha favorecido a la región, las políticas contracíclicas han apoyado la demanda interna en las mayores economías de ALC, y la demanda externa de mercados emergentes de rápido crecimiento ha impulsado las exportaciones y los términos de intercambio para los exportadores netos de bienes primarios de la región".

Fuente: Sabrina Santopinto en Diario Miradas al Sur de la edición del 6 de noviembre del 2010.

El “efecto China” y la Argentina

Suele denominarse "efecto" a las consecuencias de un acontecimiento sobre la realidad económica. El surgimiento de China, como un protagonista de primer orden en el sistema internacional, es un "acontecimiento" de vasto alcance. ¿Cuál es su "efecto"?
Mucho mayor que el que revela el peso creciente del país en el orden económico mundial. En la última década del siglo Siglo XV, desembarcaron, Colón en el Nuevo Mundo y Vasco Da Gama en la India. En ese entonces, China era, todavía, el país más poblado y poderoso del planeta. Su civilización era tanto o más avanzada que la de los pueblos cristianos de Europa Occidental. A partir de entones, mientras en Europa se producía una revolución política, económica y cultural que inaugura la modernidad, China entró en un largo proceso de letargo y, finalmente, de subordinación a las potencias dominantes de Europa y, por último, de Estados Unidos y Japón.
En ese largo período de cinco siglos, las naciones avanzadas de Europa y su vástago mayor, los Estados Unidos, ejercieron el monopolio de la ciencia y la tecnología y, consecuentemente, el dominio de la industria y de las redes de la globalización. En ese escenario, China descendió incesantemente en el orden mundial. En 1500, su ingreso per capita era semejante al de los países más avanzados de Europa. A mediados del siglo XX representaba menos del 10 %.
Desde las últimas décadas del siglo pasado, la incorporación masiva de la ciencia y la tecnología en el sistema económico y social de China, está transformando el país y su posición en el orden mundial. Su creciente protagonismo en las producciones manufactureras de frontera, pone fin al monopolio ejercido, sobre la tecnología y la industria, por las economías avanzadas de Occidente. El surgimiento de nuevas economías avanzadas en Oriente, se inició con el despegue inicial del Japón y, luego, de los tigres asiáticos (Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur). Pero ese conjunto de países representa el 5% de la población mundial. Es recién con la emergencia de China y, también, de India, ambos constituyen el 40% de aquella, que la Cuenca Asia Pacífico surge como un polo de desarrollo competitivo del Atlántico Norte.
Un primer "efecto" China es, por lo tanto, un nuevo reparto del poder con todas sus consecuencias en la organización y dinámica del sistema internacional. A partir de allí, se produce una catarata de otros efectos. Entre ellos, los siguientes:

Valorización de la producción primaria.

La incorporación de centenares de millones de seres humanos a la producción vinculada a la economía mundial, aumenta la demanda de alimentos y materias primas, eleva sus precios y, por lo tanto, valoriza los recursos naturales.

Redistribución del ingreso.

El empleo masivo de mano de obra de bajos salarios en las cadenas de valor transnacionales, debilita la capacidad negociadora de los sindicatos en los países avanzados y, consecuentemente, deprime la a participación de los salarios en la distribución del ingreso y aumenta la correspondiente a las ganancias. Estos hechos deprimen el consumo, impulsan el sostenimiento de la demanda agregada por otras vías (el crédito en los Estados Unidos y las exportaciones en Alemania y Japón) y promueven desequilibrios en el sistema global.

Reservas financieras.

El superávit en los pagos internacionales de China ha permitido la acumulación de reservas, en su Banco Central, por 2.5 billones de dólares, equivalentes a casi el 50% de las reservas internacionales del resto del mundo. Gran parte de las reservas chinas se han invertido en financiar el déficit de los pagos internacionales de los Estados Unidos y la expansión crediticia en ese país. El sistema financiero occidental funciona como un gran casino y autonomía respecto de la economía real y de las políticas públicas en marcos desregulados. Por el contrario, en China, el poder financiero es un instrumento fundamental de las políticas públicas y de la promoción de sus intereses nacionales en el orden global. Estos tres "efectos" forman parte de los desequilibrios macroeconómicos del sistema global, caracterizados por el déficit de los pagos externos de los Estados Unidos y el superávit de Alemania, Japón y China, la expansión de la liquidez internacional y la especulación en los mercados financieros internacionales. Este régimen es el que acaba de colapsar con la crisis inaugurada, a fines del 2007, en el mercado de préstamos hipotecarios en los Estados Unidos y el posterior derrumbe de los mayores intermediarios en los mercados globales. En las últimas décadas, las políticas económicas prevalecientes en las mayores economías avanzadas han revelado ser incapaces de organizar un sistema ordenado y estable de relaciones internacionales, impedir los desbordes especulativos de los mercados financieros y de acomodar el nuevo protagonismo de China y las economías emergentes de Asía. Las respuestas, a la crisis global, dadas hasta ahora, en el seno del G 20 y en el grupo mas reducido de las mayores economías del mundo, no alcanzan para resolver los problemas planteados.
La evolución de la economía global en el futuro cercano dependerá de la capacidad de China de dinamizar suficientemente su absorción interna, vía el aumento del consumo y no predominantemente, como hasta ahora, por las inversiones. De la de los Estados Unidos, de cerrar la brecha abierta por su insuficiencia de ahorro y el déficit de sus pagos internacionales. De las de Alemania y Japón, de expandir la demanda agregada vía el consumo interno y la inversión y no, como hasta ahora, las exportaciones. En las economías avanzadas, estos cambios de rumbo implican la sustitución del paradigma neoliberal dominante por la prioridad del pleno empleo y la redistribución del ingreso, no previsible, al menos por ahora. Más bien todo lo contrario, como revela la estrategia ortodoxa de ajuste asumida en la Unión Europea frente a la crisis de los países vulnerables de la Unión, del régimen comunitario y del euro.
Mientras las mayores economías del mundo y sus estados buscan respuestas al "efecto" China y los desequilibrios globales, en la periferia tenemos que encontrar nuestras propias respuestas. De allí la importancia de la reciente visita de la Presidenta argentina a China y el debate de la cuestión en nuestro país. Porque el "efecto" China nos confronta con una oportunidad y un desafío. La oportunidad consiste en la valorización de los recursos naturales y la expansión del mercado mundial para nuestra oferta de alimentos y productos primarios. El desafío, en evitar reducir la relación bilateral dentro del modelo centro periferia. Es decir, el intercambio de productos primarios argentinos por manufacturas y capitales chinos. En tal sentido, fue oportuna la observación de la Presidenta de que la relación bilateral debe ser entre socios y no clientes. Ya se sabe, desde siempre: la relación entre socios solo puede darse entre economías nacionales plenamente desarrolladas. Por lo tanto, en la Argentina como en China, es indispensable la integración nacional de las cadenas de valor, la formación de estructuras productivas diversificadas y complejas capaces de gestionar el conocimiento y establecer relaciones simétricas no subordinadas con el resto del mundo.
Para tales fines, con realismo y con firmeza, Argentina debe administrar su comercio con China y la eventual recepción de inversiones de ese origen, en el marco de la expansión equilibrada del valor agregado de las respectivas exportaciones y la orientación, de las corrientes financieras, con los mismos fines. Sería fatal que, en las condiciones de estos inicios del Siglo XXI en el orden mundial y en nuestro país, repitiéramos la experiencia de los pactos Roca Runciman de la década de 1930. Vale decir, ceder autonomía de la política económica a cambio de mercados para nuestra producción primaria. Esta tiene espacio en China y en el resto de Asia y de los mercados internacionales. Simultáneamente, la industria argentina debe empinarse sobre el mercado interno de su inmenso espacio territorial y su proyección al resto del mundo. Si hacemos las cosas bien, el "efecto" China es un aliado potencial del desarrollo argentino y seremos efectivamente socios no clientes.

