jueves, 22 de diciembre de 2011

“Este gobierno es la más clara expresión del movimiento nacional y popular de los últimos 50 años”



El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, encabezó el sábado un encuentro de militantes en el Sindicato de Trabajadores de Televisión donde estuvo también Patria Grande.

El ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, reivindicó a Néstor Kirchner y Cristina Fernández, al sostener que “colocaron al trabajo como uno de los valores fundamentales de esta etapa de crecimiento económico con inclusión social” y en tal sentido remarco que “este proyecto político pase lo que pase, aparezcan las disputas que aparezcan, tiene un ADN que nos marca definitivamente, que es su vínculo con los trabajadores”.
Tomada realizó estas declaraciones durante un encuentro de militantes del espacio que lidera dentro del peronismo metropolitano, que tuvo lugar en las instalaciones del Sindicato de Trabajadores de Televisión, el sábado 17 al mediodía.
En un encendido discurso, el ministro señaló que “es un buen ejercicio pensar cómo se logra pasar del 22% a construir una nueva mayoría popular en la Argentina, que de testimonio de los debates y demandas que hoy tienen los habitantes de nuestra Patria. Esto es lo que (Néstor) Kirchner interpretó”. “Yo no comparto  mucho esta idea de la ráfaga de la historia, de algo que empezó inesperadamente –enfatizó Tomada-. Por supuesto que fue inesperada en los términos del pensamiento único dominante, pero el gran mérito de Néstor kirchner es haber entendido la diversidad de las demandas que había en esta sociedad. Que era necesario absorber aquellas demandas, aquellas convicciones, de las que el peronismo es legítimo portador por pertenencia histórica, por trayectoria popular, pero que había que sumar, comprender y escuchar lo que eran las demandas de un pueblo que había sido postergado y fracturado con un designio expreso, frío y calculado a partir del 24 de marzo del ’76. Ahí empezó esta historia, que culmina el 19 y el 20 de diciembre de 2001, cuando el pueblo en la Patria dijo basta”.
Continuando con su análisis de la historia reciente, el ministro interpretó que “fue necesario que Néstor Kirchner se hiciera cargo de un gobierno que empezó a cambiar la historia, a provocar y provocarnos que hiciéramos el esfuerzo de salir de ese pensamiento único, de esa suerte de sentido común que se había establecido, donde parecía que todo debía analizarse desde la racionalidad económica, desde el cuidado de determinados principios fundamentales que curiosamente eran los que habían derramado desde el Consenso de Washington en toda América latina. Todo eso lo teníamos incorporado y Kirchner estuvo dispuesto. Esta es también, valga la anécdota, la explicación de cuando preguntaban por qué Kirchner hablaba desde el atril todos los días. Había que producir un quiebre en el discurso para poder penetrar y dar el debate cultural del que habla Cristina y que hoy podemos decir que hemos empezado a triunfar. Porque el debate cultural empezó el 25 de Mayo de 2003, cuando en el atril de la Casa Rosada, Kirchner volvió a hablar del estado activo, de la inversión pública, de la solidaridad, de la justicia social y del trabajo no registrado. Eso provoca la ruptura; es la seña que Néstor Kirchner da”, insistió.

“Una sola clase de hombres y mujeres”

