domingo, 20 de junio de 2010

Historia: Los dientes de un patriota.




Manuel Belgrano, gran patriota y creador de la bandera, murió ante la total indiferencia popular y el silencio oficial. Bien cabe recordar, aunque el hecho suela olvidarse para justificar torpes acusaciones de conspiración contra la memoria del creador de la bandera, que el día de su muerte -20 de junio de 1820- fue el día de los tres gobernadores. Y el año XX fue el de la anarquía más espantosa que vivió el país.
'Los trastornos políticos fueron tan inauditos, las zozobras sociales fueron tan urgentes y la angustia colectiva fue tan profunda y tan universal en lo que respecta a la ciudad y provincia de Buenos Aires, que el uso de la palabra LOQUERO no parece exagerada para calificar esa situación'. ('SILENCIOS Y SOLEMNIDADES EN LA MUERTE DE BELGRANO', Guillermo Furlong).
No hubo ingratitud en el sentido que algunos quieren adjudicarle al hecho. El país -el gobierno, la opinión pública, el pueblo- estaba muy ocupado en vivir los duros acontecimientos de su tiempo.
De todos modos, cuesta encontrar justificativos para algunos lamentables episodios que se vivieron al exhumarse los restos de Belgrano. Este operativo era necesario porque debían ser trasladados desde su sepultura original -en el atrio del convento de Santo Domingo-, al interior de una urna que se colocaría dentro del mausoleo.
La exhumación se produjo el 4 de septiembre de 1902. Comenzada la operación, aparecieron al rato varios trozos de madera, algunos clavos de bronce y huesos del esqueleto de Belgrano. Los restos se colocaban en una bandeja de plata, sostenida por el prior de Santo Domingo. Las anormalidades cometidas fueron tan singulares, que es mejor remitirnos a la crónica publicada al día siguiente por el matutino LA PRENSA: 'Llama la atención que el escribano del Gobierno de la Nación no haya precisado en este documento los huesos que fueron encontrados en el sepulcro; pero no es ésta la mayor irregularidad que es permitido observar en este acto, que ha debido ser hecho con la mayor solemnidad, para honrar al héroe más puro e indiscutible de la época de nuestra emancipación, y también es necesario decirlo, para honrar nuestro estado actual de cultura. Entre los restos del glorioso Belgrano que no habían sido transformados en polvo por la acción del tiempo, se encontraron varios dientes en buen estado de conservación, y admírese el público 'esos despojos sagrados se los repartieron buena, criollamente, el Ministro del Interior, Dr. Joaquin V Gonzalez y el Ministro de la Guerra, Coronel Pablo Ricchieri!... Que devuelvan esos dientes al patriota que menos comió en su gloriosa vida con los dineros de la Nación, y que el escribano labre un acta con el detalle que todos deseamos y que debe tener todo documento histórico...'
La revista 'CARAS Y CARETAS' publicó, incluso, las fotografías de todos los presentes, que permanecieron con los sombreros puestos. Una caricatura aparecida en la famosa revista porteña mostraba a Belgrano saliendo de su tumba y señalando acusadoramente, con su índice, a los ministros González y Riccheri, mientras profería: '¡Hasta los dientes me llevan! ¿No tendrán bastante con sus propios para comer del presupuesto?'
Como para demostrar que el ocultamiento informativo no es solo de tiempos actuales, cabe destacar que el diario "La Nacion", nada informo al respecto, corriendo por cuenta de "La Prensa" el descubrimiento de la situacion. Quizas el motivo haya sido los parrafos de la nota con que Joaquin V Gonzalez proceio a la devolucion de las piezas. "..... iban a ser entregadas por mi, por el alto valor historico, al General Bartolome Mitre..."

Fuente:Diario La Prensa, setiembre-octubre 1902, argentina insolita.com

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