Fuente: Ferrer, Aldo en Revista Argentina Económica.



Análisis político de la semana.

Balance político del 2010.

Es sabido que la derecha política en sus más diversas versiones siempre procura embolsarse y hasta comerse todos los pedazos de la torta y ni siquiera acepta limpiar la mesa. En torno a esas premisas giran todos sus intereses. En este contexto, este nuevo fin de año medio movidito por las operaciones políticas de los grupos más reaccionarios, de derecha o de izquierda, pasando por Duhalde o Pino Solanas que para este caso son lo mismo, mientras en distintas partes de Capital o de Provincia, se ocupaban parcelas o se saqueaban locales en Constitución, el CEO del Grupo Techint, quizás envalentonado por esas operaciones políticas, se quejaba de la política y de las medidas económicas, las generales y las más específicas, del gobierno de extracción nacional y popular que supo sacarnos del infierno a pesar de que ese grupo batió, en los primeros nueve meses de 2010, todos sus records y ganó por lo menos un 466% más que en 2009. Por caso, ya que tenemos la mala costumbre de compararnos con los países centrales, en Europa, habría necesitado por lo menos un siglo y medio para embolsar lo mismo, porque en ese lado del mundo las empresas ganan un 3% anual. A pesar de que no salimos del infierno, más bien habría que decir que el gobierno de Kirchner nos sacó del infierno mientras que el de Cristina profundizó esa política, exigió reglas de juego claras y previsibles en sus términos y lamentó la poca productividad. No entiendo de que país habla y eso que tengo las mejores intenciones. Quizá extraña el látigo y pagar con sal a sus obreros o pagarles en especias y vales o bonos, conocimos unos cuantos durante los años de gloria del neoliberalismo, bonos que después tienen que canjear en sus propios almacenes o simplemente extraña no pagarle a los obreros. O tal vez extrañe la esclavitud sin sal de Espartaco. Temiendo que la inflación diluya sus propios beneficios, algo tan irracional como oportunista dada la actual situación de fortaleza de la economía, de las instituciones y la gobernabilidad democrática en general, simplemente sugirió devaluar el peso. Tengo muy buena voluntad pero otra vez me pregunto, ya que se nos viene fin de año y es bueno hacer balances, de qué país nos está hablando este CEO. Los sicarios de siempre por supuesto que aplaudieron frenéticos a los jefes de las 88 empresas que cotizan en la Bolsa. Tan insaciables como él, en promedio ganaron un 68,7% más que en 2009. ¿Qué pasaría si alguno de ellos recordara el pedido de la CGT de dar el 10% de las ganancias a sus trabajadores? Claro, es más fácil devaluar para aumentar ganancias vía especulación y transferencia de ingresos desde los que menos tienen a los que más, que invertir en producción nacional, en generación de trabajo, de mayor productividad y, sin embargo, no se cansaron de ganar.
Por otro lado, siempre de acuerdo a esos grupos de poder de lo más reaccionarios, no está mejor la situación en el campo a pesar de todo lo hecho, simplemente porque tantos y tantos años de neoliberalismo, con sus tremendas consecuencias en todos los ámbitos, no se resuelven de un momento para el otro. Por eso hay que profundizar el modelo, la lucha y la cultura e intereses populares. En éste, en el campo digo, a los chicos les conviene trabajar. No necesitan ir a la escuela de acuerdo a esos grupos y la lógica pasa en que si en las villas muchos que cursan sexto grado ni saben leer para que molestarse. Pero, siguiendo con el tema del campo (que tanto fascina a las grandes patronales de la Mesa de Enlace, esa mesa que en realidad no es) el salario del padre incluye la paga del hijo. De esa manera cerramos de una vez, siempre bajo la óptica de los sectores dominantes, la puerta giratoria de la inmigración de los países limítrofes, claro está. Además, la ecuación cierra cuando a esa misma gente, esos que son parte de la clase de trabajadores, incitándolos a consumir les quitamos sus salarios, sus esperanzas, sus sueños y sus vidas. En este momento de fin de año, de balances y análisis, ¿cuantos, en otras épocas, dejaron sus sueños y sus vidas, en nombre de la acumulación privada de los capitales? Pero no importa porque gracias al capitalismo, ese régimen que nos devora continuamente, un tipo de cualquier color tiene un celular. Si hasta los cartoneros tienen celulares; hay más celulares que habitantes mientras la prédica reaccionaria y xenófoba busca dividirnos haber si así logran otra vez gobernar. ¿Lo hicieron alguna vez? Bastantes dudas me quedan si consideramos los descalabros de los gobiernos del radicalismo, del neoliberalismo y los muertos que se cobró el gobierno de una Alianza que nunca lo fue o del gobierno de Duhalde. Es bueno decirlo porque la crisis no se cobró dos muertos más, las de Kosteki y Santillán, si no que se las cobró la política represiva del gobierno de Duhalde que, desde hace tiempo, responde a los intereses de las corporaciones traicionando así su raíz peronista. Pero insisten porque ellos creen que existe una inmigración buena y otra mala. En esa lógica, ¿olvidan que sus ancestros les quitaron el trabajo a otros? También les quitaron las tierras si vamos todavía más atrás y fue de esa manera como se consolidó la concentración de las riquezas. Primero la propiedad de la tierra y después todos los otros recursos productivos. En su delirio xenófobo incluso llegaron a importar mano de obra centroeuropea y meridional y se sometió al criollo nativo, antes dueño y señor, reduciéndolo a peón. La mayoría de los inmigrantes, ajenos a las luchas fraternas del siglo pasado, se asentó en los grupos urbanos, reproduciendo en pequeño la sociedad de la cual venía, queriendo conservar su religión y sus costumbres, anhelando regresar algún día con la América hecha.
Además, es importante decirlo, los sectores de la derecha política no ignoran lo que defienden. Luchan por conservar sus granjerías y cada uno de sus privilegios. Mientras tanto, ganan fortunas escondiendo, por ejemplo, 140 mil millones de dólares en el exterior, en los paraísos fiscales pero no es suficiente porque igualmente, una y otra vez, atacan al gobierno de Cristina. Por hábito, por miedo y por reaccionarios. Atacan porque no pueden ofrecer una alternativa válida, de verdad, al régimen nacional y popular en el que las mayorías estamos comprometidos. No tengo dudas que somos la mayoría después de las demostraciones de afecto en el triste día del censo que nos llevó a nuestro querido Néstor, Lupín. No tengo dudas que vamos por el mejor camino dado el actual contexto histórico y político. No hay duda que estamos mucho mejor pero a los sectores históricamente dominantes, los del modelo agro exportador, los que defienden a los genocidas y todas esas barbaridades, no les importa porque la tarea de ellos es ser el perro guardián del sistema. Para el caso, en Francia, el país de la revolución y de la proclamación de los derechos del hombre, de los derechos humanos, lograron las ocho horas laborales en 1910 mientras que la jubilación la conquistaban en 1914 y las vacaciones para los trabajadores en 1930. En Argentina, todo esto lo instauró en 1946 el general Perón. Muchos lo olvidan pero es bueno tener memoria porque cuando un pueblo es memorioso es más difícil caer en los errores del pasado. Cuando un pueblo es memorioso, no es posible forjar una identidad borrando lo que hemos sido. Duhalde y Macri, representando lo peor de la clase política, lo hacen. Sin embargo, el caso de Duhalde es peor, es digno de un profundo análisis político porque viniendo del partido justicialista, niega que sea justo juzgar a quienes desaparecieron a 500 sindicalistas peronistas. Solidariza con los genocidas. Ni hablar del señor Macri. Este tipo de dirigentes son, en definitiva, lo que yo defino como generales civiles de los golpes de Estado. Así de contundente.