Carlos Tomada aseguró que “nuestro gobierno y nuestro proyecto político reconducen fundamentalmente a una sola clase de hombres y mujeres: los que trabajan. Y para ello era necesario salir de esquemas políticos y económicos que nos planteaban un país para pocos y unas multitudes contenidas con planes sociales”
Al hacer referencia al debate sobre el trabajo rural que por estos días tiene lugar en el congreso de la Nación, el ministro adelantó que “vamos a celebrar como un día histórico el día que se apruebe el nuevo Estatuto del Trabajo Rural, porque nos hemos hecho cargo de un hecho de reparación histórica, de un gobierno que ha venido a reparar muchos temas que fueron olvidados, desaparecidos, ocultados. No solamente los derechos humanos en ese sentido fuerte y potente que todos les damos, sino los derechos humanos de ayer, de hoy y de siempre. Por eso, este estatuto que va a ser aprobado es un hecho de reparación histórica para los trabajadores rurales que han venido soportando primero con la dictadura, pero después con los gobiernos democráticos, una norma laboral que lleva las firmas de Martínez de Hoz y Videla”, subrayó.
Admitió que “vamos a tener tiempos difíciles, seguramente, pero ahí vamos a estar todos nosotros multiplicados por 10, por 100 y por lo que haga falta para defender este proyecto. Decía ayer muy bien el ministro del Interior, Florencio Randazzo, que la mejor forma de defender a los trabajadores es cuidar a este gobierno y esa es una nuestra primera tarea. Y vamos a prepararnos y fortalecernos para estar al lado de este gobierno en cada una de las medidas que impliquen la profundización del proyecto nacional y popular, porque este es el mandato de Cristina, porque esta es la tarea que ella se ha puesto sobre los hombros y nosotros tenemos que estar al lado para acompañar este proceso de transformación”.
“Tenemos desafíos por delante, porque está claro que la derecha no se va a rendir –puntualizó-. El debate parlamentario de los últimos días es un fiel testimonio, porque digámoslo claro: cuando hay intereses económicos concentrados que se oponen a la sanción de una ley, esa ley es justa, por esa sola definición. Este proyecto político puso de pie a la Nación, impulsó una nueva etapa de crecimiento económico y lo hizo saliendo del infierno, como dijo Néstor”, recordó el ministro.
Al aludir a la expresión “sintonía fina”, que acuñó semanas atrás la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, comentó que el concepto “indica cómo vamos a ir mejorando para poder profundizar las medidas que hemos tomado y, por eso, en el tema de los subsidios no empezamos por cualquier lugar. La sintonía fina es empezar por el lado de la demanda; es arrancar por el lado que paguen los que tienen que pagar. Todos los procesos de ajuste anteriores lo que hacían era sacarles o ponerles más costo a los que menos tenían. Esto es exactamente al revés: los que ponen son los que más tienen”.
En tono irónico, reclamó “que se la vayan sacando con peine fino los que creen que acá hay cambio de dirección, que viene una etapa diferente que va a tender a los intereses concentrados. A nosotros no nos va a venir a dar clase la derecha. No nos va a venir a dar clases de peronismo Magdalena Ruiz Guiñazú. Que no se preocupen; que no se pongan a hacer análisis, no los necesitamos. A Evita la defendemos nosotros. No hace falta que nos recuerden y nos digan que tenemos que hablar de Evita”.

Reconocimiento a la militancia

Al reivindicar el rol de la militancia, remarcó que “los doscientos que estamos acá estuvimos presentes en todas las actividades, en todas las esquinas, en todas las movilizaciones, en cada momento que fue necesario. Todos sabíamos que podíamos contar con el otro. Y así empezamos a trabajar; y así seguimos creciendo; y así nos fuimos consolidando; y así logramos consolidar un piso muy importante en la Ciudad de Buenos Aires en  este año. En todas y cada una de las elecciones que hubo, pudimos demostrar que ese es el piso con el que vamos a partir para el objetivo máximo, que es lograr desplazar a la derecha del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que el Frente para la Victoria pueda tener la posibilidad de construir esa mayoría, que le permita gobernar la Ciudad de Buenos Aires a partir de 2015”.
“Lo vamos a hacer sorteando dificultades –reconoció-. Y lo vamos a hacer siendo generosos, siendo amplios, siendo plurales y sabiendo que tenemos una identidad que es el peronismo. Esa es nuestra fuerza troncal. Alguien decía que el FpV es la expresión del peronismo en los tiempos que corren. Es una interpretación, pero también es cierto que el FpV no existiría si no partiera de esa identidad peronista. Pero la construcción que estamos haciendo, que estamos pensando y alrededor de la cual debatimos y militamos es más amplia; es plural. Requiere de todos aquellos que coincidan en la necesidad de fortalecer a este gobierno, que es la más clara expresión del movimiento nacional y popular de los últimos 50 años”.
Continuando con su reconocimiento a la labor de las diferentes agrupaciones que conforman su espacio en el peronismo metropolitano, Tomada afirmó que “esta militancia, de la que ustedes son testimonio vivo, a mi me llena de orgullo y no me alcanzan las formas para agradecer lo que hicieron, lo que hacen y lo que van a  seguir haciendo. No porque lo hagan por uno u otro, sino por esa recuperación de la necesidad de pelear por lo que creen justo, por esta idea de la militancia de la que ustedes son referencia. La militancia que entiende cuáles son las necesidades de nuestro pueblo, que las asume como propias y batalla por ellas cada día para que se conviertan en un derecho. Eso es lo que ustedes hicieron parados en la esquinas y reuniéndose para debatir. No me voy a sacar de la cabeza ninguna de estas escenas. Gente grande, que podría mirar cómo ocurren las cosas, comprometida, repartiendo folletos, hablando con la gente, convenciendo, explicando. Como no me voy a sacar de la cabeza cada una de las reuniones a las que he ido, donde jóvenes compañeros que se han sumado a la militancia estudian, se sientan, subrayan documentos y discuten alrededor de ellos. Eso también es hacer Patria; eso también profundiza. Ahí me van a tener siempre acompañándolos, junto con los compañeros de los sindicatos, de las organizaciones sociales, de las organizaciones políticas y agrupaciones del peronismo de la Ciudad de Buenos Aires; junto con todos aquellos que tengan ganas de sumarse a este esfuerzo para mantener bien alto las banderas el proyecto nacional y popular”.
Advirtió que “para profundizar tenemos que organizarnos. No podemos juntarnos espasmódicamente. No podemos esperar al 2013 para elegir uno o varios candidatos para ese turno legislativo; o esperar al 2015 para ver si elegimos a alguno que más o menos de bien y más o menos represente a todos y más o menos nos permita engrupir a algunos de la Ciudad de Buenos Aires y con eso ganar. No, compañeros, nosotros tenemos que construir fuerza política desde ahora, porque tenemos poco tiempo”, agregó.

