sábado, 11 de septiembre de 2010

Foto de la semana:

Enlaces de interés:

1) Presentación en el Centro Cultural del Bicentenario el Plan Estratégico Territorial, que es un ante proyecto de ley que pretende cambiar el modelo de organización territorial de nuestro país a través de la planificación de la obra pública:

http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fwww.youtube.com%2Fwatch%3Fv%3DFBAt9S2drEQ&h=a2944f_R-zeHvaOBW9aQWDNKrbQ

2) Las ventas de Clarín no paran de caer:

http://elnoticialista.blogspot.com/2010/09/las-ventas-de-clarin-no-paran-de-caer.html

3) El ministro de Trabajo aseguró que "la participación en ganancias es derecho constitucional"

http://elnoticialista.blogspot.com/2010/09/el-ministro-de-trabajo-aseguro-que-la.html

4) El jefe de bloque de Diputados Agustín Rossi habla sobre el proyecto que se voto sobre salideras bancarias, acá les dejo el video.

http://www.youtube.com/watch?v=EfuRzKSUJHQ

Encuentro en el Luna Park



Me remito a las palabras de mi primo José Maestre:

Muchachos, muchachas, primos... el martes 14 el Pingüino habla en el Luna Park y, no sólo tenemos que estar ahí, tenemos que convocar a quien podamos. El martes se va a buscar dar un mensaje al resto de la sociedad. El mensaje dirá claramente: somos muchísimos. Somos mayoría. Los jóvenes están con este gobierno más allá de lo que digan los diarios y la tele.

Por eso no buscamos llenar el Luna Park, buscamos hacer reventar las calles aledañas. Buscamos copar Corrientes y Alem también. Entonces les pido, primos, que vayamos sea como sea y que invitemos a los que sabemos que están cerca de este proyecto. Aunque no militen pero sí compartan que este gobierno fue lo mejor que nos pasó en los últimos 30 años. Tenemos que sumar, de a uno, de a dos, como sea. Con la novia, con algún amigo, con un vecino… claro que debe ser sub 45.

Este acto va a ayudar a romper la espiral del silencio, va a hacer sentir a todos esos que están dudando que no están solos. Que no están equivocados, que somos muchos los que votamos y los que marchamos. Los que salimos a decirlo y que discutimos en el laburo, en una cena o en el supermercado chino. Somos muchos y vamos a ganar en el 2011 para demostrar que Carrió falló una profesía más.

Resumen político semanal

Carta Abierta

Un nuevo fallo judicial ordena las reincorporaciones a canla 13- TN de Ricardo Junghanns y Marcelo Moreira (ambos delegados de los trabajadores de prensa)

No es fácil ser un trabajador de prensa del multimedios

Buenos Aires 3 de septiembre de 2010

Después de 11 años sin representación gremial de los trabajadores de prensa en Canal 13/TN, ocho compañeros fuimos elegidos delegados en diciembre de 2008. Por supuesto, lo habitual, desde ese momento quienes suscribimos esta carta tenemos prohibido el ingreso a la empresa.

No es fácil ser un trabajador de prensa del multimedios más poderoso de la Argentina. Por lo general los trabajadores no elegimos ni concebimos a nuestros patrones a nuestra imagen y semejanza.

Vimos desde adentro crecer la influencia y el peso del monopolio en la sociedad. Su avaro apetito de maximizar ganancias a costa de trabajadores despedidos o precarizados

Sufrimos, hasta el límite de poner en riesgo nuestra propia salud, las presiones diarias para que ningún contenido quede fuera de control.

No es fácil ser un trabajador de prensa del multimedios y saber que de nuestros sueldos, fuera de todo parámetro convencional o paritario, dependen la alimentación, la salud y la educación de nuestras familias.

Sabemos y aprendimos con la experiencia que cuando confrontamos por un modelo distinto de periodismo y empresas periodísticas nos enfrentamos a directorios aliados de dictaduras militares. Las escalofriantes imágenes de connivencia casi familiar de la heredera del monopolio Ernestina Herrera de Noble con los dictadores Lanusse y Videla inaugurando Papel Prensa son de una violencia simbólica para muchos suficientemente “ejemplificadora” del lugar que deben ocupar los reclamos en este tipo de empresa. Los compañeros periodistas desaparecidos, perseguidos o exiliados son testimonios por demás elocuentes.

“No es éste un lugar para libre pensadores”, reflexionaba a viva voz Carlos De Elía, Gerente de Noticias de Canal 13. “Sólo somos soldados”, repiten sus capitanes en la Redacción.

La mirada atenta de las cámaras de seguridad cubriendo todas las perspectivas posibles y la policía privada recorriendo los pasillos son recursos extremadamente eficaces para el control hasta de los deseos.

Como verán, no es fácil ser un trabajador de prensa en el multimedios.

En una encuesta de opinión que realizamos entre más de 150 compañeros, y que fuera presentada como prueba en la Justicia, algunos datos resultaron reveladores: el 55% expresó que se siente a disgusto en la empresa y que percibe un clima laboral malo o muy malo. La abrumadora mayoría de un 97,5% considera que el diálogo con la empresa no es bueno. El 91% siente que no hay instancias para opinar libremente. El 86% que recibe presiones injustificadas de sus jefes. El 40% declara haber tenido problemas de ansiedad, estrés o depresión a causa del trabajo. Y casi la mitad dice haber tenido que recurrir a medicamentos contra esas mismas patologías.

No es fácil ser un trabajador de prensa del multimedios.

En los años 2007/8, después de mucho tiempo de silenciamiento obligado y esfuerzos "clandestinos”, nos atrevimos a denunciar las condiciones laborales que sufríamos. La total indiferencia al Convenio Colectivo de Trabajo. La falta absoluta de respeto al Estatuto del Periodista. La falta de libertad de sindicalización. La reincorporación de los compañeros despedidos. Todas condiciones que abonan la idea de que el multimedios es un territorio desprovisto de derechos constitucionales sólo comparable a la Argentina del terrorismo de Estado.

Y la respuesta a nuestros reclamos no tardó en llegar. Repatriaron a la Gerencia de Recursos Humanos de Artear S.A. a un viejo conocido de los trabajadores, el licenciado Ángel Franco Cosentino, el mismo que echó a cientos de compañeros allanando el camino para que Clarín se alzara con Canal 13 en los 90”. Carrera que continuó con despidos injustificados y persecutorios en Canal 9 y América.

No es fácil trabajar en el multimedios sobre todo si la decisión es organizarse junto a otros compañeros. Quince de nosotros fuimos despedidos o castigados por este intento organizativo.

En nuestro caso, desde el día 1º de diciembre de 2008, después de más de 10 años de trabajo, la empresa nos impide el ingreso por haber sido elegidos delegados de los trabajadores de prensa.

Aún recordamos cuando, 24 horas antes de las elecciones gremiales, el licenciado Ángel Franco Cosentino amenazaba que, como nosotros, las urnas “NO ENTRARÍAN” a la empresa. Finalmente, pese a estas maniobras, 104 compañeros eligieron una comisión interna después de once años sin representación sindical.

El 7 de julio de 2010, ya son varios los fallos en el mismo sentido, la Justicia volvió a condenar a la demandada Arte Radiotelevisivo Argentino (ARTEAR) S.A. a reinstalarnos en nuestros puestos de trabajo y al pago inmediato de nuestros salarios, por cuanto “(…) los despidos fueron nulos (…) productos de actos ilícitos”.

No permitir la organización gremial de los trabajadores es atacar la libertad de expresión.

No reconocer los fallos de la Justicia es creerse un poder superior al Estado mismo.

No es fácil ser trabajador de prensa del multimedios, mucho más difícil aún ser un trabajador organizado con opiniones independientes.

¿Cuántas comisiones internas de delegados fueron despedidas sin titubeos? Por supuesto que recordamos la lucha de los compañeros del diario Clarín por organizarse y permanecer, con ellos aprendimos.