Es necesaria la contundencia en estos casos porque ya no es posible un paso atrás frente al riesgo político que significa que otra vez nos gobiernen los sectores de la derecha más reaccionaria. No es un tema menor porque durante al menos 200 años, salvo honrosos paréntesis históricos como los dos primeros gobiernos del general Perón, fuimos sometidos por un modelo agro exportador que solo puede dar trabajo a no más de un tercio de la población. Y el resto que se joda. En esas circunstancias fue muy importante todo lo que durante este año se pudo conquistar en relación al tema de los derechos humanos. Solo hace unos días no más fue condenado Menéndez y Videla a prisiones perpetuas. El caso de Videla es emblemático porque es quizás el hombre que sintetiza todo el horror en la Argentina moderna. Pero, no lo olvidemos, un horror que es tanto político, el quiebre de las instituciones democráticas, como económico y social porque cuantos trabajadores habrán perdido sus trabajos, sus sueños e incluso sus vidas frente a las políticas neoliberales del mal llamado Proceso de Reorganización Nacional. Tirano entre 1976 y 1981, es el responsable político y militar máximo de por lo menos 30 mil desaparecidos, de los centros clandestinos de detención y de miles y miles de sesiones de torturas, de miles de violaciones, de saqueos, de asesinatos y de apropiación de nuestros chicos porque los hijos de Ernestina de Noble no son los hijos de revelaciones Carrió sino que son los hijos de todos nosotros, de todas y cada una de las víctimas, directas e indirectas, de esa dictadura de seguridad nacional. Videla fue el responsable de que los argentinos perdieran su libertad y cuando un pueblo pierde su libertad se convierten en siervos en esclavos que nada tienen de derechos y de humanos. Claro, también fue la cabeza visible de la implementación de un régimen económico que después se conocería como neoliberalismo que, de la mano liberal de José Martínez de Hoz, nos conduciría a una crisis de grandes proporciones y en todos los aspectos como lo fue la del 2001. ¿Será que cuando el CEO de Techint critica las actuales políticas de inclusión está añorando la vuelta atrás, la de las ganancias fáciles, de la especulación financiera desenfrenada, el cierre de fábricas, el achicamiento del régimen político y la primacía del rol de gendarme de la acumulación privada de capitales por parte del propio Estado?¿Estará añorando ese régimen político, tremendamente autoritario y horroroso que sextuplicó la deuda externa y produjo una feroz concentración de la riqueza y un empobrecimiento generalizado de los sectores populares? Sería bueno que lo dijeran así sabemos a que atenernos. En realidad, ya sabemos a que atenernos porque sabemos que Videla no fue sólo el horror y la muerte, la desaparición de personas y la apropiación de chicos, sino que fue la cara más visible de una Argentina despótica que recién ahora está siendo sepultada por la justicia y por las políticas inclusivas de los gobiernos surgidos desde el 2003 en adelante. Videla fue el rostro de un plan político, militar, económico y social dirigido a domesticar y disciplinar a los ciudadanos. Por lo mismo, con las condenas a prisión perpetua se dio un inequívoco paso en materia de derechos humanos y de consolidación de la democracia y ese mensaje nos dice que quien busque quebrar el régimen político democrático, el que mata, el que tortura, el que viola, más temprano que tarde, pese a quien le pese, termina pagando pero no expiando sus culpas. Esa es una lección que deberían aprender todos los golpistas y los que añoran otras épocas: los de ayer, los de hoy y los de mañana.
Los juicios nos dicen que hoy estamos, en el gobierno, con la mejor expresión del peronismo que siempre fue un movimiento popular, de los trabajadores y de las mayorías porque, como bien lo dijo el general, todos somos trabajadores. En esas circunstancias, actualmente ninguna de las críticas de los opositores puede tergiversar la ubicación teórica, filosófica y práctica del peronismo porque, en su forma más simple, el peronismo es la máxima expresión del humanismo argentino porque, de una o de otra manera, hace resaltar la supremacía del espíritu y de las diversas necesidades materiales del hombre en su relación con la naturaleza. Así, el peronismo, en tanto humanismo, se entiende como la autorrealización del hombre en la historia, es decir, como la afirmación más radical del valor de los trabajadores como destino responsable. El hecho mismo de que el peronismo reivindique la libertad y las más diversas necesidades, tanto espirituales como materiales, de los hombres que incluso los lleva a buscar la plena autonomía en el desarrollo consciente y gradual de la comprensión de la realidad para su posterior transformación, es ya suficiente para ratificar el carácter humanista del peronismo, su génesis popular, porque se nutre no sólo de la conciencia de autonomía de los trabajadores, del espíritu de los hombres frente a la naturaleza ciega, sino que también se nutre de la esencia del hombre, que por ser social, reivindica el amor del hombre por los otros hombres y así busca satisfacer las necesidades de todos. Toda la acción política del peronismo, del gobierno de Kirchner primero y del de Cristina después, está transitada por la idea de la justicia absoluta. Sin embargo, a este tipo de justicia, la absoluta en caso de que sea posible, solo se puede llegar a través del fin de la justicia relativa, esa justicia que se nos impone por el dominio de una clase sobre otra. Es decir, en ese contexto, esa justicia relativa es el residuo histórico de una real esclavitud de los hombres frente a las múltiples potencias materiales que nos controlan porque precisamente son dominadas por los grupos económicos y los intereses de sus transnacionales.