Convocatoria.

En el tramo final de su mensaje, el ministro Tomada consideró que “lo que necesitamos en esta hora es ser más fuertes, amplios, plurales y generosos” y, al mismo tiempo, se mostró confiando en que “lo podemos hacer. No nos sobran los tiempos, pero aquello de ‘en su medida y armoniosamente’ no viene mal. Podemos y debemos trabajar y a eso los quiero convocar: a una unidad de esta fuerza, a la construcción no de un espacio, sino de una propuesta que pueda sumar a otras y pueda ser generosa en la convocatoria a fuerzas aliadas. Que sea una referencia, donde los sectores juveniles, los sectores políticos con otras historias e identidades puedan sentirse cómodos y sentir que participan del proyecto, que nos pueden acompañar desde distintos lugares. Que generamos los espacios para los estudios, las propuestas para la construcción de un proyecto para la Ciudad de Buenos Aires que enamore de una vez por todas a esta ciudad”.
“Ese es un desafío que tenemos –indicó Tomada-, porque algo no hemos hecho todavía lo suficientemente bien. Porque para enamorar a la Ciudad de Buenos Aires no nos alcanza con cuestionar cómo se conforma esa mayoría. No nos alcanza con cuestionarlo a Macri, que ya sabemos lo que es y lo que puede dar. El tema es lo que nosotros somos capaces de hacer para sumar voluntades que acompañen la efectiva presencia del FpV y sus fuerzas aliadas en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En eso vamos a poner todos los esfuerzos, porque creemos que ha llegado la hora de construir todos los días una fuerza política que nos permita participar en el debate nacional en un momento de la historia política que va a seguir siendo el espacio del debate para que las fuerzas nacionales y populares vuelvan a ratificar el triunfo en el 2013 y en el 2015. Porque ahora la derecha está nerviosa –Kirchner lo diría mejor-, porque sabe que está empezando con la misma fuerza de siempre, al día siguiente del 23 de octubre, el tercer período del proyecto nacional y popular”, concluyó.






Autor: José Yapor

Fotos enviadas por Mirta León.

Carta de La Cámpora a Iván Heyn.

El economista callejero. 

Estos asuntos de economía y finanzas son tan simples que están al alcance de cualquier niño. Sólo requieren saber sumar y restar. Cuando usted no entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende es que están tratando de robarlo. Cuando usted entienda eso, ya habrá aprendido a defender la patria en el orden inmaterial de los conceptos económicos y financieros.” 
Así arrancaba casi siempre, con esa frase de Scalabrini Ortiz, sus charlas sobre temas económicos. Casi un lugar común entre los economistas del palo, pero en su caso, además de citarla la ejercía con consecuencia apasionada. Su compromiso era con todo. Como militante universitario fue presidente de la FUBA. De vendedor callejero de artesanías llegó a ser un joven economista brillante. Como bailarín de tango terminó poniendo una milonga. Como amigo y compañero fue un gran amigo y un gran compañero. 
Hoy se nos fue Iván Heyn, un cuadro integral, un militante completo, un economista callejero. A pesar de su solvencia, de sus enormes conocimientos y de una inteligencia muy por encima de la media, su pasión siempre fue poder explicar las complejidades de la economía de manera tal que las entiendan los que las sufren. O sea, el pueblo. 
Te vamos a extrañar, gordo, por polémico, por las noches en las que aprendimos a discutir de política y de economía como una forma de afianzar y sellar un compromiso y una amistad, hasta la última hora y hasta el último culito de fernet. Por tu docencia constante, porque no había un tema en el mundo del que no pudieses dar una visión más o menos novedosa, combinando el monto justo de técnica y estaño. Por tu ritmo arrollador e imparable. Por tu cabeza galopante. 
Con vos se va un pedazo de nosotros. Te vamos a extrañar mucho. 