En junio de 2008, en un acto por demás pletórico de anuncios, realizado en un estudio del canal, el Gerente de Noticias Carlos De Elía anunciaba la fusión técnica de Cablevisión y Multicanal como la coronación del exitoso e irreversible proceso de concentración de empresas, cuyo origen fue, ahora queda claro, el saqueo de la dictadura militar y las privatizaciones menemistas. Más de 250 canales, anunciaba como parte de guerra, forman esta extensa red de “Periodismo Independiente”. Para su control se recurriría a una nueva gerencia que se haría cargo de la “necesaria homogenización de contenidos” que “como el General Roca, en el buen sentido” explicó, correría las fronteras de la comunicación en la Argentina.

Dos años después asistimos al debate de la nueva Ley de Servicios y Medios Audiovisuales que tira por tierra aquella ley de la dictadura que diera marco legal a la monopolización de los medios de comunicación y el manejo discrecional de los contenidos.

Para los trabajadores, la monopolización significó menos ocupación y más trabajadores precarizados. Menos periodistas y más periodistas silenciados.

Por eso la Ley de la democracia no puede ser objeto de chantaje para los trabajadores.

Democratización de los medios de información, pluralidad, libertad de expresión, defensa de las fuentes de trabajo, aplicación de las convenciones colectivas y el Estatuto del Periodista, paritarias libres con trabajadores organizados, son caras de una misma moneda.

Porque no es fácil ser trabajador de prensa del multimedios afirmamos que ningún trabajador puede ser despedido o extorsionado. Nos merecemos dar la batalla por un trabajo digno, por más libertad de expresión, por más y mejor democracia.

Ricardo Junghanns, Teléfono: 111550202540

Marcelo Moreira, teléfono: 111569688423

Delegados de los Trabajadores de Prensa de Canal 13/TN





Glifosato, un herbicida sin control

Si bien es un insumo tan estratégico como el gasoil, aún no tiene un marco normativo adecuado. La siembra masiva de soja transgénica, no sólo en el campo sino también en zonas muy cercanas a los cascos urbanos, trajo aparejados fuertes cuestionamientos sobre la aplicación de agroquímicos, cuyas consecuencias aún son imprevisibles, y ha motivado que el tema del uso de pesticidas sea puesto bajo la lupa judicial.

Durante el 2009 se sucedieron hechos que hicieron evidente la falta de una discusión y tratamiento del tema de los agroquímicos, a la vez que mostraron la existencia de fuertes posiciones antagónicas, incluso en el ámbito científico, como consecuencia del llamado Informe Carrasco y la respuesta al mismo por un grupo de científicos del Conicet.

La soja RR fue diseñada para usarla junto con el glifosato que es considerado un herbicida, concepto que puede corroborarse en la Guía de Productos Fitosanitarios. Ahora bien, este paquete tecnológico requiere un uso apropiado del mismo con miras a una correcta aplicación y una protección de la salud y el ambiente en todo el territorio de la Nación, en particular las prácticas asociadas con aspersiones aéreas para los cultivos de Soja RR.

El glifosato, a principios de 2010, representaba el 37% del total de herbicidas utilizados en la producción agrícola argentina, por lo que su importancia en el actual modo de producción agraria es tan grande que lo han llevado a ser un insumo estratégico y con el mismo nivel de dependencia que el gasoil para la actividad.

A pesar de que el consumo de estos productos está en constante aumento, no contamos a nivel nacional con un marco normativo adecuado con respecto al embalaje, distribución, aplicación (épocas del año, condiciones climáticas, características de suelos y napas, poblaciones cercanas, existencia de especies en peligro de extinción, etc.).

Es prioritaria la necesidad de abordar el fenómeno de la expansión de la frontera agrícola trascendiendo el coyuntural posicionamiento líder de la soja, y así planificar y ordenar el desarrollo sustentable del sector con una perspectiva de corto, mediano y largo plazo.

En ese sentido, también resulta esencial la adopción de medidas de índole económica y fiscal que incentiven prácticas agrícolas orientadas a un uso sostenible del territorio y la imposición de tasas o impuestos que desmotiven el uso inapropiado del suelo y que complementen las estrategias regulatorias.

Entre las recomendaciones más destacadas para un mejor funcionamiento del sistema existente y un apropiado uso de los productos fitosanitarios se destacan:

• Promover el tratamiento y la sanción de una ley de presupuestos mínimos de manejo integral de los productos fitosanitarios, desde su producción, pasando por su comercialización y utilización hasta su disposición segura (productos y envases), con la finalidad de dar un tratamiento inequívoco y armonizado en todo el territorio nacional de cuestiones fundamentales.

• Propender a la sistematización de la normativa existente, especialmente a nivel nacional, dado que existe una numerosa cantidad de normas de diversa jerarquía y temáticas que se encuentran dispersas. Esto es un factor que influye negativamente en la aplicación y cumplimiento de la normativa ambiental tanto para los reguladores y aplicadores como para los ciudadanos y los usuarios del sector privado.

• Reforzar y promover una ampliación del sistema federal creado en el marco de la autoridad nacional, dado que el uso de pesticidas involucra intereses interjurisdiccionales, y que existen dificultades presupuestarias para el control, y carencia de políticas públicas provinciales.

• Fomentar la observancia de las buenas prácticas agrícolas.

• Garantizar que la sociedad civil cuente con el debido acceso a la información respecto del uso y gestión de productos fitosanitarios.

• Impulsar que las autoridades ambientales generen, sistematicen y pongan a disposición, información sobre los efectos actuales que está generando la utilización de pesticidas (fitosanitarios) sobre ecosistemas frágiles cercanos a zonas de alta productividad, así como también un registro de los problemas ambientales centrales por regiones, y de las acciones de mitigación de impacto que se estuvieren promoviendo actualmente y para el futuro.

• Aumentar la conciencia pública sobre los efectos en la salud y el medio ambiente derivados del uso de los agroquímicos y la importancia de mejorar su marco normativo a través del contacto sostenido con medios de comunicación masiva. Es fundamental que el Estado promueva la investigación de los efectos de los agroquímicos en la salud y el ambiente.

Fuente: Por Fundación de Ambientes y Recursos Naturales en http://sur.elargentino.com/.



El Grupo Clarín es el cáncer moral más grave del país

Víctor Hugo Morales, crítico durante más de una década de los atropellos del Grupo, analiza el nuevo contexto político-mediático, luego de la Ley de Medios, Fútbol para Todos y el informe sobre Papel Prensa.

Quien es habitué de sus programas, lo sabe. Sabe de su incansable lucha contra el poder avasallante de Clarín, de sus diatribas contra los abusos naturalizados y de sus rezongos frente a las defecciones de los más diversos gobiernos ante las posiciones dominantes del Grupo. Sabe de su persistencia en la crítica y sabe, también, de su inclaudicable vocación por hallar hendijas donde filtrar la idea de que otra forma de hacer periodismo es posible. Pero, sobre todo, sabe que estas posturas no nacieron abruptamente ni vieron la luz de manera súbita, merced a intereses oscuros. Años de trajinar en solitario lo avalan. Por eso es que no sorprende su férrea defensa de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ni su apoyo a la creación de Fútbol para Todos ni el decidido respaldo a cada una de las iniciativas que tienden a cambiar el concentrado mapa de medios. Por más que eso, le haya traído nuevas antipatías y algunos sinsabores. En la entrevista con Debate sobrevuelan estos temas y deja en claro de qué manera se puede hacer todo esto sin perder nunca el espíritu crítico.

Siempre fue una figura importante de los medios y más de una vez, a partir de opiniones jugadas, protagonizó alguna que otra polémica o debate, futbolero o no. Pero supongo que nunca le pasó lo de hoy: dividir tanto las aguas y coleccionar amores y ciertos odios al por mayor.

Sí, daría esa impresión. En verdad, uno nunca sabe demasiado bien dónde está parado. Tiene algunos elementos para ubicar el papel que está jugando. Pero creo que debo coincidir con esa idea.

De todos modos, se lo ve a sus anchas en ese rol, jugando el partido que hace tiempo deseaba jugar.