Y mientras tanto, en este fin de año ya empiezan a moverse las primeras fichas de las negociaciones salariales cuando, gracias a Néstor Kirchner, desde hace unos años, empresarios y trabajadores de las distintas ramas de la actividad económica, se encaminan otra vez a negociar la pauta salarial vigente para el 2011 que además plantea el tema de la participación en las ganancias de las más grandes empresas por parte de los trabajadores. En estas circunstancias, me parece que el proyecto del diputado Recalde sobre la participación de los trabajadores en las ganancias es políticamente progresista porque condiciona a los empresarios, como los del grupo Techint, a invertir en capital de trabajo. En otras palabras, la iniciativa de Recalde es adecuada, está en el momento correcto porque es un mecanismo que permite cierto compromiso de los trabajadores con el proyecto productivo en curso y porque incentiva y condiciona a los empresarios a invertir en capital de trabajo que es el que genera empleo, es decir, va en beneficio del modelo de producción nacional, de la economía real y proporcionalmente contra los capitales financieros y especulativos. Hay que entender que no estamos en un país que tenga una burguesía nacional fuerte, con espíritu industrialista, de la cultura del trabajo, donde uno puede delegar la apuesta de la construcción de un modelo productivo y la inserción en el siglo XXI del país. En ese contexto, son necesarias las políticas públicas que ayuden y condicionen a que en el sector privado haya una prioridad en la inversión productiva. En Argentina, todavía los sectores empresariales son fuertemente rentistas, están acostumbrados a vivir de la ayuda del sector público. Los empresarios, en la coyuntura actual, no tienen de qué quejarse y, sin embargo, lo hacen. Si la economía argentina crece a tasas del 8 o del 9%, los incrementos de productividad no pueden ser del 3% como pretenden hacernos creer. Creo que el mensaje que manda el sector empresarial es muy retrógrado, inclusive en contra de sus propios intereses. Es que no pueden, ni quieren, ver más allá de sus propias narices porque, en realidad, vemos como el privilegiado es el único dotado de existencia para los sectores de la derecha: lo llaman “la gente”, es decir, lo definen como entidad abstracta porque sus ideas lo son, porque se pretenden apolíticos, respetuosos de las formas, sin embargo, las buenas maneras se acaban cuando tocan los intereses de ellos. Por eso Kirchner era autoritario cuando en realidad los crispados son ellos. Y así siguen denigrando a los no privilegiados que son o los piqueteros, los pibes chorros o simplemente los negro de mierda. El empresario oculta la pugna de intereses entre los diversos sectores que son parte central en un modelo de producción que se define como nacional y popular. Fingen creer que al defender sus intereses persiguen el bien común porque se suponen los grandes benefactores del país. Como en su momento lo planteó el propio Nietzsche, gran filósofo alemán que nos habla de una voluntad de poder que nada tiene que ver con el nazismo, habría que dar a los excluidos una ilusión de dignidad. Es lo que pretenden ellos. En cambio, Evita, que no tenía nada de filósofo porque los tiempos políticos y las urgencias de su pueblo la colocaron en un lugar mucho más trascendente y central, simplemente sentenció que donde hay una necesidad, hay un derecho. Esa es la diferencia entre ellos y nosotros. Por eso, la falacia y las profundas irracionalidades del modelo y proyecto de país de los sectores privilegiados, que es neoliberal, este año otra vez fue desnudado por este gobierno y el anterior. Quizá también por esto el empresario exige desalojos violentos y dialoga con “vecinos” que para ellos son los “ciudadanos” esa entidad abstracta a la que apelan para negar la lucha y las conquistas de los trabajadores. Sin embargo, el año por venir se muestra promisorio porque ante el llamado de los sectores hegemónicos acuden cada día acuden menos ciudadanos mientras que del lado del gobierno cada vez tenemos más trabajadores en el mejor sentido de la palabra. La disyuntiva es siempre la misma: si no se avanza, se retrocede. Por lo mismo, el peronismo, y todos los sectores y grupos, actores sociales y políticos progresistas, tienen que continuar en el 2011, tanto a nivel de la Ciudad de Buenos Aires como a nivel nacional, la construcción de un frente único que reivindique el gobierno popular de Cristina.
El problema no es solamente el crecimiento y el desarrollo del país, sino que lo que hay que discutir es a través de qué modelo se crece porque por ejemplo en los noventas, bajo el régimen neoliberal, buenos índices macroeconómicos no significaron buenos índices de desarrollo porque las mayorías, los trabajadores, fueron excluidos de los beneficios de éste. Precisamente ese es el crecimiento que defienden los grandes patrones cuando Argentina, a pesar de crecer a un ritmo del 5,5% del PBI que estaba por encima de la tasa del resto de Latinoamérica, tenía una desocupación que en pocos años se multiplicó por tres, la pobreza por cinco y la indigencia por cuatro. Tuvo que venir el 2003, con Néstor Kirchner en la conducción del poder ejecutivo para cambiar el modelo de crecimiento y desarrollo basado en políticas de inclusión que, a su vez, tienen que ver con la generación de trabajo y la producción nacional recuperando esta misma. Así, el crecimiento constante del consumo interno se convirtió en el factor dinámico de nuestra economía. Sin embargo, para los sectores dominantes y más conservadores, nada es suficiente. De hecho, la lección que nos dejan las quejas del CEO del grupo Techint, es que a pesar de que Argentina consiguió transformar su matriz de desarrollo económico en favor de los trabajadores, que también favoreció a esos grupos concentrados que lograron extraordinarias ganancias en este año que se va, ellos siguen apostando por la servidumbre típica de un país agro exportador que contradice las bases de un poderoso país industrial que trae mucha mayor satisfacción para todos. Tendremos que estar atentos.
Conviene estar atentos porque es real la necesidad de ir hacia un país industrial y dejar definitivamente atrás la matriz agro exportadora que defienden los otros. Para esto necesitamos seguir construyendo, defendiendo y profundizando un mercado interno lo más fuerte, amplio y consolidado posible que solo es viable con trabajadores con alto poder adquisitivo, sin desempleo y sin pobreza o exclusión para de esa manera erradicar, paulatina pero definitivamente, los remanentes de la flexibilización laboral venida del menemato. Otro elemento indispensable en la búsqueda de la modificación de la matriz productiva, es militar en favor de un desarrollo industrial más eficiente, destinado a abastecer, en primer lugar, el espacio nacional y regional común latinoamericano y, luego, pensar en la integración sur-sur. Conviene estar atentos frente a los deslices y las operaciones mediáticas y políticas de los actores más reaccionarios porque es necesario continuar favoreciendo una correlación de fuerzas en favor de los sectores populares. Conviene estar atentos porque la estrategia para el año que viene es siempre la misma: unidad en la acción de los sectores nacionales y populares, conjuntamente con un mayor grado de organización, de participación y de movilización, como herramientas indispensables para que sea viable políticamente la próxima etapa del modelo.