Tus compañeros de La Cámpora. 

Fuente: Publicado el 21 de Diciembre del 2011 en Tiempo Argentino.

Nuevas relaciones de fuerza.

Los cambios en la política nacional respecto a la nueva composición del Congreso de la Nación

Desde siempre, tanto en este país como en todos y por una cuestión de lógica en favor de la acumulación privada de capitales a cualquier costo por parte de los dueños de esos capitales, los que son pocos y tienen mucho- las élites de nuestros países- ansían quitarle cuanto poseen a los muchos que tienen poco o que no tienen nada. Nada que ganar, nada que acumular, nada que soñar, nada de nada. Este proceso empezó en realidad mucho antes de asumir el nuevo mandato de la Presidente, con la corrida al dólar y con los titulares siempre apócrifos, mentirosos y de segundas intenciones de los medios todavía hegemónicos. Sin embargo, la brecha entre esas élites, entre los que más tienen y los pobres (esos que no tienen nada de nada o apenas sí tienen muy poquito) sólo en Argentina y en otros países latinoamericanos conducidos por gobiernos populares pudo disminuir de forma considerable mientras se amplía en todos lados. Se amplía no por la crisis global y sus consecuencias (eso solo es así en una primera etapa, cuando todo estalla y se nos caen los paradigmas de los dominantes) sino por las políticas aplicadas para supuestamente resolver las causas de esa crisis en los países centrales lo que solo redunda en una profundización y agravamiento de las consecuencias de la crisis en cuestión. A pesar de todo lo anterior, los grupos de poder y sus élites insisten en el neoliberalismo, en las tesis y paradigmas del hambre, de la pobreza, de la exclusión y la marginación como si el tema no tuviera que ver en realidad con la inclusión o exclusión de los trabajadores del mercado de empleo, de los bienes de consumo o de la posibilidad misma de ejercer de manera concreta sus necesidades y derechos como ciudadanos. Entonces, en esta globalidad fuertemente neoliberal, que además es muy reaccionaria y competitiva, el paradigma democrático y humanista, que funda y da sostén ideológico, cultural y racional a las políticas democráticas y populaes, que definitivamente destierra la exclusión, la pobreza y en general las más graves consecuencias de la reacción de los neoliberales, necesita menos narcisistas descansados y más acción. Mucha más acción en favor de los trabajadores, sus familias y urgencias. Hay que prever así las jugadas de las élites y de los sectores opositores que los representan y que siempre buscan desestabilizar el régimen popular. De hecho, estudian el modo de colocar al país cerca de la crisis para hipotecar su porvenir. Incluso, ciertos sindicalistas conspiran para lograr ganancias futuras olvidándose de las condiciones en que el país y los propios sindicatos se encontraba, no tan lejos, por ahí a fines del 2001.
Tampoco tendríamos que olvidarnos de la Sociedad Rural y de todos sus lacayos, de sus reacciones y movilizaciones por ahí en marzo del 2008 cuando quisieron llevarse por delante a un gobierno democrático y popular, que insiste en la defensa del trabajo, la producción, la dignidad y la soberanía nacional. Cuando la situación política interna lo amerita (por ejemplo en relación a la necesidad de movilizarse durante ese conflicto en particular) no podemos dormirnos en los laureles ni podemos ir sólo unos cuantos a Plaza de Mayo (cosa que efectivamente no sucedió en relación con ese conflicto) porque nada más ni nada menos que el 72% de las 500 firmas líderes del país son controladas por capitales extranjeros que responden a intereses foráneos. A pesar de que en estos ocho años triplicaron las ganancias respecto del lapso 1990-2002, casi en plena convertibilidad, todavía codician más y más. Los avala la Ley de Inversiones Extranjeras y así giran al exterior todas y cada una de esas utilidades mientras que la rentabilidad para los bancos roza el 70% anual, de lo ya remitido durante el 2010 que superó en un 1100% la enviada en el 2003 al extranjero. Es decir, con el trabajo de los argentinos, con el esfuerzo nacional, de los grupos populares que históricamente siempre tuvieron todas las de perder, se está financiando la crisis de las economía de los países centrales. Sin embargo, hoy todo esto puede cambiar porque el país entra en una nueva etapa signada por la primacía política del gobierno de Cristina. Todo esto se puede limitar con el nuevo Congreso de mayoría oficialista y porque además la mayoría de estas corporaciones- que remiten sus utilidades al exterior- nunca cumplieron con su obligación de reinvertir ganancias en la economía nacional. Siempre se fugaron los capitales pero es legal. La diferencia es que ahora podría ser ilegal o por lo menos limitarse considerablemente.