No. Me pasó jugarlo. Entré sin darme cuenta. Uno debe dar testimonio de sus ideas y de sus convicciones en el momento en que es requerido. Lo que diga aquí puede aumentar el nivel de confrontación que imponen mis dichos. No busqué la nota. Ocurre. Lo que no hago es esquivar el bulto. La actualidad te convoca a dar testimonio sobre lo que uno piensa, sobre cómo veo la vida, el mundo, lo que sucede a mi alrededor. Y lo hago. Lo que sí aumentó, es la frecuencia con la que digo estas cosas.

¿Se siente más libre, tal vez?

Nunca he sentido que haya tenido límites para manifestar lo que sentía. Sucede que todo está en función de qué es lo que me preguntan o en qué ámbito uno está inmerso. Me parece que, respecto de varios de los temas de actualidad, hablé muchísimas veces con la misma energía que ahora, sólo que el contexto era diferente. Si hablamos de las denuncias contra el famoso Grupo Clarín, he sido un tirador solitario y un poco aventurado. No desde ahora, desde hace quince años, por lo menos. Y de esos quince años, los últimos diez los atravesé en un estado de desencanto feroz respecto de la sordera, el desinterés y la indiferencia del resto. Pero nunca ha sido distinta mi actitud. De pronto, estos temas se convirtieron en importantes para alguna gente y, por supuesto, no esquivo la oportunidad de decir lo que pienso.

Le cambio la pregunta entonces, ¿se siente reivindicado, de alguna forma, por muchas de las cosas que están sucediendo?

Extraordinariamente feliz y apoyado, de alguna manera, por este nuevo contexto político y social.

En estos días, en una crítica a su nuevo programa, un periodista del diario La Nación hablaba de un “persistente encolumnamiento” suyo respecto del kirchnerismo. ¿Le molesta que lo etiqueten de esa forma?

No. Porque es un acto miserable de un miserable. No sé quién lo dijo ni me interesa. Pero una persona que habla así es un esbirro, un lacayo y, además, un imbécil. Solamente una persona que quiere observar una parcialidad de mi trabajo periodístico puede pensar que hay un encolumnamiento. Podemos transitar tema por tema y se va a observar que no es así. Si la cuestión es Fútbol para Todos o Ley de Medios, que son dos de mis caballitos de batalla desde hace quince años, puedo inferir que el que habla de un encolumnamiento lo hace hasta por celos. Lo que se encolumna con lo que he dicho toda mi vida, en todo caso, es este contexto y esta etapa política. Podría ser hasta soberbia mi expresión, pero es absolutamente cierta. Después están los temas más ligados a cómo uno piensa el mundo.

¿En qué sentido?

Descubrir ahora que soy una persona con ideas de centroizquierda o de izquierda… Solamente lo puede descubrir ahora, alguna persona no avisada. Que, entonces, esté a favor de la estatización de las AFJP, que vea con simpatía la presencia muy fuerte del Estado, que aplauda que el carro de la política vaya por delante del carro de los economistas… Tengo un libro que habla de estas cosas.

Un grito en el desierto se llama.

Exacto. En ese libro, mi amarga queja era que mandaban los economistas. En la Argentina y en buena parte del mundo. Y que no iban a promover jamás cambios que favorecieran a la gente porque los cambios se producen desde la política.

Se imagina que, de aquí en más, le van a disparar con munición aún más gruesa.

Sí. Estoy seguro. Pero también vienen mimos y afectos más intensos. La exposición es muy alta. Lo que salió desde las usinas de Clarín respecto de mi connivencia por diez millones de dólares puede haber sido creído por algún desprevenido. Ponen al servicio de la parte más miserable de la sociedad argumentos miserables, y juegan a creer en ellos. Pero, muchas veces es bueno ignorar ciertas críticas, porque pueden generar un recorte en la energía con la que uno da batalla por estos temas.

Respecto de la pelea Gobierno-Clarín, en más de una ocasión, durante estos meses, sostuvo que la cuestión era “ahora o nunca”. ¿Estamos en ese momento cúlmine?

Hay dos o tres aspectos para observar. En cuanto a la necesidad de clavarle banderillas a ese poder, entiendo que ahora es el gran momento, la gran batalla. Es “ahora o nunca”. Se reduce un poder que, desde mi punto de vista, que es el mismo desde hace quince años, ha sido y sigue siendo un poder mafioso. Enorme, profundo y radicalmente mafioso. Hace mucho, pero mucho tiempo, que sostengo que el cáncer moral más grave del país es el Grupo Clarín. Con el Grupo Clarín entero, no se puede ir hacia ningún lado positivo. Por eso digo que hay cuestiones éticas por las cuales vale la pena dejar algunos jirones personales en el camino, como los riesgos de que intenten hacer más daño con insultos a través de Internet o a través de gente que van a buscar para que hable mal de mí y erosionen mi credibilidad. Y más vale la pena, cuando ves que ya hay algunos resultados estimables.

¿Por ejemplo?

Creo que nunca más el Grupo Clarín va a poder hacer lo que hizo hasta aquí, de la manera en que lo hizo. Puede recuperarse, pero no va a ser lo mismo. Y su recuperación, si se da, va a depender de dos cosas: muchos años de decencia continuada a partir de ahora, y aire fresco. Es decir, no lo puede lograr con las personas que tiene hoy adentro. Hoy está herido en lo más importante, en lo que puede quedar herido un grupo periodístico: en la cre-di-bi-li-dad. La gente ya sabe de qué estamos hablando cuando decimos Clarín. La desgracia ha sido, primero, la conformación de los multimedios. Segundo, la conformación de los oligopolios a partir de la conformación de los multimedios. Y, por último, que esos oligopolios avanzaran sobre intereses no periodísticos y pusieran en juego la esencia de nuestro trabajo para defender otro tipo de intereses.

¿Le sorprendió la incapacidad del Grupo Clarín para resistir la arremetida del Gobierno?

Todos los imperios empiezan sus caídas por el exceso de autoestima. ¿Cómo iba a pensar el Imperio Romano que iba a caer? Por el exceso de autoestima y por la ausencia de autocrítica sobre qué se hace con la posición dominante que se tiene y el abuso en el que se cae. Estos factores, de alguna manera, generan el estado de inocencia con el que terminan comportándose. Jamás se vieron venir una arremetida así. Jamás pensaron que alguien les iba a hacer lo que les hicieron. Corajes aislados, loquitos sueltos como yo, totalmente ineficaces frente a esa posición dominante, siempre existieron. Pero la relación de fuerzas de Clarín conmigo, por ejemplo, era de una a un millón. Ahora, no pensaron que alguien, que gusta del poder, osara confrontarlos. Con ellos sólo estaba permitido relacionarse dándoles más poder para, así, obtener migajas de poder a cambio. En este autoengaño cayeron todos los gobiernos anteriores y cae ahora, lastimosamente, la oposición. Se siente poderosa porque le dan un poco de pantalla y espacio en los diarios. Pero el poder que le ofrecen es de poca monta.

¿Temió algún tipo de acuerdo Clarín-Gobierno? Algunos aventuraban eso.

En algún momento apareció una nota de Jorge Asís, al que sé bastante informado de las cuestiones referidas al peronismo, que decía eso, precisamente. Que se había producido una reunión entre Magnetto y Kirchner. Quedé un tanto desconfiado, como no podía ser de otra manera, porque la política es brutal. En la nota, de manera injusta, Asís también me daba un pequeño palito. No porque lo haya dicho así, sino porque me pongo el supuesto sayo. Pero lo más duro de aquella nota era que hablaba de una supuesta traición de Kirchner a las Abuelas de Plaza de Mayo. Es decir, le asignaba a Kirchner un acuerdo en el que cometía la mayor de las traiciones. Porque un día podría defeccionar en Fútbol para Todos, podría quitarle fuerza a la Ley de Medios, podría devolverles Fibertel, podría dejar prosperar la fusión de Cablevisión y Multicanal, pero lo que me parecía brutal era que traicionase a las Abuelas. Creo que lo que yo diría de Kirchner, si efectivamente hubiera sucedido, hubiera superado en diez veces lo que pienso de la perfidia de Clarín. Me asustaba pensar de lo que era capaz de decir de Kirchner si esto hubiera sido cierto. Por suerte, los hechos posteriores parecen haberlo desmentido por completo.