Alfredo A. Repetto Saieg.


Buenos Aires, Argentina, Diciembre 31 del 2010.

Referencias bibliográficas:

Daneri, Alberto: “Los millonarios hambrientos” en diario Tiempo Argentino de la edición del 24 de diciembre del 2010.
Entrevista a Pedro Wasiejko, titular del sutna: “Hay empresarios muy retrógrados” en diario Tiempo Argentino de la edición del 20 de diciembre del 2010.
Brienza, Hernán: “El rostro de la Argentina despótica” en diario Tiempo Argentino de la edición del 23 de diciembre del 2010.
Hernández Arregui, J. J: “La formación de la conciencia nacional” Editorial Plus ultra, 3ª edición, Buenos Aires, Argentina, 1973.

Internacionales: La crisis en Europa.


Democracias en declive.

El descontento ciudadano se generaliza en Europa debilitando no solo el vínculo entre los votantes y los partidos y la población y los gobiernos sino, algo de mucho mayor calado, erosionando de manera aún imprecisa pero cierta la misma legitimidad del sistema democrático.
Además de las clásicas promesas electorales que se incumplen en cuanto los políticos llegan al poder y la corrupción rampante, indigna constatar que los parlamentos y los gobiernos, antes que interpretar las demandas de los electores se han convertido abiertamente en gestores diligentes de los intereses de banqueros y especuladores.
La crisis económica no se afronta con una revisión a fondo del modelo vigente sino con medidas que en la práctica mantienen el mecanismo especulativo que la desencadenó, presagiando que más temprano que tarde el fenómeno va a repetirse. Si hasta ahora la reserva material que acumulan las clases laboriosas en el Viejo Continente ha permitido hacer frente a la crisis sin quiebres dramáticos del orden público, la decisión de trasladar los costes del descalabro a las clases asalariadas y a grandes sectores de la pequeña burguesía empieza a minar la economía familiar en general y se incrementa la población abocados a situaciones de emergencia por desempleo, cierre de pequeños negocios y bajas sensibles en los ingresos; la marginación empieza a ser un fenómeno preocupante y los estallidos de violencia son cada día mayores. De fondo y afectando a las mayorías, las actuales políticas ponen en riesgo el mismo estado de bienestar que luego de la Segunda Guerra Mundial ha dado a la población europea una elevada calidad de vida mediante un sistema de seguridades (educación, salud, empleo, pensiones, ayudas sociales, etc.). Este desmantelamiento paulatino, acelerado por la crisis, es un proceso que conduce a “la americanización de Europa”, es decir, al predominio de un modelo de capitalismo salvaje que convierte la vida cotidiana en una competencia feroz de todos contra todos.
Francia, Grecia, Reino Unido, Chequia, España, Italia y Portugal entre otros países han sido escenario en las últimos meses de grandes movilizaciones populares que agrupan a obreros, estudiantes, pequeños propietarios, funcionarios del estado, campesinos o gentes de la cultura (es decir, la mayoría de la población), todos ellos afectados por las medidas de recorte, los ajustes y las reformas de las relaciones laborales, del régimen de pensiones, los salarios, los servicios públicos (particularmente educación y salud) y el gasto social en general. O sea, los pilares mismos de un orden social y político fundamentado en el pacto capital-trabajo y que se inspira en principios de solidaridad social, diferentes a todas luces del individualismo extremo del ideario neoliberal. Una especie de retorno a la rapiña indiscriminada y a la sobreexplotación del trabajo que fue característico del capitalismo clásico. Por esta razón, el modelo democrático europeo resulta cada vez más un estorbo para los planes políticos de los estamentos dominantes y una carga económica que no se soporta si se quiere “ser competitivo”. Tanto derecho, tanta seguridad resultan para este enfoque neoliberal “un gasto insostenible”.
Si a la hora de tomar decisiones un grupo de banqueros tiene más poder que millones de votantes, si un fondo de pensiones de Nueva York o Londres decide más que un parlamento nacional, si las multinacionales se imponen sin dificultad a presidentes y ministros y si los gobiernos de los países más poderosos (como comprueban las divulgaciones de WikiLeaks) intervienen groseramente en los asunto internos de socios claves como España) y si estas verdaderas mafias de cuello blanco terminan por imponer su criterio sobre las autoridades locales (por lo general cómplices del despropósito), el ciudadano de a pié tiene entonces sobrados motivos para dudar de la validez del sistema democrático y meditar sobre la real utilidad que tiene dar su apoyo electoral a quienes apenas deciden nada importante.
De la estupefacción y el desencanto por el sistema político es natural que la ciudadanía se interrogue por la misma validez del orden social. Sobre todo cuando está cada vez más claro que los fallos no son accidentes o desaciertos de los gobernantes sino básicamente resultado del funcionamiento propio del capitalismo. En otras palabras, que el mal está en la misma naturaleza del sistema y que, como consecuencia la salida lógica a no es otra que buscar la manera de superarlo. Esto, que ha sido -y en buena medida lo sigue siendo- la opinión inicial de grupos atentos y radicales (es decir, que van a la raíz del problema) se va haciendo cada vez más popular y empieza a permear colectivos más amplios de la ciudadanía.
La economía capitalista aparece como contraria por su propia esencia a los postulados humanistas y liberales de la democracia burguesa. Y ya no solo por la manera como se produce y distribuye la riqueza social sino por el impacto de producción y consumo sobre los recursos y el medio ambiente en general. El espectáculo decepcionante de infinidad de foros mundiales destinados a poner remedio al cambio climático sin resultados tangibles contribuye igualmente a ese proceso de desencanto con el sistema democrático cuando se toma conciencia del estrecho vínculo entre el capitalismo y su tendencia inevitable a depredar recursos y personas. El divorcio entre capitalismo y democracia no hace más que acrecentarse cuando las instancias que toman las decisiones claves funcionan como simples administradores diligentes de los intereses del capital. No resulta entonces sorprendente que el ímpetu y dinamismo del sistema haga inviable cualquier iniciativa para detener sus dinámicas cancerosas y su búsqueda voraz de ganancias. Algo que nace como la preocupación de círculos científicos y activistas sociales se extiende paulatinamente a amplias capas de la población. El consumismo actual, consustancial al sistema, tendría que dar paso formas de vida diferentes que son, por necesidad, contrarias a la lógica de la ganancia.
