viernes, 21 de octubre de 2011

La juventud K esperó el 17 con las “patas en la fuente” y una vigilia.

Para simbolizar el Día de la Lealtad, la militancia participó de una kermés improvisada a pocos pasos de la Rosada. Por la noche hubo un brindis y un festival de bandas. Fuerte apoyo a Cristina a una semana de las elecciones.

Fue Día de la Madre y un domingo de esos que juega Boca, pero también tuvo seis horas de vigilia. Un grupo de agrupaciones de la juventud kirchnerista organizó ayer en la Plaza de Mayo un evento para, de algún modo, volver a meter las patas en la fuente como en aquel 17 de octubre de 1945. Una forma de conmemorar el Día de la Lealtad, a pocos días de las elecciones nacionales. 
Todo empezó a las seis de la tarde. Las cenizas, el polvo y los nubarrones ya se habían ido. El cielo estaba azul. Y Jorque “Quito” Aragón, de la Corriente Nacional Martín Fierro, le daba y le daba a la Rueda de la Fortuna, el entretenimiento favorito de la pequeña kermés improvisada a pasos de la Casa Rosada. Pero Quito no tenía suerte: la rueda se paró primero en la foto de Hugo Luis Biolcati y después en la de Jorge Rafael Videla. Y Quito decía: “¡Nooooo!” Y todos reían un poco. Hasta que un niño quiso poner las cosas en su lugar, giró la rueda y salió ella, la presidenta. Los otros dos juegos tuvieron menos éxito. Pero los chicos igual participaron: tenían que ponerle la cola al chancho (con la cara de Álvaro Alsogaray) y tiraron al blanco (con la forma de un gorila. 
“Queríamos festejar esta fecha con alegría, porque así estamos militando la campaña de Cristina. Y optamos por hacerlo con un acto con cultura, porque creemos que con el kirchnerismo se volvió a instalar una cultura de lo nacional y popular”, explicó Nahuel Beibe, de la Martín Fierro.
Cerca suyo, Gustavo Koenig, de Sudakas, vendía nada menos que el libro verde de Juan Domingo Perón. Unas 137 páginas con fragmentos del discurso del general en la Cumbre de Estocolmo. Una aproximación, al fin, al llamado “ecoperonismo”. “El viejo dio tela para todo. Hablaba de cuidar los alimentos, de la defensa de los recursos naturales, de las catástrofes ecológicas”, contó Koenig, de 34 años.
El menú cultural también tuvo de protagonistas a La Brigada Plástika. Los militantes pintaron en vivo con tinturas Sherwin Williams murales peronistas. La Fotográfika, por su parte, decoró las rejas de la Casa de Gobierno con un montaje y con otra imagen de un abrazo entre Eva y Juan Perón. El Colectivo Político Carpani ubicó carteles con stencils. Y otros vendían imanes, cuatro por diez pesos, diez por 20, con la leyenda Crispasión, o con el logo de 678 o con el nestornauta bajo la leyenda “mi único héroe en este lío”; o fotos de los fundadores del movimiento peronista, y de Néstor Kirchner, y de Cristina y también del Che.
Entretanto, sobre el escenario un desfile, verdaderamente largo, de músicos militantes. Entre los artistas estuvieron Jorge Gordillo, Víctor Torres, Saco Italiano, María Vázquez y Los Dandys de Boedo. Entre número y número, una pantalla reproducía fragmentos de discursos de Cristina Fernández. “Espero ser un puente entre las nuevas y las viejas generaciones. Ese debe ser mi rol”, repetía, la jefa de Estado.
“El 17 de Octubre tiene dos elementos centrales: el de la movilización popular, que hay que estar en la calle para ser protagonistas de la Historia, y el otro es la lealtad. Así como entonces los trabajadores demostraron su lealtad a Perón, entendemos que este 23 de octubre se va a ratificar la lealtad a Cristina”, aseguró Beibe. 
Casi todos los presentes esperaban por la llegada del ministro Carlos Tomada, del dirigente de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque y del candidato a diputado nacional Roberto Feletti. Y llegaron. Para brindar con vino tinto, y para que decenas de militantes reproduzcan el histórico día metiendo literalmente “las patas en la fuente”.

Fuente: Por Rodolfo Gonzáles Arzac Publicado en Tiempo Argentino del 17 de octubre del 2011.

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