Recién hablaba del rol de la oposición. ¿Qué papel cree que jugará, de ser gobierno, sobre esas cuestiones que usted tanto ha defendido? ¿Hay margen para revertir el sentido de esas políticas?

El tiempo les está jugando en contra, porque el Fútbol para Todos, por ejemplo, ya se instaló. En estos días, incluso, salió una encuesta de Ibarómetro en la que la mayoría de la gente se manifestaba a favor. Y es difícil que no fuera así, porque hay factores muy positivos detrás: integración de la familia, pertenencia, devolución a la gente de lo que es de la gente, el disfrute de millones de personas que estaban al margen de algo tan popular como el fútbol y un largo etcétera. En consecuencia, va a ser más difícil que eso suceda, pero lo pueden hacer. Ciertas actitudes incalificables, por lo serviles, de la oposición dejan abierta la puerta. Por eso, una buena estrategia del Gobierno, en la disputa electoral, será preguntarles qué van a hacer con todo esto, que se expidan de antemano. Tendría que ser algo muy taxativo, para que la gente supiera.

¿Le sorprenden declaraciones como las de Elisa Carrió hablando, por ejemplo, del “necesario contrapoder” de Clarín?

No. Carrió es mi desembarco en el mayor desencanto que he tenido en materia política. Me he negado durante estos últimos años a reconocerlo, a asumirlo, porque le he tenido verdadera simpatía en la medida en que había en ella un poder de denuncia y una transparencia que me parecían excepcionales. Pero se fue produciendo un cambio, incluso antes de la aparición de temas vinculados con Clarín, que se ha acentuado ahora. En mi corazón, que Lilita diga que los hijos de Ernestina Herrera de Noble son “nuestros hijos”, es inaceptable y fundacional de un sentimiento de rechazo muy profundo.

¿Cómo cree que procesa todo esto la sociedad? ¿Se han activado mecanismos de defensa más altos para ver qué hay detrás de cada tema?

Estamos en un momento maravilloso. Los que piden tolerancia son los intolerantes. Nadie tiene que andar pidiéndola. Yo no pido que mis hijos, en una discusión entre ellos, se callen. Quiero que hablen más para entender quién tiene razón, si es que tengo que laudar sobre algo. Y, como ciudadano, pido lo mismo. No pretendo que, de buenas a primeras, aparezca una foto de Biolcati, Kirchner y Magnetto. No es una foto posible, no sería creíble. Si apareciese esa foto, sería porque habrían hecho un acuerdo como el que decía Asís, traicionándonos a todos.

¿Cómo caracteriza políticamente al Gobierno? Hasta no hace mucho tiempo, le costaba caracterizarlo como progresista. Hoy ya no duda tanto.

Acá puedo mostrar la coherencia a la que siempre aspiro. Yo decía que no era un gobierno progresista cuando todo lo progresista que había era el litigio con el campo. Cuando decía eso no teníamos estatización de las AFJP, no teníamos Fútbol para Todos, el Gobierno no se había peleado todavía con ese cáncer que es Clarín, no había la Ley de Medios, no teníamos Asignación Universal por Hijo. Hasta esas medidas, claramente progresistas, todo lo que estaba bien sostenido eran los derechos humanos. Con los derechos humanos no alcanzaba para que pudiera ser considerado un gobierno de izquierda. Claro, todavía les falta.

En su primer programa de televisión, le marcó la agenda en ese sentido, con crítica incluida sobre la ausencia de debate frente a la despenalización del aborto.

Claro. Les falta la despenalización del aborto o, por lo menos, la decisión y el coraje de ponerlo en la agenda. El coraje, por ejemplo, que tuvo Raúl Alfonsín cuando sancionó la Ley de Divorcio. Le costó buena parte del gobierno, lo erosionó mucho. Por eso, Alfonsín sigue siendo el dirigente que más quiero en materia política, más allá de los errores cometidos. Hoy, hasta la derecha es capaz de otorgar una asignación para evitarse algunos disgustos. Por ejemplo, esquivar muertos de hambre por la calle. Más por esto que por sensibilidad, claro. En ese sentido, la cuestión minera o la cuestión de los glaciares siguen siendo dos temas en los que el Gobierno todavía tambalea o resbala, viendo cómo puede caer de la mejor manera. Y en cuanto a la despenalización, el Gobierno pasa frente a esa puerta y, un poco abochornado, baja la cabeza.

¿Seguirá abochornado?

No. El plan, que no deja de ser inteligente, es que al tema lo tomen como bandera sectores que están a la izquierda o que acompañan al Gobierno por izquierda, para luego darle el apoyo final y decisivo. Pero que lo pongan en práctica de una buena vez.

Como pasó con la Ley de Matrimonio Igualitario.

Exacto. No me importa quién lo anuncia en Olivos. Me importa que se haya dado la discusión. Más te digo: ni siquiera es imprescindible para mi hambruna ética, que salga en lo inmediato la despenalización del aborto. Quiero que lo pongan sobre la mesa. Por supuesto, después no me va alcanzar con eso. Pero, en este momento, ya aplaudiría que lo pusiesen sobre la mesa. Sobre estos temas, lo del Gobierno ha sido oscilante. El matrimonio igualitario se demoró un tiempo porque la Presidenta tenía que ir a ver al Papa. ¿Para qué quiere la Presidenta ir a ver al Papa? ¿Quiere una foto, un honor? ¿Qué es lo que significa ver al Papa cuando vos pensás tan distinto, como seguramente ella piensa? No sólo con respecto a este Papa, sino a la cúpula nacional y mundial de la Iglesia.

Ya crucé el Rubicón

¿Cómo vive todo esto en términos más personales?

Creo que pasé un punto de no retorno, que es lo que hay que lograr en la vida. Ya crucé el Rubicón y me importan tres pepinos la pertenencia que me podían haber atribuido. Mi pertenencia sigue siendo las pocas personas que saben cómo soy en la vida, la habitabilidad feliz de mi propia persona y gente de un valor intelectual que me importa muchísimo. Pero ni siquiera a esas personas les pertenezco. Conozco gente que queda rehén del deseo de no romper con todo. No es lo que me pasa. Por ejemplo, hace tres meses le escribí a José Ignacio López, que es una persona que quiero muchísimo, por más que ahora estemos, no en veredas opuestas, sino en polos distintos, y le dije que ofrecía mi sillón de la Academia Nacional de Periodismo si era necesario, porque sé que no es un ámbito en el que en este momento me aprecien. Pasos como éste he dado varios, sin importarme qué había para perder. No puedo tener mimos de la gente que ama a Biolcati-Bergoglio-La Nación-Clarín-Papel Prensa-hijos de Ernestina y, al mismo tiempo, de los pibes que quieren cambiar el mundo, que tienen utopías, que aman la Ley de Medios como una bisagra, que creen que el Fútbol para Todos es un verdadero avance. No puedo. Para que se entienda: no se puede juntar las cabezas de Ricardo Forster y de Santiago Kovadloff. No se puede desear tomar un café con los dos y pertenecerles a los dos. Hay que elegir, y yo elijo a Forster.

¿Perdió amigos por estas posiciones? ¿Dejaron de saludarlo?

En los ámbitos donde me desenvuelvo, la mirada es fría como un témpano. Algunos tienen una especie de desencanto porque me han querido bastante cuando pensaban que les pertenecía. Luego del conflicto del campo, quedé observado como una persona de centroderecha y me pegaban en la matadura los que me criticaban del otro lado, los que estaban monolíticamente a favor del criterio distributivo que esgrimía el Gobierno. Y yo sufrí en esa etapa, porque me ubicaban en un lugar en el que no estoy. Sufrir por lo que sos, vaya y pase. Pero sufrir por lo que no sos…

Más allá de la naturaleza en sí del “conflicto del campo”, ¿tiene otra visión de lo que pasó, de cómo cubrió el tema y del entramado mediático corporativo que le dio espesor?