Para los pueblos de la periferia pobre del sistema la democracia siempre ha sido una ficción, un discurso vacío y un anhelo permanentemente frustrado aunque no se renuncia por ello a conseguirlo. Sin embargo, a juzgar por lo visto y experimentado en carne propia gana crédito la idea de que para salir del atraso, la pobreza y la dependencia lo menos indicado es seguir el modelo occidental. Algunos gobiernos progresistas de Latinoamérica se proponen ahora el reto apasionante de buscar formas alternativas de producción y consumo, dando prioridad a la calidad sobre la cantidad, al desarrollo sobre el simple crecimiento. Y para conseguirlo tampoco les parece conveniente asumir sin beneficio de inventario el modelo político de la democracia representativa que Occidente vende como la única posible. Nada extraño si se constata que en el Tercer Mundo aumenta el número de quienes abrigan serias dudas sobre la validez del modelo capitalista y la democracia burguesa. Allí es mucho más evidente que el principio de la ganancia - la esencia misma del sistema capitalista - está en flagrante contradicción con un orden diferente que ofrezca soluciones reales y sostenibles para los problemas de sus pueblos.
La disyuntiva para la ciudadanía del mundo rico no sería otra que un ordenamiento radicalmente diferente de todo el orden social y económico y su renuncia a un consumismo insostenible y suicida. Para las gentes de la periferia pobre del planeta el dilema está no solo en buscar caminos diferentes a los clásicos del capitalismo (por ejemplo, las prácticas del “buen vivir” propuesta en América Latina para la construcción de una alternativa al capitalismo) sino también en construir formas de democracia más real, sin todos los vicios que debilitan e invalidan las formas actuales.
La crisis es también de ideales y de quienes deben encarnarlos como dirigentes de un proyecto de clase o un propósito nacional. En Europa, por ejemplo, la vieja guardia de los grandes partidos se ve hoy reemplazada por políticos sin ideología, personajes grises productos estériles de la manipulación mediática, huérfanos de carisma que compensan sus evidentes limitaciones mediante el esperpento, el escándalo en sus vidas públicas y privadas, la megalomanía o el cinismo (o una campaña efímera de marketing). La derecha europea ya no tiene líderes burgueses como Adenauer o Moro, ni la socialdemocracia cuenta en sus filas con dirigentes de la talla de Brandt o Palme. Su lugar lo ocupan hoy gentes de escasa dimensión, políticos menores, simples gestores modestos de un sistema en crisis, personajes que han abandonado el norte ideológico de antaño y han claudicado sin pena ni gloria ante la ideología neoliberal.
Si la política como práctica esencial de la participación ciudadana terminó y todo se decide en los conciliábulos siniestros de las grandes finanzas, ¿para qué sirve entonces la democracia?. El enorme peligro es, como ocurrió antes, que en lugar de una respuesta de progreso se imponga de nuevo alguna forma de fascismo. El riesgo, nada desdeñable, es que otra vez regrese la barbarie.

Fuente: Juan Diego García en http://www.visionesalternativas.com.mx

Europa y sus estandartes xenófobos.

Cada vez son más los inconvenientes enfrentados por los inmigrantes en Europa, donde muchos gobiernos levantaron en 2010 estandartes en señal de rechazo contra quienes llegan al Viejo Continente en busca de mejor vida. Ante la ausencia de una ley regional que regule la admisión, muchos Estados elaboran sus propios mecanismos para intensificar las normas que deben cumplir los interesados en quedarse en suelo europeo.
Varios son los hechos que reflejan la incongruencia y el maltrato hacia extranjeros, pese a la necesidad de Europa de contar con esa fuerza de trabajo, mayormente barata, no sólo para sostener la economía sino también como factor de desarrollo.
Las evidencias van desde el ascendente rechazo a la afluencia musulmana en Suecia y Holanda, hasta las recientes expulsiones de gitanos rumanos y húngaros en situación irregular decretada por el gobierno de Francia.
Según el experto español Jesús Alquézar, en lo relativo a la emigración, Europa va dando pasos de ciego, sin un discurso coherente.
Las personas llegadas desde otros confines se convierten a menudo en chivos expiatorios de políticos populistas o en carnada durante campañas electorales, lo cual es inaceptable, afirmó Alquézar.
El analista, al frente del estudio Migración y Cualificaciones, del Banco Mundial, sostiene que la inmigración es absolutamente indispensable para un continente cada vez más envejecido. Empero, actitudes de algunos Estados, e incluso, de instituciones regionales, contrastan con esa realidad.

El drama de los gitanos

La Unión Europea (UE) admite la existencia de una fuerte discriminación sobre la etnia gitana en la región y que se produce una suerte de "apartheid" subrepticio, en referencia a la política de segregación racial que imperó durante décadas en Suráfrica.
En la comunidad de naciones siempre fueron consideradas personas indeseables, que en su mayoría viven en poblados marginales, sufren expulsiones y con frecuencia cargan culpas por robos, asesinatos y otros delitos.
El encargado de Empleo y Asuntos Sociales de la Comisión Europea, Laszlo Andor, expresó recientemente la voluntad para promover aceptación e igualdad de los gitanos en la sociedad.
"Los esfuerzos para la integración deben abarcar un ciclo de vida completo, desde las primeras fases del jardín de infancia hasta la educación para los niños, empleos para los adultos y la asistencia de carácter no segregado para los mayores", afirmó Andor.
Recordó la cruenta realidad que vive ese pueblo en varios países europeos, entre ellos Italia, Hungría, Eslovaquia y República Checa, y más reciente, en Francia, donde el gobierno decidió expulsar a cerca de 700 gitanos, al alegar cuestiones de seguridad.