A partir de ahora, la nueva relación de fuerzas definitivamente nos favorece políticamente y este no es un tema de menor cuantía, un tema de carácter técnico o económico sino que en primer lugar- como todo problema colectivo, que nos incumbe a todos y donde todos somos responsables de sus causas, consecuencias y eventuales resoluciones- es un tema profundamente político porque es la soberanía del país la que se juega. Es la lógica del nuevo régimen lo que está en juego, su estancamiento o, muy por el contrario, el avance y la consolidación de las razones de la cultura popular. Más tarde, quizá no haya chance de poder controlar esa tremenda fuga de capitales, ni tampoco la posibilidad de sancionar mediante reglas y normas impositivas. La seguridad jurídica y la gobernabilidad general del régimen político- que remite a ciertas definiciones centrales sobre el bien común, sobre las formas de crecimiento y desarrollo, necesariamente tiene que privilegiar al inversor, sea nacional o foráneo, que respeta las normas vigentes. Este es uno de los legados de Perón y de Kirchner que se manifiesta hoy en la movilización y participación de millones de militantes populares en todos los rincones de la Patria porque a estas alturas la palabra “Patria” se escribe con mayúsculas. Nunca la coacción y reacción, el movimiento y la presión oligopólica foránea puede obligar a que subordinemos el bienestar y la soberanía a la voracidad hegemónica de los grupos de intereses que hay detrás de esas corporaciones.
Lo importante es que dada esta nueva relación de fuerzas, el Frente para la Victoria y sus aliados políticos suman los votos necesarios en ambas cámaras como para lograr convertir en leyes los diversos proyectos del Ejecutivo y nada indica que el panorama se modifique de aquí a diciembre de 2013 cuando se renueve un tercio del Senado y la mitad de la Cámara de Diputados. A la oposición mediática y corporativa encabezada por el Grupo Clarín y La Nación esta nueva relación de fuerzas en favor del oficialismo los dejan en una situación por lo demás alarmante para sus intereses desde siempre minoritarios porque ya no podrán pensar en maniobras de fuerte impacto mediático como mantener a Martín Redrado atrincherado en el Banco Central o ya no podrán, en complicidad con los parlamentarios que les son afines, dejar al gobierno sin presupuesto nacional. Sólo le queda decir que el gobierno no quiere escuchar a la oposición cuando de lo que se trata es de efectivamente ejercer una mayoría que le fue confiada por el 54% del electorado. De ahí que el rumbo a seguir de ahora en más no puede ser otro que ahondar en el camino que empezamos a transitar en el 2003. Esta es una situación poco común en la historia de nuestros países y de la Argentina en particular porque además contamos con la ventaja de la juventud que lloró a su líder y que hoy banca con todas sus fuerzas al gobierno nacional. No me refiero sólo a La Cámpora sino también a los miles de jóvenes que no militan pero que votaron por este proyecto y que saldrán a la calle si la reacción busca otra vez imponerse por la fuerza. Cuenta con miles de jóvenes que fueron capaces de romper con el inmovilismo y el conformismo, con la falta de compromiso, el egoísmo y el individualismo que predicaron y predican hasta el cansansio los grupos de poder para mantenernos quietos, ahí no más.
Las cosas cambiaron y hoy la Presidente no lo es de las corporaciones sino de los trabajadores argentinos. Actualmente en Argentina manda una conductora política profundamente patriota que maneja sus tiempos con un talento político- estratégico donde todo está en su medida porque cada día se construye algo nuevo, se crean y se conquistan derechos en favor de los sectores socialmente mas vulnerables. Si surgen tensiones y presiones hay que reaccionar siempre en favor de esos sectores porque solo la genuina generación de empleos (y la custodia de éstos) nos conduce al crecimiento con equidad, nos conduce a la justicia social y a un desarrollo más armonioso y equilibrado en todos los aḿbitos.

Referencias bibliográficas:

Anguita, Eduardo: “Sesiones y épocas extraordinarias” en Miradas al Sur de la edición del 11/12/2011.
Alberto Daneri: “Las cartas sobre la mesa” en Tiempo Argentino de la edición del 16/12/2011.

Autor: Alfredo A. Repetto Saieg.