En realidad, del conflicto no. Bueno, el entramado mediático-corporativo lo vi tarde. Me di cuenta de que formé parte, de manera sincera, de un ataque que llevaba armamentos cuando, en verdad, otros, de manera escondida, mandaban tanques de guerra. Mis argumentos de entonces los sigo manteniendo. Me parecía que la medida era un manotazo impositivo, obturaba la movilidad social, cometía la injusticia de tratar igual a los desiguales y dejaba sin expectativas de ganancias futuras. Por eso digo que, si se planteara la misma situación, volvería a tener opiniones parecidas a las que tuve. Claro, con otros reparos en cuanto a la pertenencia al grupo periodístico de ataque. Fue muy gracioso lo que me pasó. Cuando apoyé Fútbol para Todos y la Ley de Medios, empecé a ver de qué formé parte y me dio un poco de vergüenza. Me dije “yo estuve ahí, qué vergüenza”. Porque los veía actuar, los veía mentir. Todo esto generó el antivirus que es 6 7 8, por ejemplo, que es una creación de ellos mismos. Ellos lo engendraron con su versión sesgada de la realidad.

Fontevecchia y Lanata

Personas ajenas e, incluso, otrora víctimas del poder de Clarín, pusieron sus reparos sobre el tema Papel Prensa o Fibertel. Jorge Lanata o Jorge Fontevecchia, por ejemplo. ¿Le sorprendió?

Lo de Lanata no lo he podido ver, todavía. Cuando habló el otro día sobre el tema Papel Prensa, creo que fue antes de que se supiese de qué se trataba lo que iba a anunciar el Gobierno.

De todos modos, dijo que “suele estar del lado del más débil y que, en este caso, el más débil era Clarín”.

Me asombra que lo haya dicho, porque de ninguna manera es así, y Jorge lo sabe. Tengo tan internalizado que el poder más fuerte y más perverso es Clarín que me parece mentira que se diga eso. Y, además, Jorge mismo ha tenido que lidiar con ese poder desde una posición muy desventajosa. En el caso de Fontevecchia, creo que oscila entre un conocimiento del tema tal como es y el deseo de no retirarse del mundo que le resulta más habitable en cuanto a su pertenencia periodística.

¿Cómo es eso?

Él no quiere quedarse sin la relación social que implican Clarín y La Nación. Tiene una especie de pertenencia a eso, es su hábitat. Si uno toma todo lo que ha escrito sobre Papel Prensa se da cuenta de que sabe como nadie que lo de Clarín ha sido un abuso de posición dominante que no se puede calificar, por haberlo sufrido en carne propia. Ahora, él lo minimiza y se pone en el lugar de persona comprensiva que está por encima de eso, como si fuera posible. Creo que lo que más ata a los hombres es su pertenencia.

¿Es sólo eso?

Nadie, en general, se anima a confrontar con Clarín porque, además de los riesgos que conlleva, temen quedar embretados como oficialistas. Y, en el caso preciso de Fontevechia, fue muy duro para él la descalificación que sufrió cuando puso en tapa la grave enfermedad que tenía Magnetto. No sé si quedó culposo desde aquella tapa, pero recuerdo la indignación que provocó. No sé si estuvo bien o mal, sé lo que causó. Pero repito: si se uniera todo lo que ha dicho, en diferentes notas sobre Papel Prensa, estaría claro que conoce el asunto como pocos. De hecho, mucho de lo que dije sobre Papel Prensa en este tiempo lo tomé de sus artículos.

La relación con Magdalena

En Continental, se convirtió en una especie de “oveja negra” de la programación. ¿Lo siente así? ¿Es así? ¿Se lo hacen sentir así?

Lo siento así, porque es así.

Como oyente de “La mañana”, uno imagina la tensión que sobrevuela el traspaso de Magdalena a su programa. A veces, parecen evidentes los dardos cruzados, al cierre y al inicio de cada ciclo.

Yo voy siempre con una apertura deliberada y no sé bien lo que ha hecho Magdalena esa mañana, porque estoy preparando mi programa. Pesco alguna cosa, no mucho más. Por lo tanto, jamás actúo en respuesta. Hasta ayer (ndr: lunes 30), cuando Magdalena hizo un monólogo muy largo en contra de Osvaldo Papaleo, me pareció que era una obviedad que yo empezara, como tenía previsto, los primeros minutos transitando por eso, y al final lo dejé de lado. Supongo que está muy claro que hay una separación enorme de puntos de vista, pero con eso puedo convivir perfectamente. No tengo ningún recelo. Estoy hablando de la relación con Magdalena. De los demás, mejor ni hablemos.

Bajada de línea, Lidia Papaleo y Papel Prensa

El nombre de su nuevo programa de televisión, Bajada de línea, parece una contraposición directa con la idea de “periodismo independiente”, un juego deliberado. ¿Es así?

Línea es lo que se cree que a uno le bajan. Nosotros, los periodistas, podemos bajar línea para ayudar a entender a la gente. Y ésa es un poco la idea. Por otra parte, el título no es mío. Es un título juguetón de los muchachos más marketineros que producen el programa. A mí me importa tres pepinos el título.

¿Qué le pareció el primer envío? ¿Volvió a verlo?

Sí, y estoy muy contento, sinceramente orgulloso del programa. Está hecho con mucha producción, una ideología clara, una posición sin dobleces y tranquilidad de conciencia. Entonces, la nobleza del producto es indiscutible. Después, qué sé yo, el público dirá. A mí me parece que la estética del programa es buena.

¿Cómo vivió la entrevista con Lidia Papaleo, que fue todo un acontecimiento periodístico?

Muy tenso, de mi parte. Quería que quedase claro lo que creo, sé y pienso sobre el tema: Papel Prensa fue una apropiación de Magnetto y su gente.

Real y hecha con la clara complicidad de la dictadura. Ellos me piden a mí que crea en demasiadas cosas, “mirá lo que me ocurrió con Papel Prensa”. El tema, en realidad, iba a aparecer más chiquito, para que no me pasase como en la época previa a Fútbol para Todos y la Ley de Medios, cuando había gente que me decía “basta de Grondona y Clarín, hable de fútbol”.

¿Tiene ese miedo?

En La mañana, que es una propuesta de radio de la que también me siento orgulloso, la cuestión de la perfidia de Clarín y su pelea con el Gobierno se devora buena parte del programa. Por eso, tenía decidido que en la tele tuviera una incidencia menor. Pero, en ese momento, me llamaron de La Nación, me pidieron una entrevista y me acercaron una carpeta con sus argumentos. Y ocurrió una cosa increíble. Me puse a trabajar en el tema y hablé de manera personal con Rafael Ianover y Lidia Papaleo, cosa que no se me hubiera ocurrido de otra forma. ¿Por qué lo hice? Porque quería cotejar mejor aquellos argumentos. Aunque debo decir que, apenas leí las carpetas, me dije “esto no cierra”. Y así fue. Lidia firmó el último papel el 8 o 9 de marzo de 1977 y, el 14, cayó detenida.

Se cae la coartada de las fechas.

Claro, después está el tema de la presión que habían ejercido mediante los diarios que se iban a quedar con Papel Prensa y el precio que finalmente terminaron pagando: siete mil dólares en mano. No hay manera de que esto sea aceptado como verdad. Claramente, lo que dijeron fue “hagamos esto así porque, si los metemos presos, algún día esta operación no va a valer”. Es una situación de obviedad tan extraordinaria que el único argumento que, en el lugar de ellos, podrías esgrimir es “pasaron tantos años, pensamos que nunca nos iban a molestar por este tema”.

Y podría haber pasado.

Por suerte no ocurrió. Pero la historia del robo de Papel Prensa a los Graiver se supo toda la vida. Yo la escucho desde hace más de veinte años. Desde los años ochenta, por lo menos. Julio Ramos, por ejemplo, hizo mucho para que se supiera. Así que no era algo nuevo.

¿Qué vio en Lidia Papaleo?