Algunos arrecian sus leyes

En Italia, el gobierno del primer ministro, Silvio Berlusconi, baraja una ley mediante la cual establecería un proyecto de carné por puntos para los inmigrantes.
De esa manera, los extranjeros que quieran instalarse en el país sur-europeo deberán someterse a una serie de pruebas entre las que se incluyen rigurosos exámenes de idioma y cursos sobre la historia, las leyes y la realidad italianas.
La aprobación de cada examen daría un total de 30 puntos, necesarios para adquirir el permiso. Pero esa puntuación no es permanente, pues cada año esas personas deberán renovar sus documentos.
Pruebas similares pusieron en práctica también Alemania y Reino Unido para los foráneos procedentes de países que no forman parte de la Unión Europea.
El gobierno de Berlín endureció los requisitos en 2007, y desde entonces, exige a los inmigrantes poseer conocimientos tales del idioma que les permitan mantener conversaciones sobre el trabajo y la vida cotidiana, además de demostrar comprensión de textos oficiales y redacción de cartas.
El ejecutivo británico, por su parte, elaboró una lista de categorías para calificar a los migrantes, la cual privilegia la entrada al país de trabajadores cualificados y desdeña a quienes no posean suficiente capacitación.
La coalición gubernamental de conservadores y liberales demócratas del primer ministro, David Cameron, justifica la nueva política con el incremento de la inmigración al Reino Unido.
Cameron asumió como política de Estado la necesidad de reducir la cifra, ascendente a 200 mil personas cada año, pero en cambio, mantiene la estrategia de "importar" talentos del exterior.
Como muestran las evidencias, cada país europeo impone sus propias reglas de la supuesta integración social y para la convivencia en su territorio, pero casi siempre en desmedro de los ciudadanos provenientes del otro lado de la frontera del llamado primer mundo.

Fuente: Pablo Osoria Ramírez en /www.visionesalternativas.com.mx

Opinión:

Cuba: El país que viene.

Se va el 2010 y los cubanos lo despiden con una revolución dentro de la Revolución... Ese, sin la menor duda, ya es el gran tema de las reuniones y celebraciones familiares de este diciembre inédito, que han encontrado en la más reciente reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular la gasolina necesaria para el debate. Silvio Rodríguez, por ejemplo, afirma que "este Parlamento ha dicho lo que yo hubiera querido decir"; y el mecánico Guillermo dice contento que "por fin haremos lo que Fidel nos dijo en eso de cambiar todo lo que debe ser cambiado".
Ahora mismo, no estamos hablando de "el año que viene", sino de "el país que viene". Ese que Silvio, el autor de Ojalá, augura "esperanzador". Entre muchas cosas, porque vamos con "los pies en la tierra". Ese país en el que el joven Alejandro quiere trabajar, construir una familia y ser feliz. Ese país convocado a ser mejor, con el orgullo de no renunciar ni a un milímetro de la gloria que ha vivido. Ese país que tiene el difícil reto de continuar construyendo un futuro de la talla XL de su Historia.
Pero ese sueño no se alcanza solo con deseos: también es imprescindible que el futuro nos encuentre trabajando. Lo advierte Néstor, quien descubre en la actual estrategia económica la brújula que nos marca el sendero hacia el futuro. De eso se trata el Proyecto de Lineamientos debatido por el Parlamento y que el pueblo continúa analizando: un plan estratégico de acciones; acompañado —como apreciamos en el discurso de Raúl— de los movimientos tácticos necesarios para alcanzar los objetivos y convertir en realidad los planes e ideas. El General de Ejército nos ha ilustrado claramente que la relación de estos dos conceptos es fundamental y no podemos aplicarlos de forma independiente: sin táctica no se concreta la estrategia. Sin lineamientos, la táctica no tendría objetivos claros y su aplicación sería errónea.
Si algo tiene descolocados a los "cubanológos" —esos oráculos que todos los diciembres auguran el fin de la Revolución—, es que vamos a transitar un 2011 con unos grandes desafíos, pero con una inmensa claridad en las estrategias y tácticas que nos permitirá emerger como una nación que asegura su economía, para blindar su independencia; una Patria en la que nuestros hijos y nietos no se avergüencen de crecer y vivir; un país unido y diverso, en el que desatemos de una vez esos llamados nudos que inmovilizan las fuerzas productivas y los nudos mentales que para cada solución nos inventan un problema. Lo cierto es que el país que viene, aunque urgido de ser más socialista (para no dejar jamás de ser más justo), va a ser diferente. Un país mejor.
En el 2011 no vamos a resolver los problemas por arte de magia. Pero como lo definió Raúl en su discurso del 18 de diciembre, "es el primero de los cinco incluidos en la proyección a mediano plazo de nuestra economía, periodo en el que, de manera gradual y progresiva, se irán introduciendo cambios estructurales y de conceptos en el modelo económico cubano". No va a resultar para nada un año fácil, pero con la reducción de los gastos superfluos y apretando las clavijas del ahorro, además de todas las estrategias que comenzarán a aplicarse en pos de la productividad, el país va a latir con más fuerzas, mostrando renovadas energías.
Quizás una de las mejores cosas que nos van a pasar el próximo año, será la de nuestro indispensable proceso de aprendizaje de los temas económicos. Y no para convertirnos en teóricos del tema, pero sí para entender las categorías básicas que conforman la Economía de la nación y cómo lograr su reflejo en el bolsillo individual y en las cuentas domésticas, para que el PIB, esa sigla que hoy podemos nombrar indiferentes, no nos parezca distante; y comprendamos mejor porque "el plan y el presupuesto de la nación son sagrados y se elaboran para ser cumplidos".
El país que viene, como se ha estudiado meticulosamente, tiene que ser el que preserve y eleve la calidad de la salud, la educación, la cultura y el deporte, conquistas sociales de las que siempre nos enorgullecimos y que hoy pueden ser potencialmente mejores. Cuba, por los altos niveles de instrucción alcanzados, tiene que ser necesariamente una nación de elevados estándares en los servicios, en la educación cívica de sus ciudadanos y en la aplicación de los tres principios éticos-morales de la civilización inca, que Raúl incluyó en su discurso ante el Parlamento: no mentir, no robar, no ser holgazán.
El año próximo no nos traerá todas las soluciones, ni nos devolverá resultados con la rapidez que deseamos; pero si va a convertirse en definitorio para transformar métodos, mentalidades y enrumbar al país por el camino que anhelamos. Cuando Raúl nos dice que "no hay que temerle a las discrepancias de criterios", y nos advierte de la nociva "falsa unanimidad basada en la simulación y el oportunismo", nos está hablando de cambiar un estado mental, de que las ideas desplacen las consignas, de que el secretismo deje de ser la cobija de los ineficientes y de los enemigos de la rectificación. Sin ese prisma sería imposible otear el horizonte que hoy es letra y concepto en el Proyecto de Lineamientos Económicos.
El país que viene —en el 2011 y más allá—, va a ser, inevitablemente, el del socialismo sin igualitarismo; el del trabajo y el salario como fuente de vida; el de múltiples modalidades de empleo y el que busca (con el incremento de la producción de bienes) una sola moneda; el fin de las plantillas infladas y de las empresas con pérdidas; el de ponerle mano dura al derroche de recursos y a la improvisación en los procesos inversionistas; el de producir en nuestros campos lo que hoy importamos inexplicablemente; el del despegue del trabajo por cuenta propia y el del cumplimiento por los contribuyentes de sus obligaciones tributarias; y también el de la abolición de las prohibiciones irracionales, para que el absurdo no alimente más violaciones, corrupción e impunidad.
En ese país al que le ajustamos hoy las velas, entre todos los cubanos patriotas, los periodistas tendremos que ser más periodistas: informar y no desalentar jamás; investigar y no desmayar ante los errores y el secretismo. Cumpliríamos así con un prelineamiento que el propio Raúl nos trazó el 9 de julio pasado, cuando escribió en nuestro diario La Coletilla: "... considero que este es el espíritu que debe caracterizar a la prensa del Partido en sus exámenes, ser transparentes, críticos y autocríticos, porque es la manera en que podremos extraer la única utilidad que tiene el análisis sincero de los errores: sacar las experiencias; de lo contrario, seguiremos ocultándolos y repitiéndolos una y otra vez, como ha estado sucediendo".