Una mujer que encapsuló el dolor durante muchos años, como se hace con los grandes traumas, porque pensó siempre que no tenía ninguna razón para sacarlo afuera. Lo metió en una cápsula y lo mandó, digamos, a un sitio alejado de su centro cerebral. Cuando encontró un contexto propicio, nada más abrirse un poquito, sacó de ese encapsulamiento todo lo que tenía y salió dolor, bronca y hasta resentimiento. Al hablar tiene una actitud monolítica, de persona que está segura de lo que está haciendo, típico de quienes no tienen miedo de que les detecten alguna falla.

Fuente: Por Néstor Leone en http://www.revistadebate.com.ar

Internacionales:



¿En qué condiciones trabajan los chilenos?

El accidente de los trabajadores de la Mina San José provocado por la criminal negligencia de sus propietarios y la misérrima fiscalización estatal pone en el centro del debate nacional las condiciones laborales de los chilenos. Según datos oficiales, durante el 2009 se registraron 443 accidentes fatales en los lugares de trabajo; 191.685 accidentes de trabajo, incluyendo los de trayecto. De enero a marzo de 2010, las vidas perdidas en iguales circunstancias ya ascendían a 155 personas. Las cifras señaladas son entregadas por mutuales y patrones. Es decir que los números, en la realidad, son mucho mayores.

Jorge Hernández es el joven presidente del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y señala que “al año mueren alrededor de 100 obreros por derrumbe de excavaciones, electrocutamientos y caídas de altura. Y también al año, tenemos aproximadamente 200 mil accidentes laborales, desde leves hasta graves”.

Hernández explica que “las condiciones de los trabajadores de la construcción son muy precarias. Se violan prácticamente todas las leyes ligadas a la salud, seguridad e higiene, como el Decreto Supremo 594 y la ley 17.744, que concierne a las instalaciones de faena (número de baños, duchas, lavamanos, bebederos, comedores, camarines).” El dirigente asegura que en los frentes de trabajo la situación “es mucho peor ya que prima el apuro y la falta de condiciones para realizar faenas tanto en altura, como subterráneas”.

Por su parte, el presidente de los trabajadores portuarios agrupados en la Confederación de Gente del Mar (CONGEMAR), Jorge Bustos, representa un sector de larga tradición productiva.

-¿En qué contexto se desempeñan los trabajadores del puerto?

“Los trabajadores portuarios son en su gran mayoría eventuales y transitorios, sometidos a estar dispuestos siempre para cuando sean necesarios. Es decir, si tenemos buques trabajamos y si no, esperamos, sin tener ninguna relación contractual. Después de las 7 horas y media de trabajo, somos cesantes otra vez, lo que nos lleva a carecer de los “goces del mercado” como son la continuidad laboral, densidad previsional, imposibilidad de ser avales de nuestros hijos para costear los estudios superiores, y negación al acceso a una vivienda digna.”

-¿Qué aspectos son más frecuentemente vulnerados por la autoridad?

“La higiene y seguridad, la poca rigurosidad con que la Gobernación Marítima controla en accesos al puerto, la poli-funcionalidad.”

Jorge Burgos indica que el promedio de accidentabilidad es de 1,5 muertos cada año y que las desgracias son casi siempre severas, con pérdida de miembros (brazos, piernas, manos y dedos). Además de las enfermedades profesionales de la industria como la artrosis, sordera, discopatías lumbares, cáncer a la piel, “cuestiones que no asume ni el Estado ni los patrones, por causa de la informalidad de nuestro empleo”, señala el dirigente.

Otro Jorge, esta vez, Jorge Peña, presidente del Sindicato de Trabajadores de Contratistas del El Teniente Codelco notifica que las remuneraciones promedio de los asalariados del área son de $280.000 pesos, mientras un trabajador de planta gana, en promedio, $900.000 pesos y que “ya no están en producción, sólo en labores administrativas.”

En materia de seguridad, Peña manifiesta que “es muy conocido que los trabajadores contratistas cuentan con medidas casi nulas, razón por la cual, la mayoría de los accidentes nos afectan casi por completo. Los elementos de protección personal son de muy baja calidad, y en su mayoría no cumplen con los estándares de seguridad exigidos para las faenas mineras” y agrega sobre el acatamiento de las leyes laborales que “en muy pocos casos se cumplen, por lo que resulta casi "natural" que existan varias denuncias en las inspecciones del trabajo, reclamando por el no pago de horas extras; exceso de jornada de trabajo; ocultamiento de accidentes del trabajo, derivando a los trabajadores a clínicas particulares; incumplimiento de contrato colectivo de trabajo; e incumplimiento de la ley de subcontratación, pues Codelco sigue siendo quien planifica, coordina y dirige el trabajo de la gran mayoría de los trabajadores contratistas”.

Cosme Caracciolo es secretario general de la Confederación de los Pescadores artesanales y cuenta que “Los pescadores artesanales son 120 mil; es decir, hay 500 mil personas que viven del rubro. El momento actual es de sobrevivencia. Mi abuelo, con la pesca creó una familia, tuvo hijos, les dio educación. Mi padre hizo lo mismo. Yo medianamente. Pero ahora no quiero que ninguno de mis hijos sea pescador. Bajo las actuales condiciones, no hay futuro ni perspectivas. Hoy no sólo no es posible generar familias, sino que se destruyen. Y el ex Presidente Ricardo Lagos, operador de la privatización del mar, debe responder al país sobre la cantidad de suicidios de pescadores que en la Quinta Región al menos, es de uno a dos casos al mes. Muchos compañeros se van a vivir a las caletas.”

Servicios

Manuel Ahumada, presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT) y dirigente histórico del sector gastronómico y hotelero, enfatiza que “el principal problema que tenemos es la jornada de trabajo. El sector tiene una jornada especial (al igual que las trabajadoras de casa particular que tienen jornada de 72 horas semanales), toda vez que el artículo 27 permite hasta 60 horas en 5 días”, y Manuel añade que “En muchos locales se descuenta por quiebre de loza, pérdida de ceniceros. En otros, el patrón se queda con las propinas y las distribuye entre los trabajadores (más allá de los garzones que son los que las reciben), usando este ingreso como parte del sueldo al contratar. Y son cientos los establecimientos donde no hay baños en cantidad ni calidad suficientes. Además, no se envía a los trabajadores a la Mutual de Seguridad en caso de accidentes, y no se escrituran los contratos.”

En el ámbito de los trabajadores independientes, Avercio Parra, Coordinador General del Persa Zapadores y vocero de Sindicato “El Esfuerzo” de Lampa, dice que “nuestros problemas están asociados al costo de las patentes; la mitad de los trabajadores son de la tercera edad y no tiene salud adecuada, hay competencia desleal de los grandes supermercados; enfermedades a los huesos y cardíacos por la baja temperatura en cual se trabaja.” En Chile, existen más de 100 mil feriantes y fuerza de trabajo asociada que sufren los embates de la tiranía de las supercadenas, donde sólo Líder (Wal-Mart en el país) ya se ha apropiado de alrededor del 35 % de todo el mercado.

La Confederación de Trabajadores de Empresas Privadas (CEPCH) reúne entre sus sindicatos a asalariados del mundo del aseo, empresas normalmente externas que laboran para compañías grandes y medianas. El presidente de la CEPCH, Rubén Villanueva, expresa que las situaciones de inseguridad laboral son las más frecuentes y que ellas “se presentan con especial regularidad en los sectores menos especializados de los trabajadores como son las empresas subcontratistas del aseo, y dentro de estos los trabajadores -aproximadamente 10%- que trabaja en la limpieza de vidrios en altura, donde las condiciones de seguridad son constantemente burladas por los empresarios. Esto ha significado en varias oportunidades la muerte de trabajadores o la discapacidad parcial que no es cubierta por indemnizaciones”.

Francisco Bravo es uno de los dirigentes sindicales de los nuevos tiempos: joven, limpio, luchador e informado. Representa a trabajadores de los call centers, los cuales “prestan atención a España y otros países. Con esto nos vemos perjudicados en los feriados legales ya que nos regimos por calendarios extranjeros, y lo mismo pasa dentro del país” y suma que “en un reportaje de TVN y en el diario La Nacion, Nicolás Kokaly, presidente de la Asociación Chilena de Empresarios de Call Center, pidió una mayor flexibilidad para este sector ya que de lo contrario podrían emigrar sus capitales a Perú y Colombia, como ya ha ocurrido con Entel y Movistar, porque la mano de obra allá es mas barata. Sin embargo, el sector genera más de 350 millones de dólares anuales y tiene un crecimiento sostenido de un 20%”.

Los trabajadores de la industria financiera que opera en Chile, laboran en uno de los sectores más rentables del país. Pero ello en caso alguno se corresponde con las condiciones de trabajo de sus empleados. El dirigente Luis Mesina denuncia que “Detrás de la ventanilla de los bancos hay un trabajador muy pobre. Ese que ve la gente cotidianamente, es uno de los trabajadores más pobres de la banca. Un trabajador cuyo salario oscila entre los $ 180 y $ 300 mil pesos. Ese trabajador que se esconde tras una apariencia tremendamente pulcra y celosamente presentable, es el más castigado de la banca. Sin embargo, está muy bien provisto de posibilidades estratégicas para convertirse en una persona con derechos que le permitan tener una familia y proyectos de vida. Y de manera contradictoria, por sus manos pasan millones de pesos a diario. Ese sujeto, por la prepotencia del sistema empresarial, vive humillado permanentemente.”

Proletariado agrícola: Temporeros

Alicia Muñoz es la presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI, organización que sólo el 26 de agosto pasado, por octavo año consecutivo, conmemoró el Día Nacional de las Asalariadas Agrícolas.

La dirigente del sector dice que “lamentablemente cada año, más que evaluar avances, continuamos sumando víctimas producto de las condiciones en las que trabajamos, no solamente las mujeres de la agro exportación, las trabajadoras del campo, los trabajadores del campo y la ciudad, los mineros. Cada temporada debemos lamentar la muerte o accidentes graves, que pudieron ser prevenidos, si los empresarios con sus gigantescas ganancias, hubiesen invertido en mejorar las condiciones de seguridad”.

Según las últimas investigaciones del Centro de Estudios de la Mujer (CEDEM), las condiciones en que se realiza el trabajo asalariado agrícola, en particular de las mujeres, está ligado directamente a la calidad de vida y la salud, por tanto, los factores de riesgos “no sólo son físicos, ambientales o químicos, sino que están vinculados a la forma que adquiere la contratación de la fuerza de trabajo”.

Alicia comunica que “los y las asalariadas son contratadas generalmente por faena, lo que en la actualidad no se justifica, puesto que existe un ciclo regular y predecible, es decir cada año, cada temporada , se necesita la misma cantidad de trabajadores para realizar las mismas faenas”.

La principal representante de ANAMURI lamenta que “Sigue siendo normal aplicar plaguicidas estando las y los trabajadores en los huertos; no respetar los períodos de reingreso, y el criterio de la ganancia prima por sobre la vida y la salud de las trabajadoras”. En ese contexto, Alicia Muñoz relata el caso de “Cecilia Ortiz, trabajadora agrícola de la región de Atacama, quien sufrió un grave accidente con resultado de pérdida de vida. Y hasta el momento, la empresa “La Ruta” de Copiapó sigue negando tener cualquier responsabilidad en su muerte, pese al informe forense. El caso continúa en los tribunales de justicia, y hasta ahora no existe ningún pronunciamiento”.

Casos como “el de Cecilia, de Victoria en Talca, Cristiana en la novena” se convierten en cifras que siempre quedan en lo oscuro, incluso cuando en la región del Maule, en la temporada 2009 se constataron “más de 50 accidente con consecuencias fatales o sea 50 pérdidas de vidas humanas y más de 130 lesionados gravemente. En la actualidad, van a la fecha 94 accidentes, por accidentes laborales en esta región, quedando los y las trabajadoras en la más absoluta indefensión”, concluye Alicia Muñoz.

Las cifras y la organización del trabajo

El capitalismo en el país se funda sobre la exportación de recursos primarios, pobremente elaborados. Las exportaciones representan el 40% del PIB (valor de todos los bienes y servicios finales producidos dentro de una nación en un año determinado), y los productos básicos constituyen las tres cuartas partes de las exportaciones totales. El cobre por sí solo, ofrece un tercio de los ingresos del gobierno. La venta de recursos se distribuye entre China 14,2%, EE.UU. 11,3%, Japón 10,4%, Brasil 5,9%, Corea del Sur 5,7%, Holanda 5,2% e Italia 4,4%.

El PIB está compuesto por un 50,5% de industria; 44,7% de servicios; y un 4,8% de agricultura. Dentro de los productos industriales están la exportación de celulosa, metanol, productos químicos y agroalimentarios; y la industria forestal, del salmón y el vino. Por el lado del trabajo, en Chile hay casi 7,5 millones de personas asalariadas, de las cuales en la agricultura labora un 13,2%; un 23% en la industria; y un 63,9% en el sector servicios. Un 10 % de la fuerza de trabajo está cesante, según moderadas cifras oficiales.

En general, la informalidad, deslocalización, fragmentación y precarización del empleo, son los modos y tendencias predominantes de la organización del trabajo en el país. Ello es parte de la estrategia de los que mandan para aumentar su tasa de ganancia.

Según la Universidad de Chile, del 100 % de los trabajadores, sólo un 40 % tiene contrato indefinido. El 60 % labora por cuenta propia, son empleados sin contratos, a honorarios, a plazo fijo o por faenas; tienen bajos sueldos, carecen de previsión, salud y capacitación. El 30 % restante tiene una calidad de empleo “más o menos decente”; y sólo el 10 % de “alta calidad”.

Respecto del fenómeno creciente del subcontratismo, en 1999 el 43 % de las empresas subcontrataban, porcentaje que el 2004 ya llegaba al 50, 5 % (Dirección del Trabajo). Sin embargo, desde 1999 hasta el 2004, la subcontratación en actividades económicas principales (ya no en funciones indirectas al servicio o producto eje de la empresa) aumentó del 14,5 % al 20,7 %. Estimaciones hablan de que hoy el contratismo y subcontratismo suman a 2 millones 500 mil trabajadores; esto es, alrededor de un 30 % de la fuerza laboral total. En este sentido, las relaciones de subcontratación viven una ampliación que junto y como parte también de la precarización del trabajo, constituyen la tendencia predominante.


Fuente: Andrés Figueroa en http://www.visionesalternativas.com.mx/




Retirada de Irak: Un cambio de escenario

Que luego de más de siete años de ocupación ininterrumpida, los usamericanos hayan abandonado Irak, es dudosamente cierto porque aún permanecerán en su territorio un total de 50 mil soldados destinados a “preservar la seguridad y la democracia”. Una democracia absolutamente inestable de la que aún siguen huyendo los propios iraquíes ya que según datos de las ONU son alrededor de 6 mil las personas que diariamente siguen cruzando las fronteras de Siria y Jordania. Una cifra que globalmente ha llegado a conformar un 40% de las familias profesionales de Irak viviendo en el extranjero. Hay quienes suponen que a esta innoble retirada de Irak, seguirá la de Afganistán. Sin embargo no creo que se trate de un cambio político radical, sino de un simple cambio de escenario. La intervención de los EEUU en el Asia Meridional ha venido fortaleciéndose hasta crear situaciones preocupantes en las que se mezclan las mentiras del presidente de Pakistán, las de la embajadora de los EEUU y las declaraciones del mismísimo fundador del más grande ejercito mercenario conocido, el llamado Ex Services, cuyo nombre oculta actualmente el del ya tristemente célebre Blackwater.

Se trata en consecuencia de que luego de dejar exhausto al expoliado Irak, los EEUU necesitan concentrarse en lo que resta de Afganistán y en su inmediato apoyo estratégico Pakistán. De modo que pretextando que los fundamentalistas Talibán y algunos miembros de Al Qaeda se han refugiado en Karachi, y en otras ciudades como Quetta y Peshawar, los EEUU están ingresando un importante número de mercenarios disfrazados de ayuda humanitaria. Una presencia que no pasa desapercibida a los propios paquistaníes quienes vienen detectando la evidencia de un plan destinado a destruir las bases espirituales y organizativas de su país a través de atentados suicidas, incentivación del fanatismo religioso y de las tendencias separatistas de algunos grupos étnicos.