Historia:


Eva Perón me salvó la vida un 19 de Diciembre de 1948.

Saúl Macyszyn nos relata como conoció la solidaridad de Evita y también su eterno agradecimiento hacia ella.

Este 19 de diciembre, se cumplen 62 años del día que Evita me salvó la vida, todos los días le rindo mi agradecimiento y sentido homenaje recordándola con mucho amor. Trabajando y esforzándome por ser lo más solidario posible, a imagen y semejanza de su inconmensurable amor por la gente necesitada y sufriente. Mi historia de vida es la siguiente: Nací el 10-10-1938, en el Barrio La Calabria de San Isidro, Pcia. De Bs. As. En un hogar de familia muy humilde, mi padre era obrero y mi madre trabajaba como empleada doméstica, tenían 3 hijos. Mi vida fue la de un “chico de barrio pobre” muy difícil. Sufrí un accidente el 19 de diciembre de 1948, fecha muy recordada por los memoriosos sanisidrenses. Esta desgracia ocurrió más precisamente en la barranca de la calle Roque Sáenz Peña y las vías del Tren del Bajo, hoy llamado el Tren de la Costa, cuando un camión que intentaba subir dicha barranca, por un desperfecto mecánico, se desbarrancó, subió a la vereda, me atropello y me aplastó contra un alambrado terminando incrustado en una casa, por este accidente padezco las siguientes discapacidades: amputación del brazo derecho, disminución visual, y secuelas en ambas piernas Ese día Eva Perón, se encontraba visitando el viejo Hospital de San Isidro y al enterarse de que tenía muy pocas posibilidades de vida, por indicación médica me hizo trasladar de urgencia al Hospital Rawson de Capital Federal. Mi padre desesperado quería vender su humilde casa para contratar cirujanos especializados, entonces Evita intervino para que sea atendido gratis por el mejor cirujano del país que en ese momento era el afamado y recordado Dr. Ricardo Finocchietto, eminencia mundial en cirugía general, quién después de numerosas operaciones y largos periodos de rehabilitación logro el milagro de que yo volviera a caminar. La carta de Evita solicitando su atención gratuita hoy forma parte del Museo Evita, al lado de los libros que la Fundación Eva Perón me obsequiará, junto con la beca que me permitió acceder a una muy buena educación, para luego convertirme en un profesional autosuficiente, formar una familia con 3 hijos, y llegar a ser un empresario solidario de alta responsabilidad social. Pero también fue un muy buen regalo un “tren a cuerda y desarmable”, no muy común en aquellas épocas, que no solo me entretuvo cuando no podía caminar sino que me permitió estar muy acompañado por muchos amiguitos de la vecindad, que como yo jamás habíamos visto tan importante y llamativo juguete. Lo llamo mi “Trencito De La Felicidad” que hoy luce en una de las vitrinas especiales del Museo Evita, (Sito en Lafinur 2988 C.A.B.A.), donde más que por mi nombre me conocen como “El Niñito del Tren”. Es innegable que Evita sigue vigente en todos aquellos que como yo levantamos su antorcha de la solidaridad haciendo lo imposible para emularla auque sea mínimamente. Mis enormes esfuerzos en ese sentido me convirtieron en Presidente de Fundación MS. Micro Emprendimientos Solidarios que crea empleos para personas discapacitadas, los dos emprendimientos “socio-laborales-solidarios” más importantes son: La Panchería DISCAPANCH (Discapacitados vta.Panchos), que funciona hace más de 10 años, las 24 hs. en el interior del Hall Central de la Estación de Trenes de Retiro, Línea Mitre.- y el Locutorio DISCATRAB (Discapacitados Trabajando), sito en Alvear 280 de Martínez, que fue inaugurado en el año 2003. Hoy, además de los servicios comunes de todo Locutorio, brinda telefonía para hipoacúsicos e Internet para no videntes. La Fundación MS. también brinda ayuda y asesoramiento gratuito en la temática discapacidad. En forma pública quiero decir Gracias Evita y manifestar que me siento reconfortado y feliz de formar parte de los innumerables testimonios de vida, que confirman una vez más, que ayudar a quién se lo considera desahuciado, perdido y sin remedio vale la pena. Que bueno sería que todas las personas más encumbradas socialmente y toda la comunidad en general tratáramos de imitar la solidaridad y compromiso social de Evita, y así tener una mayor y mejor integración y justicia social en nuestro querido país.
Desde siempre para honrarla trato de ayudar al máximo y con mucho amor al prójimo.