El último pedido masivo de visas de entrada al país destinadas a 650 ciudadanos usamericanos, entre ellos 200 marines obtenidas por los EEUU, no sin cierta reticencia de la embajada Pakistaní en Washington, con la excusa de que se necesitan más personas para ayudar a Pakistán y “así poder avanzar en cuestiones económicas, de seguridad y de asistencia agrícola” sumado a la importación de grandes cargamentos de armas (hacia Afganistán como hipotético destino, aunque desembarcadas en Karachi) a través de una empresa paquistaní relacionada con Blackwater dejan poco lugar a dudas.

Una muestra del cinismo del fundador de Blackwater Eric Prince es la respuesta que dio a quién le preguntara si no le preocupaba que sus “combatientes” al ser ilegales no estuvieran protegidos por los Convenios de Ginebra. “De ningún modo –contestó Prince – porque esa gente no sabe ni dónde queda Ginebra ni mucho menos qué clase de convenio se firmó allí”

A esta preocupante situación se han venido a sumar las torrenciales lluvias del monzón que ha desencadenado el peor desastre natural de la historia de Pakistán, dejando a 17 millones de damnificados, sin techo, sin agua potable y sin alimentos y anegado un quinta parte del territorio, generando un interminable éxodo hacia tierras altas que prácticamente ha paralizado al país. y ha producido pérdidas estimadas por el gobierno en 43 mil millones de dólares.

Esta dramática situación no ha detenido sin embargo los ataques espontáneos o estimulados contra las minorías religiosas, últimamente la chiita en la ciudad de Lahore (de unos 8 millones de habitantes) en la que a raíz del estallido de tres bombas, al menos dos de ellas provocadas por un suicida, quedó un saldo de 26 muertos y más de 200 heridos. A los que se han sumado uno similar en la ciudad de Quetta con 53 muertos y 197 heridos y otro en Peshawar en el que murió un oficial de policía y hubo otros tres heridos. El Instituto Pakistaní para la Paz informó que desde 2009 han muerto en el país 12 mil personas víctimas de sucesos violentos, una cuarta parte por atentados terroristas.

No hay dudas de que la intervención usamericana encontrará allí un excelente caldo de cultivo para justificar su intervención y disimular sus propios intereses ya que todas esas manifestaciones de violencia y las ocasionadas por los ataques de aviones usamericanos no tripulados en la extensa frontera afgano-paquistaní contra supuestos refugios Talibán no tienen otro objetivo que lograr la balcanización de Pakistán e interponerse de este modo en la ruta del gas y del petróleo, el corredor energético que abastece a China, desde Irán, una nación a la que no puede atacar abiertamente como lo hiciera con Irak porque, contrariamente a aquella que no tenía, como quedó demostrado, armas de destrucción masiva, Pakistán sí forma parte de los países que disponen de ojivas nucleares.

Estas son algunas de las razones por las que los EEUU necesitan instrumentar allí una estrategia de penetración diferente y hacia ella están trasladando sus pingües negocios bélicos. La envergadura del negocio de la guerra no parece declinar sino que va adaptándose maquiavélicamente de acuerdo con las características, de la región, las circunstancias políticas y la idiosincrasia de las poblaciones que pretende dominar sin amilanarse siquiera ante el reguero de desolación y muerte que va dejando a su paso sobre la faz del planeta.

Fuente: Susana Merino en http://www.visionesalternativas.com.mx.

Documento político:

La consigna para Ignacio Molina fue: ¿Por qué sos kirchnerista?

Esta es su respuesta:

-Soy kirchnerista porque soy responsable; porque soy padre; porque la paternidad y la treintena me ablandaron el ego y el narcisismo; porque los hechos me demostraron que es muy fácil y simplista creer que uno haría las cosas mejor que los que las hacen y me ubicaron mejor en la realidad; porque dejé de creerme parte de una vanguardia iluminada y pasé a integrar las filas del populismo; porque en los últimos años la palabra política dejó de ser una mala palabra; porque con el kirchnerismo se instalaron temas que parecían acabados e imposibles de revivir; porque las discusiones sobre política dejaron de ser teóricas y utópicas para instalarse en la realidad concreta y cotidiana; porque con el kirchnerismo volvieron a escucharse palabras como Estado, justicia y distribución no sólo como parte de consignas panfletarias; porque no me creo tan puro como para no apoyar al gobierno pese a sus evidentes falencias y contradicciones; por la formidable asignación universal por hijo; por la notable reducción de los índices de desempleo, pobreza e indigencia; por la estatización de las jubilaciones; por los millones de personas que se pudieron jubilar sin haber hecho aportes; por los aumentos periódicos de jubilaciones y salarios; por la ley de medios; por la derogación de la ley de obediencia debida y por la inconstitucionalidad de los indultos; por el descabezamiento de las Fuerzas Armadas y la policía; porque el kirchnerismo tiene los enemigos políticos que yo quiero tener; por el apoyo constante a la producción y el fomento de las pequeñas y medianas empresas; por la estatización del correo, de las fábricas de aviones y de las transmisiones de fútbol; por haber puesto a los militares y a la Iglesia en su lugar; porque hoy no es conocido el nombre del jefe del Ejército; por el intento de la 125 y los discursos de Cristina en la Plaza de Mayo; por el espanto de los gorilas de toda clase; por la reinvidicación de los derechos de los pueblos originarios; por la ley de bosques; por la futura ley de entidades financieras, por los discursos de Cristina en general; por la ley que refuerza los derechos de las empleadas domésticas; por el principio de no reprimir las protestas sociales; por el apoyo a las cooperativas de construcción de viviendas; por autoproclamarse como un gobierno popular; por la fiesta del bicentenario; por la ley de medicamentos genéricos; por haber descolgado el cuadro de Videla y por haber colgado los cuadros de próceres latinoamericanos en la Casa Rosada; por la amistad con los gobiernos latinoamericanos que impulsan el socialismo del siglo XXI; por canal 7 y por canal Encuentro; por la ley de inmigrantes; por la derogación de la ley de flexibilización laboral; por el apoyo a las Madres de Plaza de Mayo y por acompañar la búsqueda de hijos de desaparecidos por parte de las Abuelas; porque muchos periodistas e intelectuales que respeto son kirchneristas y porque muchos periodistas e intelectuales nefastos son furiosos antikirchneristas; porque ya no vienen cada dos meses los representantes del FMI a dar órdenes a los ministros de Economía; por no haber cedido a los pedidos de ajuste de la oposición tras perder la elección legislativa; por el aumento para el presupuesto destinado a la educación; por la expropiación de la ESMA; porque imagino que si no se dejara influenciar por su antiperonismo mi papá sería kirchnerista; por todo lo que falta; porque sé que estoy muy lejos de vivir en una sociedad ideal pero que lo único que puedo hacer para acercarme a eso es empujar al gobierno criticándolo y corriéndolo pero también reivindicando sus conquistas; porque si se cae el kirchnerismo no viene un gobierno revolucionario y superador sino uno de derecha y reaccionario; me siento kirchnerista no porque sea un adulador incondicional de Néstor y de Cristina sino porque sé que sus zonas oscuras y las presuntas mafias que las sostienen no son patrimonio exclusivo de este movimiento sino de toda la sociedad, y nadie tiene por qué sentirse al margen de ella; soy kirchnerista porque creo que para cruzar el río hacia la orilla más limpia primero hay que embarrarse los pies.


[Nacho Molina nació en Bahía en 1976. Escribió los libros Los estantes vacíos (cuentos, Entropía), Viajemos en subte a China (poemas, Pánico el Pánico) y Tribus urbanas (crónica, Kier). Integra el colectivo artístico El Quinteto de la Muerte, que acaba de sacar por Una Ventana La fiesta de la narrativa. Mantiene el blog Unidad funcional. Es papá de Fausto y vive en Buenos Aires.]